Un estudio reciente sugiere una posible relación entre el cáncer bucal y la práctica del coqueo. Según el odontólogo especialista en cirugía bucomaxilofacial Enzo Cruz, esta asociación podría estar vinculada con las lesiones generadas por la coca y los aditivos utilizados para coquear. Aunque en Jujuy no se registraron casos de cáncer bucal directamente relacionados con esta práctica, sí existen diagnósticos de este tipo de cáncer.
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Un estudio reciente sugiere una posible relación entre el cáncer bucal y la práctica del coqueo. Según el odontólogo especialista en cirugía bucomaxilofacial Enzo Cruz, esta asociación podría estar vinculada con las lesiones generadas por la coca y los aditivos utilizados para coquear. Aunque en Jujuy no se registraron casos de cáncer bucal directamente relacionados con esta práctica, sí existen diagnósticos de este tipo de cáncer.
Más allá de que el coqueo es un consumo tradicional ampliamente aceptado y generalizado en todas las clases sociales de la provincia, a diferencia del sector andino de vecinos países se consume no sólo para afrontar el cansancio sino para ocasiones festivas. Es legitimado con leyes que contemplan su uso personal pero preocupa un estudio médico de Bolivia que lo asocia al cáncer bucal.
Aunque actualmente no se registraron casos de cáncer de cavidad bucal directamente asociados al coqueo en nuestra provincia, sí existen casos de ese cáncer en Jujuy. Por ello, Cruz enfatizó la importancia de los exámenes odontológicos regulares para detectar y tratar cualquier anomalía a tiempo.
"El coqueo más los aditivos sobre todo bicarbonato y otros, primero genera lesiones en la pieza dentaria y en lo que es estrictamente el cáncer sí producen lesiones precancerosas, es decir, lesiones que pueden evolucionar o no a un cáncer de cavidad oral", afirmó Cruz consultado sobre el estudio.
Además, explicó que estos aditivos, incluyen compuestos como el bicarbonato, y en el caso de la "yista" -que contiene cenizas, papa y saborizantes-, no solo provocan lesiones visibles, sino que también pueden causar cambios microscópicos en las células de la boca. "El trauma físico de los aditivos y el propio coqueo puede llevar a la aparición de lesiones precancerosas", añadió.
Estas lesiones precoces pueden manifestarse en formas como leucoedema y leucoplasia, irritando la mucosa bucal, pero recordó que el cáncer es multifactorial, por lo que la genética y el estado de salud general del paciente también juegan un papel clave en la aparición del cáncer.
En su análisis, también abordó cómo el bolo de hojas de coca, conocido como acullico, puede provocar abrasiones y desgaste en los dientes. Esta práctica, en la que el bolo se coloca en la parte interna de la mejilla, puede contribuir a la colonización de caries y a la retracción del tejido de las encías, lo que compromete la estabilidad de las piezas dentales.
El odontólogo aseguró que las lesiones precoces pueden asentarse en diversas áreas de la boca, como la mucosa de las mejillas, la lengua y la región del trígono retromolar. Aunque se le atribuyen propiedades digestivas a la hoja de coca, Cruz enfatizó que sus efectos negativos para la salud bucal son evidentes, como el mal aliento y que manchan los dientes.
En relación a la duración de la práctica del coqueo, Cruz comparó su impacto con el del consumo de tabaco y estimó que cuanto más tiempo se realice, mayor será el riesgo de desarrollar condiciones adversas.
Cruz también advirtió sobre el potencial de trauma mecánico que representa para la mucosa bucal la práctica del coqueo. "Independientemente de si la coca está esterilizada o no, el trauma constante del bolo sobre la mucosa puede contribuir a la formación de cáncer", explicó y señaló que aunque no hay estudios concretos que demuestren este vínculo en la provincia, existen casos de cáncer oral en la provincia.
Para detectar el cáncer de cavidad bucal, destacó la importancia de realiza el chequeo odontológico rutinario, que se recomienda hacer cada cuatro a seis meses. "La boca no solo es un conjunto de dientes; también hay tejidos blandos en los que pueden encontrarse lesiones que merecen atención", advirtió.
El cáncer de cavidad bucal, al igual que otras formas de cáncer, requiere una detección temprana y el tratamiento adecuado. Cuando se identifican lesiones sospechosas, es fundamental realizar una biopsia para confirmar la naturaleza de la anomalía.
En este sentido el odontólogo especializado recordó que tanto el sector público como el privado ofrecen tratamientos para el cáncer oral, por lo que es clave en principio la prevención y la detección a tiempo de esta enfermedad. Cabe recordar que en la provincia cada año se hacen revisiones gratuitas para detección de lesiones que puedan ser cancerígenas.
Estudio de carcinoma oral
Un reciente estudio publicado por investigadores argentinos y latinoamericanos presenta una conexión entre el hábito cultural de masticar hojas de coca y el desarrollo de Carcinoma Escamocelular Oral (CEO), una forma de cáncer poco frecuente en la cavidad bucal.
La investigación se centró en cuatro pacientes atendidos en el hospital “Señor del Milagro”, en Salta, quienes desarrollaron tumores intraorales a pesar de no presentar factores de riesgo tradicionales como el tabaquismo o el consumo de alcohol. Todos compartían el hábito de masticar coca durante más de una década, con una exposición diaria superior a las seis horas. Los pacientes presentaron lesiones ulceradas en la cavidad oral, particularmente en el complejo gingivobucal.
El análisis histopatológico confirmó la presencia de CEO moderadamente diferenciado en cada caso. A pesar de que previamente se habían documentado efectos adversos del consumo de coca, como lesiones periodontales y alteraciones químicas locales, la evidencia de un vínculo directo con el desarrollo de cáncer oral es escasa. Los investigadores destacan paralelismos con otros hábitos culturales del sudeste asiático, como la masticación de betel, conocidos por su asociación con cáncer bucal. El estudio destaca la necesidad de investigaciones adicionales, incluyendo estudios epidemiológicos y biomoleculares, para determinar si el consumo de coca podría ser considerado un factor de riesgo significativo para el desarrollo de CEO, especialmente en regiones donde este hábito es prevalente.
Descubren riesgos asociados
Un reciente estudio publicado en la revista Avances en Odontoestomatología de 2024 investigó la relación entre la masticación de hoja de coca y las enfermedades bucodentales en pobladores de Ancash, Perú. El trabajo analizó a 70 pacientes, de los cuales 49 consumen hoja de coca y es más prevalente en hombres de 46 a 52 años.
Los resultados revelaron una correlación significativa entre la masticación de coca y la gingivitis (p=0,008), y de caries dental (p=0,024). Su uso aumenta la predisposición a la gingivitis, por lo que destacan necesidad de controlar el consumo excesivo. Por otra parte, otro estudio reciente sobre la composición química y los posibles riesgos asociados al uso de la yista, utilizado en Bermejo, Salta y otras zonas. Liderada por Norma I. Hilgert y publicada en la Revista Kallawaya, identificó 27 especies nativas y 5 exóticas empleadas en la fabricación de yista, un material cuya alcalinidad oscila en un rango de pH de 10 a 11.
El análisis químico, realizado en el “National Measurement Institute” de Australia, detectó en la yista la presencia de elementos beneficiosos para la salud, como calcio, magnesio, hierro y fósforo, pero también de metales tóxicos, aluminio, arsénico, cadmio y mercurio que preocupan debido a la posible bioacumulación de metales pesados, liberados al quemar las plantas empleadas en su elaboración.