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8 de Septiembre,  Jujuy, Argentina
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Citrus con exportaciones en alza y mercado deprimido

Limones con buenos precios para comercio externo, y naranjas y mandarinas con dificultades en el interno.
Lunes, 08 de septiembre de 2025 00:00
LIMÓN | "QUIEN PUDO EXPORTAR E INVERTIR ESTÁ BIEN, PESE A LA INFLACIÓN", DIJO.

El consultor y productor citrícola Daniel García, analizó la situación actual de la actividad en la provincia y en el país. Marcó un contraste entre el limón sostenido por precios favorables en la industria y la exportación, y los cítricos dulces que tuvieron dificultades en el mercado interno por bajo consumo y altos costos de producción.

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El consultor y productor citrícola Daniel García, analizó la situación actual de la actividad en la provincia y en el país. Marcó un contraste entre el limón sostenido por precios favorables en la industria y la exportación, y los cítricos dulces que tuvieron dificultades en el mercado interno por bajo consumo y altos costos de producción.

García explicó que el limón mantiene una posición destacada en el mercado internacional. "Lo poco que se pudo exportar se hizo con muy buenos precios en el mercado externo", dijo. Sostuvo que este año la industria pagó el doble del precio pagado en 2024, y la tendencia apunta a que los precios sigan subiendo.

En contraste, el consumo interno mostró un panorama desfavorable, de precios bajos. Durante el invierno, la demanda de limón disminuye, la oferta aumenta porque se concentra la mayor parte de la producción, lo que deprime aún más los precios.

En el caso de la naranja industrializable, como la variedad Valencia, los precios cayeron respecto al año pasado, aunque siguen siendo aceptables si se comparan con precios históricos. Mientras la mandarina, si bien se destina principalmente al mercado interno, este año el consumo no logró absorber toda la producción. "Fue un año muy bueno en lo productivo, pero no en los precios. El poder adquisitivo cayó, los costos subieron y mucha fruta que solía venderse a países vecinos terminó vendiéndose en el mercado interno", explicó.

Sostuvo que se deben analizar varios factores, la disminución del poder adquisitivo de la gente, suba de los costos de producción, agroquímicos, gasoil y electricidad , y otros. Además, mucha de esa fruta se destinaba a países vecinos, pero este año se vendió en el mercado interno.

Insistió en que Argentina es un país caro, una de las principales trabas para competir y se suman los impuestos para los insumos como fertilizantes o cubiertas para vehículos, que en países vecinos se venden hasta a la mitad de valor.

Sobre exportaciones ratificó esa desventaja. "Si bien el gobierno pregona el libre comercio, pero todavía no creó la misma regla de competencia con respecto a los países vecinos. Nosotros tenemos un alto costo de los insumos de producción, eso hace que nuestra fruta sea muy cara para su mercado, mientras que su fruta puede venderse en nuestro mercado a precios menores que nuestra producción", dijo.

Sostuvo que no es un problema de idiosincrasia del mercado, sino de reglas de juego ya que los competidores producen más barato y entran con facilidad al mercado argentino, mientras el país tiene altos costos de producción y no puede competir en igualdad de condiciones.

García ejemplificó la situación con Sudáfrica, "una potencia que produce en una semana la misma cantidad de naranja que Argentina en toda la campaña", y donde un obrero agrícola "gana menos dólares que aquí pero tiene mayor poder adquisitivo".

El exceso de oferta frente a una demanda limitada provocó precios bajos para el consumidor, pero también una rentabilidad insuficiente para el productor. "No diría que es una crisis total, porque la planta va a seguir produciendo, pero la inversión en fertilizantes y tratamientos fitosanitarios será menor el próximo año", afirmó. Dijo que el productor que destina su fruta al mercado interno vive una situación parecida a la del tabaco o tomate, que también atraviesan dificultades.

El panorama cambia para quienes pudieron exportar. "Alguien que invirtió, hizo las cosas bien y logró exportar está en una mejor situación, a pesar de la inflación", dijo. Es que mantener una hectárea para fruta fresca para mercados externos implica entre 2500 y 3000 dólares anuales, con un tercio de ese gasto destinado a agroquímicos.

No obstante García se mostró optimista respecto de la naranja, que atraviesa un ciclo de buenos precios industriales debido a la escasez mundial de jugo. "La merma de plantaciones en Brasil y Estados Unidos asegura varios años de valores altos que sostendrán la actividad", dijo.

En el caso del limón, también se observa una curva ascendente ya que muchas plantaciones en Tucumán y en otras regiones del mundo no se renovaron, lo que reduce la oferta y fortalece los precios.

También se refirió a la competencia desleal y recordó que cuando los precios son altos, la fruta ingresa incluso sin acuerdos formales. "El año pasado, en momentos de precios elevados del limón, entró mucha lima peruana a través de Bolivia, se vendía como limón en los mercados locales y eso deprimía los precios en la región", dijo y explicó que hoy el poder adquisitivo argentino resulta atractivo para países vecinos.

El productor que exporta puede sostenerse gracias a buenos precios internacionales, pese a los altos costos internos. En tanto, el productor del mercado interno enfrenta precios deprimidos, menor rentabilidad y la necesidad de reducir inversiones en la próxima campaña.

Inversión y competitividad

DANIEL GARCIA, CONSULTOR

Al referirse a la actualidad de la producción en Jujuy, García explicó que está marcada por altos costos, limitaciones estructurales en torno al riego y factores climáticos. Dijo que actualmente en Jujuy están ya con los trabajos de tipo sanitario, fertilización para la próxima campaña. Explicó que aunque los insumos en dólares están casi igual que el precio de años anteriores hay más financiación.

“Por ese lado está un poco mejor, igual la incertidumbre es alta”, explicó. Comentó que producir fruta fresca destinada a la exportación no es económico ya que una hectárea (ha) bien manejada demanda entre 2.500 y 3.000 dólares al año, que incluyen energía eléctrica, mano de obra y agroquímicos.

A esto se suman los costos de cosecha, empaque y logística. Explicó que la campaña es larga, desde que la fruta se procesa hasta que llega a destino pueden pasar entre 30 y 40 días, y el productor suele cobrar recién a los 90 o 100 días. Sobre la posibilidad de dar valor agregado a las frutas en la provincia, García estimó que la exportación ya genera un importante valor agregado al movilizar mano de obra en cosecha, empaque y transporte. Además destacó que la fruta argentina viaja en contraestación al hemisferio norte, lo que permite acceder a precios atractivos en la mayoría de las campañas.

Destacó que la industria está pagando cada vez más por cítricos como naranja, limón o pomelo debido a la reducción de stocks internacionales, lo que ayuda a sostener los precios del mercado fresco ya que de otro modo los productores preferirían vender directamente a la industria. En cambio, aclaró que la mandarina criolla y la “Dancy” no tienen salida industrial y se destinan casi por completo al mercado interno regional, con muy pocas posibilidades de llegar a otros como Mendoza o Buenos Aires. En el caso del limón, García indicó que cerca del 90% de la producción argentina se exporta (como fruta fresca y subproductos industriales).

NARANJAS SE PAGAN MÀS

En Jujuy, el 70% de la producción se destina a mercado fresco (interno y externo) y el 30% se destina a mercado industrial. En Tucumán, el 30% de la producción se destina a mercado fresco (interno y externo) y el 70% se destina a mercado industrial. La naranja muestra un reparto más equilibrado, algo más de la mitad se exporta como fruta fresca o jugo, y el resto se comercializa en mercados locales o regionales. El pequeño productor jujeño enfrenta, además una desventaja tecnológica. “Con el cambio climático los rendimientos bajaron, la mayoría todavía riega a manto, sin represas ni sistemas de goteo.

Eso reduce la producción por hectárea y hace que la ecuación económica no cierre”, dijo. Para García, el cítrico es un negocio de volumen y calidad, porque se trata de la fruta más barata dentro del mercado frutícola. “La infraestructura de riego es fundamental. No es lo mismo la fruta producida con riego por goteo que con riego convencional. El mercado nota esa diferencia de calidad y paga mejor la primera”, afirmó.

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