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24 de Junio,  Jujuy, Argentina
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Al ritmo del Pim Pim en lote Miraflores

Durante cuatro días se vive la fiesta grande del pueblo guaraní en la selvática geografía de la provincia.
Martes, 04 de marzo de 2025 01:04
Danza del pim pim | Todos de la mano celebrando el carnaval.

En una jornada marcada por la alegría del reencuentro, que cada año, se reedita cuando el calendario del tiempo anuncia la llegada del carnaval, pobladores, nativos y gran cantidad de personas se reunieron en el legendario lote Miraflores, de la dulce localidad azucarera de La Esperanza, para vivir el tradicional desentierro del carnaval, reconocido por la comunidad guaraní como el Arete Guazu o fiesta grande.

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En una jornada marcada por la alegría del reencuentro, que cada año, se reedita cuando el calendario del tiempo anuncia la llegada del carnaval, pobladores, nativos y gran cantidad de personas se reunieron en el legendario lote Miraflores, de la dulce localidad azucarera de La Esperanza, para vivir el tradicional desentierro del carnaval, reconocido por la comunidad guaraní como el Arete Guazu o fiesta grande.

Pinkullos, flautas y singulares tambores recrearon la antiquísima danza del Pim Pim, uno de los principales distintivos de este pueblo originario. Por cuatro días, todos los que permanecen en el lote, dejando atrás penas y preocupaciones, comparten momentos de alegría, siendo convidados con bebidas y comidas tradicionales, preparadas por los pasantes de la fiesta.

Con los rostros pintados y entalcados, sus cuellos enflorados por coloridas serpentinas y sus cabezas salpicadas con papel picado, muchos se confundieron en un fraterno abrazo. Las familias que residen en el lugar recibieron a antiguos vecinos, amigos que nacieron y se criaron en el lote y que por distintas razones emigraron en busca de oportunidades de estudio o de trabajo.

PASANTES DEL AÑO QUE VIENE | TRAS SU DESIGNACIÓN.

Es el carnaval la fiesta que los convoca, que les permite atravesar distancia para decir ípresente!, para agradecer a la Pachita y pedirle por un buen año. Muchos son los que regresan y con lágrimas de emoción recorren el paisaje que se hizo eterno en su memoria de niño.

DE TODAS LAS EDADES | ASISTENTES AL DESENTIERRO DEL CARNAVAL.

En una amena entrevista con nuestro diario, Delfina Segundo, referente nativa y criada en el lote Miraflores, habló de la herencia recibida de parte de sus abuelos y de sus padres, habiendo sido testigo de cómo se preparaban para vivir este ritual.

"Los que han recibido ahora esta fiesta son mi hija, mis nietos y nietas. El año pasado la hizo toda la familia. He decidido quedarme para seguir enseñando a los más jóvenes, sobre esta fiesta grande del Arete Guazu que dura cuatro días", dijo la referente.

Explicó que la fiesta comienza con el desentierro, con la presencia de los pasantes que levantan en alto la cruz enflorada con ramas del carnaval, las banderas argentina y boliviana, los pasantes de la Pachamama grande y los de la pachita chica.

"Se va llamando a las personas que asumen el compromiso de pasar la fiesta el año que viene .Los nuevos pasantes reciben la fiesta, se les entrega los atributos con una buena talqueada, pintada y lluvia de nieve y así se unen a la gran fiesta. Desde el mojón, bailando se recorre todo el lote y llegamos hasta mi casa donde se sigue bailando y tocando el Pim Pim. El que quiere quedarse se amanece tocando los instrumentos y bailando. Al llegar la mañana se sirve un plato con una sopita pulsuda y al mediodía picante de pollo y se sigue con la fiesta. Así pasamos el lunes y martes. Luego volvemos a nuestras obligaciones para reunirnos el sábado a la noche y permaneceremos hasta el domingo para el entierro del carnaval", prosiguió.

En primera persona

"En abril voy a cumplir ochenta años, esta tradición siempre se hizo y se seguirá haciendo. Mi papá y mi mamá lo hacían a la orilla de una acequia, donde había un árbol que adornaban y las bebidas como alcohol, vino, chicha, más papel picado se las entregaba al agua. Le pedían permiso y le decían que venían a llevar el carnaval para hacer la fiesta. Mi abuelo decía que está fiesta se debía hacer para la alegría de todos. A las nuevas generaciones les digo que no tenemos que olvidar o perder esto porque mantiene nuestra identidad de pueblo aborigen. En la época que los ingleses eran dueños del Ingenio, le daban permiso a los trabajadores y les decían que pidan para que se vayan las enfermedades y que haya una buena cosecha.

MODESTA SOSA

En este tiempo presente pedimos para que los nuevos dueños no nos saquen del lote donde vivimos", relató Delfina Segundo, tras indicar que las familias que realizan la fiesta son Flores, Segundo y Anselmo, entre otras.

"Mi mensaje para las nuevas generaciones es que le pidan a la Pachamama que nos de salud, que traiga trabajo para que no los jóvenes no vayan por el camino equivocado y que no nos saquen de aquí porque nosotros y la Pachita, no queremos irse de nuestro querido lote Miraflores", finalizó.

Invitada de honor

Sin lugar a dudas, Modesta Sosa, quien en junio cumplirá 82 años, fue la invitada de honor en esta fiesta del desentierro del carnaval en lote Miraflores. Su presencia fue motivo de alegría para todos, ya que es considerada como el emblema vivo de la cultura guaraní. Como es de público conocimiento, el escenario principal de los corsos sampedreños lleva el nombre de esta humilde mujer, que junto a otros referentes, le imprimió a los corsos la magia y el encanto festivo del Pim Pim y el sentir ancestral de la cultura ava guaraní.

Modesta Sosa, al igual que otros grandes que ya no están físicamente entre nosotros, mantuvo vivas sus raíces y los ritos que permitieron su permanencia en el tiempo. Con su colorido tipoy, dibujó los destellos de una raza indómita y dejó para las presentes y futuras generaciones, su particular saludo, voz que se hace grito entre el sonar de los pinkullos y tambores en la danza del Pim Pim.

Ese peculiar saludo, permanece en la memoria de los sampedreños, que aguardan cada año el tradicional saludo de Modesta Sosa.

 

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