La marroquinería es un oficio de categoría artesanal que está basado en la manipulación y el trabajo con el cuero o cuerina a fin de fabricar productos funcionales o decorativos.
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La marroquinería es un oficio de categoría artesanal que está basado en la manipulación y el trabajo con el cuero o cuerina a fin de fabricar productos funcionales o decorativos.
No obstante, en el presente, con el despertar de los oficios como trabajos hechos a mano y a destacar, se emplea en diferentes textiles -y no solo en cuero o cuerina- para realizar objetos de diseño, provistos de utilidad y funcionalidad.
Es a través del talento de Andrea Soledad Delgado que esta tradicional actividad se expone para sorprender desde hace años.
Y es que esta jujeña era una niña a la que le llamó la atención el corte y confección como saber heredado gracias a su abuela Marta Baños.
"Siempre me gustó coser, yo veía a mi abuela hacer prendas y quería hacer lo mismo, tenía la idea de hacerlo también. De hecho, hoy hago el trabajo con su máquina", expresó Soledad Delgado acerca de esta labor que la moviliza desde su infancia.
Si bien le gustaba confeccionar piezas en diferentes textiles, eligió el camino de la marroquinería para especializarse. Este arte que cuenta con una antigüedad de más de 2.000 años y que ahora se redescubre mediante revalorizar la acción hecha a mano.
"Quería crear bolsos, mochilas, inicialmente me gustaban los objetos en cuero pero como es tan amplio trabajar en esto, se puede aplicar las técnicas en muchas telas como matelasse o planas como el jean y reciclados", destacó Delgado ante lo primero que realizaron sus manos, al momento de explorar este universo creativo.
Hoy con un stock, se desempeña realizando kits infantiles, bolsos, mochilas, cartucheras e individuales; la artesana recordó que hay más posibilidades de establecer modelos en gabardina, corderoy y jean reciclado.
No obstante, en sus primeros trabajos la idea se direccionó hacia los equipos escolares dedicados para los estudiantes de jardines de infantes.
"Es una cuestión de saber adaptarnos a los nuevos tiempos y de resaltar lo que queremos que se note. Lo primero que hice fueron individuales, toallitas y servilletas en varios colores y modelos; después se dio de probar nuevas técnicas", comentó.
Este oficio que refuerza la actividad manual propone un despliegue de imaginación al hacer algo nuevo con ingenio. "Soy capacitadora y también dicto cursos. A las chicas que asisten a mi curso, les digo que todo con esfuerzo y sacrificio, se puede lograr. Que tienen que ponerle sentimiento porque es una parte de ellas las que están dejando en cada objeto para que resulte más vistoso. Ellas no son alumnas, sino compañeras con las que trabajo a la par", aseguró Delgado.
Desde marcar las medidas hasta encontrar ese detalle que haga diferente a una pieza, es de lo que se encarga de enseñar esta artesana que suma técnicas y métodos de labor a través de capacitaciones cuando se especializa en Buenos Aires. "Sigo tomando clases porque este oficio lo requiere, hay que perfeccionarse porque aparecen nuevos materiales y tips para el armado de objetos", dijo Delgado, que se muestra feliz de desarrollar esta propuesta de confeccionar un producto con una impronta distinta.
El énfasis y el entusiasmo es lo que primero se muestra para que sus obras se valoren más y sean exhibidas con éxito en diferentes exposiciones. "Antes de que sea el Día del Padre y Día de la Madre vamos a exponer los trabajos. Después tenemos para cerrar el año una exhibición general con los demás talleres", comentó la capacitadora que se encuentra enseñando el armado de bolsos materos en una infinidad de modelos en las 150 Hectáreas de Alto Comedero. La reflexión final de la artesana es que se siente feliz de contar sus experiencias con este saber que perfecciona e indicando que todos tienen la habilidad de poderlo hacer.