Once adolescentes sudafricanos
fueron rescatados sanos y salvos tras haber sido secuestrados cerca de
Johannesburgo y llevados a la sabana para practicarles una
circuncisión ritual. "Tenían entre 13 y 16 años y fueron secuestrados en la calle. Sus padres pusieron una denuncia por secuestro" dijo el portavoz de Daveyton, al este de Johannesburgo.
"Los padres nos alertaron horas después de su desaparición", por lo que no tuvieron tiempo de practicarles la circuncisión, dijo la policía.
La circuncisión tradicional, que consiste en la ablación del prepucio, suele practicarse al final de la adolescencia en varias culturas sudafricanas durante una ceremonia en la sabana, que también incluye pruebas de resistencia física y se celebra a principios del invierno (junio-julio) y del verano (diciembre- enero).
Muchas veces practican las circuncisiones hombres corruptos que cobran unos 1.500 rands por persona (unos 100 dólares), una cantidad importante para la mayoría de los sudafricanos. Entre 2008 y 2013, murieron 486 jóvenes como consecuencia de este tipo de rituales por infección o gangrena.
Once adolescentes sudafricanos
fueron rescatados sanos y salvos tras haber sido secuestrados cerca de
Johannesburgo y llevados a la sabana para practicarles una
circuncisión ritual. "Tenían entre 13 y 16 años y fueron secuestrados en la calle. Sus padres pusieron una denuncia por secuestro" dijo el portavoz de Daveyton, al este de Johannesburgo.
"Los padres nos alertaron horas después de su desaparición", por lo que no tuvieron tiempo de practicarles la circuncisión, dijo la policía.
La circuncisión tradicional, que consiste en la ablación del prepucio, suele practicarse al final de la adolescencia en varias culturas sudafricanas durante una ceremonia en la sabana, que también incluye pruebas de resistencia física y se celebra a principios del invierno (junio-julio) y del verano (diciembre- enero).
Muchas veces practican las circuncisiones hombres corruptos que cobran unos 1.500 rands por persona (unos 100 dólares), una cantidad importante para la mayoría de los sudafricanos. Entre 2008 y 2013, murieron 486 jóvenes como consecuencia de este tipo de rituales por infección o gangrena.