El "prócer" de la entidad "merengue" dejó una completa desazón entre los hinchas, simpatizantes, dirigentes, periodistas, allegados y familiares que ayer entre lagrimas le dieron el último adiós. En los pasillos del vestuario que ahora lleva el nombre de su hijo, "Beto" Gurrieri, no retumbará más esa voz grave y sostenida en un tono convincente donde tantos años trabajo. En sí, el Club Zapla fue su "hábitat"; ¿Cuántas generaciones de jugadores?, ¿Cuántas familias?, ¿Cuántos dirigentes, hinchas y todos los del ambiente del fútbol jujeño no se acordarán de "Don Gurri"?. Algunos podrán decir; el que no conoció a Don Esteban no sabe nada de Altos Hornos Zapla. Tantos años, tantas historias y tan querido fué que en Palpalá todos saben que sólo nos dejó físicamente, pero ese espíritu entusiasta brillará por siempre y hasta se lo podrá ver desde una estrella alentar a su "merengue". Don Gurrieri fue una "institución" dentro del mismo Zapla, la reliquia más preciada entre tanta gente que camino ese predio de 8 hectáreas, identificado interiormente y exteriormente por todo su legado familiar. Se fue un gran hombre, muy querido y respetado en la vida y en el ambiente futbolístico. Un ejemplo para todos los deportistas. Un grande por su caballerosidad, atención, amabilidad y honestidad en décadas brindadas al club de sus amores. Estuvo en "la época dorada" y en los "tiempos de vacas flacas", pero nadie olvidará el: "ponete la camiseta por dentro del pantalón...".
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El "prócer" de la entidad "merengue" dejó una completa desazón entre los hinchas, simpatizantes, dirigentes, periodistas, allegados y familiares que ayer entre lagrimas le dieron el último adiós. En los pasillos del vestuario que ahora lleva el nombre de su hijo, "Beto" Gurrieri, no retumbará más esa voz grave y sostenida en un tono convincente donde tantos años trabajo. En sí, el Club Zapla fue su "hábitat"; ¿Cuántas generaciones de jugadores?, ¿Cuántas familias?, ¿Cuántos dirigentes, hinchas y todos los del ambiente del fútbol jujeño no se acordarán de "Don Gurri"?. Algunos podrán decir; el que no conoció a Don Esteban no sabe nada de Altos Hornos Zapla. Tantos años, tantas historias y tan querido fué que en Palpalá todos saben que sólo nos dejó físicamente, pero ese espíritu entusiasta brillará por siempre y hasta se lo podrá ver desde una estrella alentar a su "merengue". Don Gurrieri fue una "institución" dentro del mismo Zapla, la reliquia más preciada entre tanta gente que camino ese predio de 8 hectáreas, identificado interiormente y exteriormente por todo su legado familiar. Se fue un gran hombre, muy querido y respetado en la vida y en el ambiente futbolístico. Un ejemplo para todos los deportistas. Un grande por su caballerosidad, atención, amabilidad y honestidad en décadas brindadas al club de sus amores. Estuvo en "la época dorada" y en los "tiempos de vacas flacas", pero nadie olvidará el: "ponete la camiseta por dentro del pantalón...".