12°
26 de Junio,  Jujuy, Argentina
PUBLICIDAD

El drama de los expulsados del régimen venezolano

La historia de Doris Molero que salió espantada porque en su país muere la gente por falta de medicamentos. Dijo que conseguir comida es una odisea y que los niveles de inseguridad son alarmantes.
Jueves, 10 de mayo de 2018 00:00
ÉXODO VENEZOLANO. A DIARIO CIENTOS DE MILES DEBEN ABANDONAR SU PAÍS.

Llegó hace dos años a Jujuy desde Maracaibo, el estado petrolero situado al noroeste de Venezuela. Doris Molero es licenciada en idiomas, tiene un posgrado y doctorado. Tuvo que abandonar su terruño en la búsqueda de una vida mejor. La horroriza que a diario en su país muera gente por falta de medicinas, que conseguir comida sea una odisea y caminar por las calles, todo un riesgo por la inseguridad en ascenso y la casi inexistencia de alumbrado público.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Llegó hace dos años a Jujuy desde Maracaibo, el estado petrolero situado al noroeste de Venezuela. Doris Molero es licenciada en idiomas, tiene un posgrado y doctorado. Tuvo que abandonar su terruño en la búsqueda de una vida mejor. La horroriza que a diario en su país muera gente por falta de medicinas, que conseguir comida sea una odisea y caminar por las calles, todo un riesgo por la inseguridad en ascenso y la casi inexistencia de alumbrado público.

Se le humedecen los ojos cuando recuerda a su familia y se le iluminan al momento de hablar de Martín, el jujeño que le cambió la vida y con quien escribe desde hace dos años una maravillosa historia de amor. Pero tiene el corazón partido, todos los días encomienda a Dios a los familiares y amigos que quedaron en Venezuela, está pendiente de las noticias que chequea en las redes sociales, mientras que por otro lado aquí en Jujuy comienza a estabilizarse laboralmente.

"Mi nombre es Doris Molero, ahora de Barrandeguy", dijo feliz al iniciar la entrevista en la que desandará gran parte de su intimidad y las penurias que vienen padeciendo los venezolanos con la llegada del populismo encarnado por el desaparecido Hugo Chávez y su sucesor en la presidencia, Nicolás Maduro.

 

DESGARRADOR TESTIMONIO. DORIS MOLERO DE BARRANDEGUY DURANTE SU VISITA A NUESTRO DIARIO.

 

Su madre es fiel al régimen y como toda "chavista" le atribuye los males de su país al "imperio". Por esta circunstancia, en la casa no se hablaba de política para evitar desavenencias y fundamentalmente por respeto a la figura materna.

La falta de medicamentos se cobró dos vidas en la familia de Doris, su padre y su primer esposo. "Mi papá murió hace dos meses, era un médico que vivió toda la vida ayudando a los demás, siempre tenía medicinas de muestra en su auto". Falleció "sufriendo mucho porque no había antibióticos ni calmantes. Él estaba senil, necesitaba unas medicinas para mantenerlo tranquilo. Los cortes de energía lo afectaban mucho, no podía estar a oscuras porque se angustiaba y empezaba a gritar. Era diabético y terminó con llagas en la piel que no curaban. Las tenía por todo el cuerpo y había que limpiarlas, daba alaridos del dolor". Llevarlo al hospital o dejarlo en la casa era igual, ya que en los servicios públicos no iba a recibir atención porque prácticamente "no hay aparatos, no hay personal, no hay médicos ni enfermeras" porque renuncian y se van "buscando una mejor vida".

Precisamente la gente que emigra es la que tiene una formación que le asegura "sobrevivir en otros países", lo que significa para Venezuela la pérdida de profesionales y personal altamente calificado.

Doris destacó que hace dos años, cuando renunció a la universidad en la que trabajaba, se fueron con ella cerca de doscientas personas y la casa de estudios se quedó "sin profesores preparados" y ahora el dictado de clases está a cargo de "gente que se acaba de graduar, entonces la calidad de la enseñanza que tenías antes ya no es la misma". Como profesora universitaria cobraba cerca de 20 dólares que no alcanzaban para mantener a su familia.

Retomando el relato, habló de la muerte del padre de sus dos hijos. "Mi esposo se muere porque no había antibióticos, él tenía un problema de distrofia muscular, pero por lo que se murió es por una muela que se le infectó".

También señaló con dolor que en dos años no ha podido ver a su madre porque tiene vencido el pasaporte. "Es la historia de muchos venezolanos que no podemos volver porque no tenemos garantías de poder salir. En las embajadas no te resuelven el problema, te ponen a esperar". Otro tanto sucede con quienes aún permanecen en el país: "No pueden salir porque no pueden conseguir el pasaporte".

Tampoco puede comunicarse con su mamá porque no tiene teléfono ni internet porque "desde que se robaron los cables de su casa nadie los repuso". El cableado público es permanentemente blanco de los delincuentes que se los roban para vender el alambre de cobre.

La contracara

En nuestra provincia se siente muy cómoda. "Venir acá no fue un gran cambio. La comida, el clima, no son tan diferentes y la gente ha sido maravillosa, no puedo decir que me hayan tratando mal en algún lado. Para mí no ha sido duro, duro ha sido conseguir trabajo por los papeles", comentó. Es que no pudo terminar de validar sus estudios porque el establecimiento donde realizó su formación media fue incendiado durante una protesta y se quemó toda la documentación existente.

También enfatizó que el gobierno de Mauricio Macri "gracias a Dios está flexibilizando mucho los mecanismos para que los venezolanos podamos trabajar", entendiendo que es "muy positivo que se le facilite" a los migrantes legalizar su situación.

Uno de sus hijos llegó hace poco y espera que el otro, que está casado y tiene dos niños, pueda venir a la brevedad.

Una beca

Doris Molero ganó una beca para exponer en la Conferencia Mundial del uso de las tecnologías para la enseñanza de idiomas que se llevará a cabo este año en Concepción, Chile.

Sostuvo que compitió con 36 personas de todas partes del mundo y la seleccionaron para representar a la Argentina. Confirmó que disertará en un coloquio sobre la enseñanza en lugares donde es difícil el acceso a la tecnología.

 

Radicaciones en crecimiento

La llegada de venezolanos creció 140% en 2017, estimándose que ingresaron cerca de 74 por día o 1 cada 20 minutos. Frente a esta circunstancia y por una cuestión humanitaria, el Gobierno nacional dispuso en febrero que se simplifiquen y agilicen los trámites de residencia para facilitar el ingreso de los migrantes.

La Dirección Nacional de Migraciones precisó que en 2015 la cantidad de radicaciones permanentes y temporarias pasó de 2.636 a 5.798, un salto del 120% con respecto a 2014. En los dos años siguientes, 2016 y 2017, se registraron con ascensos del 121 y 142% respectivamente. El récord histórico se registró el año pasado con 31.167 ingresos.

La residencia temporaria tiene una duración de dos años, accesible para cualquier persona, sea proveniente de un país perteneciente al Mercosur o no. Las temporarias en 2017 aumentaron un 139% con respecto a 2016 (de 11.298 a 27.075 casos); mientras que las permanentes crecieron un 162% entre 2016 y 2017 (de 1.561 a 4.092 casos).

Desde 2007 los tres países con mayor cantidad de ciudadanos radicados anualmente en Argentina fueron Paraguay, Bolivia y Perú. Desde 2004 Venezuela se mantuvo en quinto lugar. Sin embargo, en 2016 pasó a ocupar el cuarto lugar con 12.859 radicaciones y en 2017 ascendió al tercer puesto con 31.167.

Se estima que este año podrían venir unos 35 mil, es decir, 30% más que el año pasado.

 

No se compra ni un kilo de queso

En el marco del Día Internacional de los Trabajadores, el presidente venezolano Nicolás Maduro anunció un aumento salarial del 95%. Parece un incremento importante, pero no lo es si se tiene en cuenta que esta medida elevó el salario mínimo a 1 millón de bolívares que, sumado al bono de alimentación, alcanza los 2,55 millones con los que no se puede comprar ni un kilo de queso. Aunque parezca increíble, un kilo de queso en fetas cuesta 2,8 millones de bolívares en un supermercado de una zona de clase media en Caracas. Mientras tanto, una lata de atún de 140 gramos, 1,1 millones; un kilo de pollo con hueso y piel, 1,37 millones; un kilo de papas, 679.995; dos rollos de papel higiénico, 688.000, y una docena de huevos, 526.000 bolívares. Un informe de BBC Mundo precisó que el nuevo salario mínimo en Venezuela al cambio a tasa oficial equivale a US$37,11, pero es de apenas US$3,6 si se considera el cambio paralelo en el mercado negro, el que de hecho fija en la economía real buena parte de los precios. En Bolivia, el salario mínimo es de US$305, en Colombia llega a US$279, en Argentina alcanza los US$465 y en México supone al cambio US$142. Con un salario mínimo se compran 2,3 latas de atún en Venezuela, 93 en Colombia, 101 en Bolivia, 178 en México y 232 en nuestro país.

La inflación en el país caribeño es la más alta del mundo y se especula que este año alcanzará el 15.000% anual.

 

Definiciones

Las cosas se van a poner peor, el oficialismo va a ganar las mega- elecciones, van a cambiar la Constitución para instaurar el modelo cubano y con ello se terminarán las libertades políticas e individuales.

Hay partidos y candidatos que están inhabilitados y los que participan de una u otra manera son cercanos al Gobierno, por eso nadie les cree nada.B

El Gobierno maneja todos los poderes, menos la Asamblea Nacional dominada por la oposición y que surgió con 14 millones de votos. Para desplazarla, inventó la Asamblea Constituyente.

Maneja también el poder electoral, al igual que los medios de comunicación que fue comprando, expropiando o cerrando. Entonces al venezolano le quedó tomar las redes sociales y convertirse en reportero.

El Ministerio de la Felicidad se encarga de hacer buenas pachangas para que Maduro baile cada vez que quiera en la televisión. Mientras hay gente muriéndose y protestando en las calles, el presidente está bailando salsa.

Venezuela está dividida, está partida en pedazos, hay gente fanática de los dos lados. Hay agresiones y esa no es la solución. Venezuela tiene que sanar y remar juntos porque si estamos donde estamos es porque cada quien comenzó a remar para su lado.

 

Arepas, el pan diario

MANJAR. UNA AREPA VENEZOLANA.

Las arepas son para los venezolanos como el mate y el asado para los argentinos.

Son el pan diario que se realiza con una harina precocida llamada PAN, cuyo interior se puede rellenar con verduras, carnes asadas o mechadas, queso, porotos negros, pollo, mariscos, atún.

“Es un alimento completo”, sostuvo Doris Molero al señalar que la harina PAN, que es el principal ingrediente, no se consigue en esta región del país, pero sí en Buenos Aires.

Al hablar de otros platillos de la cocina tradicional, mencionó la hayaca o hallaca que generalmente se prepara en diciembre, para las fiestas de fin de año. Como su elaboración lleva mucho trabajo, se reúne toda la familia a cocinar y mientras lo hace se escucha salsa. Se trata de un guiso que lleva toda clase de verduras, con cerdo o carne de res, pollo o gallina, garbanzos, pasas, que es introducido en un bollo de harina PAN que se envuelve en hojas de plátanos o bijao.

Pero sin duda, las arepas son parte indispensable de la alimentación de los venezolanos junto con la yuca y la tapioca.

Es de esperar que con el tiempo estos ingredientes comiencen a comercializarse en nuestra provincia atendiendo a la demanda de los nuevos residentes.

 

El día a día: crónica de un espanto

Doris Molero describió la situación de Venezuela con ejemplos muy gráficos. Uno entra al país y hay propaganda política del Gobierno en todas partes, con fotos de Chávez y Maduro, los colores rojos dominan el paisaje urbano.

El Banco Central de Venezuela no da más las cifras de inflación y mucho menos de las personas que mueren a diario por falta de medicamentos o en incidentes callejeros. El Gobierno controla el mercado cambiario donde conviven diferentes tipos de dólares.

Todos los días hay apagones, se va la luz por horas. “Compras un litro de leche que te costó conseguirla y mucho dinero porque los precios están por el cielo, se fue la electricidad por varias horas y al otro día ya no te la puedes tomar”. Está tan depreciada la moneda que para comprar un litro de leche se necesita “una bolsa llena de billetes”.

De los cajeros sólo se pueden extraer 10 mil bolívares diarios, pero para llegar de un barrio a donde están los cajeros el transporte público cuesta 5 mil bolívares.

En los supermercados, la mayoría de los estantes están vacíos, se ven algunos productos de limpieza y jabones. Las heladeras están fuera de servicio por los constantes cortes de energía eléctrica. Los panaderos tienen que hacer toda clase de maniobras para conseguir trigo porque en Venezuela no se produce y hay que exportarlo. Hubo una época en las que expropiaron las panaderías, cerraron otras, y en la actualidad el Gobierno indica qué pueden vender y a qué precio. Hay que hacer grandes colas para conseguir no más de diez pancitos.

Las unidades de transporte se han deteriorado, no hay repuestos o cuestan muy caros. Las llantas y el aceite para el motor de los vehículos escasean. “Ha llegado al extremo que vas al supermercado con tu auto, cuando sales te das con que te robaron el aceite o la batería y conseguir una batería es una lotería. Tienes que inscribirte para ver si sale tu nombre ese día y llevar tu auto remolcado o como sea para que te den una. Si no llevas el auto no te la dan.

“La mentalidad de los que están es sálvese quien pueda. Los que no tienen quien los ayude están en las calles como depredadores. Vas caminando y te quitan lo que lleves, sean bolsas de comida, los zapatos, la ropa”.

El Carnet de la Patria

En la visión de los venezolanos residentes en nuestra provincia, el Carnet de la Patria es un documento ideado por el Gobierno venezolano “para controlar la vida” de los ciudadanos. Lo cierto es que para adquirir una caja con productos alimenticios básicos a precios más bajos que en el mercado hay que tener dicha identificación. “Las cajas son como los bolsones de aquí, pero no son gratuitas y hay que tener el Carnet de la Patria para poder comprar”.

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD