Martín es músico, cantante, docente y con esta producción también actor. Forma parte del grupo folclórico Jasy Memby de gran popularidad, integra la Banda Municipal 19 de Abril, un grupo de danzas latinoamericanas, es coreuta, y artista plástico.
inicia sesión o regístrate.
Martín es músico, cantante, docente y con esta producción también actor. Forma parte del grupo folclórico Jasy Memby de gran popularidad, integra la Banda Municipal 19 de Abril, un grupo de danzas latinoamericanas, es coreuta, y artista plástico.
Con esta obra, probó hacer teatro, porque es un unipersonal, tributo a Gilda, donde también canta.
¿Cuántas funciones vas haciendo de esta obra?
Esta es la quinta, en distintos escenarios, siempre a sala llena, que no podía creer, porque es mi primer proyecto solo, siempre he trabajado con Ale (Aparicio, de Jasy Memby). Antes trabajé en coros, en grupos de cantantes, es decir siempre con grupos o elencos. Esto lo defiendo solo, en cuanto a la propuesta de poder estar en un escenario, presentando un unipersonal, que aparte también es cierto que yo nunca había actuado, no sabía muy bien lo que era un unipersonal.
Esta oportunidad va ser en el "Éxodo Jujeño", así que estoy muy agradecido.
¿Por qué surge este proyecto diferente para vos, y cuando entendés de qué se trata un unipersonal, a quién le pediste asesoramiento?
Es una propuesta que me hace Rodrigo Jerez, él es el creador y guionista. Me dio la obra y me propuso hacerla.
A mí, los desafíos siempre me parecen divertidos, dije sí.
Yo leo de lo que se trata la obra, y me enamoré del texto. Me sentí totalmente identificado, porque era docente, intentó trabajar en la música y todos le decían todo el tiempo "no". Para colmo en una época donde estaban de moda las rubias pulposas, grandotas, y ella era menudita, morocha. O sea, no encajaba en nada. De todas maneras, el "no" era algo muy ajeno a ella, porque ella igual hizo lo que quiso. Todo eso me identifica con ella.
Por más que la gente que producía, que era la que ponía el dinero, le decían que no, el público nunca la dejó bajar del escenario. A ella la sostuvo el público.
Lo que los artistas buscamos, que es la trascendencia, el permanecer, o esa eternidad que uno mágicamente se imagina que puede lograr con la música, ella lo logró.
Yo les preguntaba a mis alumnos si la conocían a Gilda, y me decían que no, pero yo les cantaba las canciones, y todos las conocían, de las hinchadas del fútbol, del Sábado Estudiantil, de las carrozas, etc, pero no sabía de quién era. Entonces, ella sí logró esa permanencia.
La magia la tiene la música.
Al leer la obra, dije "sí, sí la hago". Después me doy con que tenía que actuar, porque es un monólogo, donde personifico distintos personajes en la vida de Gilda, y también canto sus canciones, canciones que fueron escritas para momentos especiales que le fueron sucediendo.
No sabía que era tan difícil actuar.
¿Qué es lo más difícil de la actuación?
La responsabilidad de lo que estás diciendo en una frase, porque desde lo que yo diga, hasta cómo vos lo interpretés, hay un abismo. Eso puede realmente desarmar toda una obra.
Es sentarme a estudiar, y hacer que el público entienda lo mismo que yo quería decir.
¿Cuánto tiempo te llevó prepararla?
Como cuatro meses. Hablé con Ana Cecilia Córdoba, con Sergio Díaz Fernández, Noemí Salerno, etc (actores jujeños), con especialistas en el teatro, para preguntarles, cómo era, cómo se hacía.
Rodrigo Jerez fue quien además me dirigió, me dijo todo lo que tenía qué hacer. Él es músico y alguna vez trabajamos juntos en eso.
¿Y por qué Gilda?
Él la eligió porque me escuchó a mi cantar canciones de ella. Yo las cantaba simplemente porque me gustaban, pero después cuando estudié la vida de ella, me di cuenta de qué se trataba.
En la obra, yo cuento la vida de Gilda, en tres actos, desde varios aspectos. El primero de su lucha cuando ella era maestra; luego cuando ella ya era música y los que tenían la oportunidad de ponerla arriba, la bajaban; y después cuando ya trascendió.
Presento videos de ella en primera persona, contando testimonios. En uno de esos, cuenta cuando vino en el 95 a la Plaza de los Inmigrantes para la Serenata a la Ciudad por la fundación de la ciudad, traída por el intendente Hugo Conde. Era la primera vez que un intendente le pagaba al artista, para que el espectáculo sea gratis para el público. Ella cuenta esa experiencia.
Luego también contamos que el primer "milagro" de Gilda, porque sus seguidores la consideran una "santa" después de su muerte, ocurrió acá en Jujuy, y la protagonista es una niña.
¿Qué te pasó después de la obra?
Me sentí muy realizado. Soy una persona que se pone muy nerviosa por la ansiedad, pero es porque disfruto lo que hago. Eso me hace sentir muy bien. Después de hacer la obra, sentí que había logrado algo más.
Me responsabilicé mucho de la historia, y me hizo bien contarla. Hay mucha gente que no sabe muchas cosas de las que yo cuento en la obra. Incluso la película cuenta un cincuenta por ciento de lo que ella tuvo que pelearla para llegar.
Algo que quieras aclarar de esta obra
Que si bien es una obra para todo el mundo, tiene partes muy fuertes en relación a temas como la muerte, las ausencias, etc., que por ahí recomiendo que el público sea mayor de 13 años.
Y finalmente, que es algo que hice con mucho amor.