"Vivimos nuestras fiestas patronales con emoción y con mucha participación. Agradezco a la comunidad de La Esperanza por participar, por vivir a pleno la fiesta. Sigamos viviendo el camino del Señor, si bien en la vida hay muchos caminos, sólo hay uno que trasciende, como cristianos debemos saber elegir el único camino absoluto qué nos lleva al encuentro con Dios. Los otros caminos son efímeros, se cortan". Fue parte de la homilía pronunciada por el padre Marcelo Valdivia, durante la misa central que se ofició en el templo, en el marco de la fiesta patronal en honor a Nuestro Señor de la Buena Esperanza.
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"Vivimos nuestras fiestas patronales con emoción y con mucha participación. Agradezco a la comunidad de La Esperanza por participar, por vivir a pleno la fiesta. Sigamos viviendo el camino del Señor, si bien en la vida hay muchos caminos, sólo hay uno que trasciende, como cristianos debemos saber elegir el único camino absoluto qué nos lleva al encuentro con Dios. Los otros caminos son efímeros, se cortan". Fue parte de la homilía pronunciada por el padre Marcelo Valdivia, durante la misa central que se ofició en el templo, en el marco de la fiesta patronal en honor a Nuestro Señor de la Buena Esperanza.
Finalizada la misa, todos participaron de la procesión con la imagen del santo patrono, que fue acompañado por las distintas comunidades que llegaron portando las imágenes de los patronos de sus capillas, como así también la imponente imagen del Señor de la Buena Esperanza de Lote El Puesto. Luego de recorrer un largo tramo, llegaron hasta la avenida principal, donde se dispuso todo para el acto protocolar y el desfile cívico y gaucho.
En el palco se ubicaron las autoridades, entre ellas, el intendente municipal Ramón Carrizo, autoridades provinciales, locales, entre otras. Pasado el mediodía de la tórrida jornada, se inició el desfile, del que participaron instituciones intermedias y agrupaciones gauchas de La Esperanza y de localidades vecinas.
Academia Belgrano
La nota singular fue la presencia de casi medio centenar de niños de la Academia "General Manuel Belgrano" de la provincia de Salta, a cuyo frente está el oficial mayor Raúl Miranda, un hijo nacido en este verde solar, más precisamente en lote Miraflores, quien cumplió el sueño de traer a los aspirantes a participar de la fiesta patronal y conocer la localidad.
La academia funciona en Salta capital, Campo Quijano y Rosario de Lerma, y asisten aspirantes cuya edad va desde los 4 a los 18 años. "Tiene un objetivo claro, para que el día de mañana puedan ingresar al ejército. Se les inculca disciplina, valores que se han perdido, reciben muy buena formación", dijo Miranda, mientras lo embargaba la felicidad de estar en su tierra natal, cumpliendo el anhelo de traer a los chicos de la academia salteña.