La reconocida dirigente jujeña Salma Haidar falleció el mediodía del sábado en una clínica de la capital provincial tras sufrir una complicación en su estado de salud. De dilatada trayectoria política y social, se desempeñó con solvencia en cargos públicos y la docencia. Fue la primera ministra mujer de la provincia, la primera en escalar el cerro Chañi y también la primera en liderar una asociación concebida para promover los derechos políticos de las mujeres. Pero sobre todo fue una mujer honesta, amante de sus hijos, respetuosa, amable, culta, con un fino sentido del humor que supo hacer un culto de la amistad.
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La reconocida dirigente jujeña Salma Haidar falleció el mediodía del sábado en una clínica de la capital provincial tras sufrir una complicación en su estado de salud. De dilatada trayectoria política y social, se desempeñó con solvencia en cargos públicos y la docencia. Fue la primera ministra mujer de la provincia, la primera en escalar el cerro Chañi y también la primera en liderar una asociación concebida para promover los derechos políticos de las mujeres. Pero sobre todo fue una mujer honesta, amante de sus hijos, respetuosa, amable, culta, con un fino sentido del humor que supo hacer un culto de la amistad.
Fue ministra de Salud en el gobierno de Roberto Domínguez y durante muchos años estuvo a cargo del exComité Federal de Radiodifusión (Comfer).
Haidar fue una de las pioneras de la lucha por el cupo femenino, entre otras reivindicaciones. Lo hizo a través de la Fundación Sujeto y Predicado que fundó el 18 de noviembre de 1990 para visibilizar y alcanzar la paridad de género. Lo interesante de esta organización liderada por esta incansable dirigente es que integraba también a los hombres.
Entre sus últimas iniciativas se cuenta la modificación del artículo 106 de la Constitución Provincial, sobre la periodicidad de los mandatos.
“Proponemos que el mandato de diputados y concejales no sea de reelección indefinida”, señalaba al sostener con toda autoridad que dicha propuesta estaba avalada por la ciudadanía.
También tuvo una destacada actuación en el Centro Islámico de Jujuy y en ese marco durante muchos años publicó la columna "El Camino del Islam" en las páginas de El Tribuno de Jujuy.
También incursionó en las letras y se hallaba produciendo un libro sobre las mujeres de Jujuy y una ficción. Era profesora nacional de Música, maestra normal nacional y licenciada en Ciencias Sagradas.
Salma Haidar se inició tempranamente en la política militando en la Juventud Peronista. En 1973 se incorporó al instituto “Miguel Atanco”, creado por Roberto Domínguez. Durante diez años fue secretaria del bloque del PJ en la Legislatura provincial y fue delegada regional del Pami.
Definiciones
"En nuestro tiempo la tendencia era dedicarle un espacio a cada uno, el hombre para el espacio público y la mujer para las tareas del hogar y los hijos. Aún cuando mi padre no nos crió así, yo desafiaba esa norma; si los muchachos picaban, yo también para demostrarme a mí misma que podía. Es por eso que en 1969 subimos el Chañi, y fui la primera mujer en hacerlo, pero me enteré tiempo después", relató hace unos pocos años en una entrevista con nuestro diario. Y agregó: “nosotras pensábamos que la mujer debía estar integrada en un 50% a las listas de candidatos. No había área "mujer" en Jujuy, tampoco en Nación; aún cuando desde la década del 80 se celebraban los Encuentros Nacionales de Mujeres, pero fueron estos organismos los que impulsaron el surgimiento".
Enorme dirigente
El concejal capitalino Matías Domínguez, en un mensaje que subió ayer a las redes sociales a poco conocerse la triste noticia, escribió unas sentidas palabras en las que sintetizó la figura de Haidar. “Con muchísimo pesar despedimos a la compañera y amiga Salma Haidar. Histórica y enorme dirigente del peronismo jujeño, fue la primera mujer en ocupar un Ministerio en Jujuy y pionera en la lucha por la igualdad de género. Abrazo y acompaño a su familia en este duro momento”.