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Elías Abalos haciéndose cargo de una herencia

Domingo, 29 de mayo de 2016 01:30
<div>ELIAS ABALOS / SE LUCIO EN LA CASA DE JUJUY EN EL MARCO DE LA RECORDACION DEL DIA GRANDE DE JUJUY.</div>
Hace unos días retomó la grabación del disco que abandonó hace poco más de cinco años, y lo hizo con el empujón que le dio su primera llegada a Buenos Aires con el proyecto propio. Es que con tocadas en el stand de Jujuy de la Feria Internacional del Libro, otra en la Casa de Jujuy de Buenos Aires en oportunidad de celebrar un nuevo aniversario del Día Grande de Jujuy, otra en una peña y otra en la emblemática Feria de Mataderos, Elías Ábalos volvió de esta experiencia, lleno de felicidad con los aplausos inolvidables de la gente, y muchas ganas de regresar.
Reconoce su herencia, la toma y la engrandece, porque aprendió de su abuelo, el maestro Elías Ábalos, autor de "Vuelvo a Doncellas" una de las cuecas más bailadas y cantadas por todos los rincones jujeños, y de muchas obras más. Y si por si esto fuera poco, tenía tal como el lo define como su "crítico más importante", a su tío, otro grande del bandoneón, Ismael Ábalos. Los dos fallecieron con un año de diferencia, justo por aquellos años que este joven músico había comenzado la grabación de su disco. Estas pérdidas sin dudas frenaron el ánimo y el trabajo, pero ya está de vuelta en los escenarios para transformar la tristeza en homenaje.
Se llama igual que su abuelo, comenzó con la música desde muy chico, hace trece años lo hace en forma profesional, primero con la guitarra y cantando, y en los últimos diez años con el acordeón, a quien asume como protagonista de sus presentaciones, acompañándolo con canto y otros instrumentos.
Elías Ábalos agradeció a la senadora Silvia Giacoppo y al secretario de Cultura Alejandro Aldana, por el apoyo.
Su abuelo y su tío eran maestros del bandoneón, pero él se inclinó por el acordeón. Y así lo explica: "Al acordeón llego por accidente. Yo estudiaba piano, tocaba la guitarra y cantaba. De hecho en mi conjunto yo cantaba con la guitarra. Un año fui a Laborde (festival de la provincia de Córdoba) con un conjunto instrumental, y me preguntaron si me animaba a meter unos acordes en la selección de carnavalitos que habían preparado. Le pregunté a mi tío que todavía estaba vivo si tenía un acordeón para prestarme y me dijo que sí. En ese grupo había viajado también Aldo Valeriano charanguista del grupo Cacharpaya, que vio toda la situación", dice. "Cuando volvemos de Córdoba me voy con los Chemandinga a Purmamarca, y Alomías Lizárraga (músico de la banda) me pidió que hiciéramos algo con el acordeón. Como yo ya tocaba el piano, volqué los acordes al acordeón, además observaba mucho a Fortunato Ramos y me sabía temas de él. Y un lunes antes del carnaval me llaman de Cacharpaya porque no tenían acordeonista para trabajar durante esas fiestas. Fue por el 2005, y comencé así, con ellos".
Después de eso estuvo en un encuentro de instrumentistas en Humahuaca, donde se conoció con José Simón y las Hermanas Simón, que lo invitaron a tocar con ellos. Su camino siguió unos años con esa formación, pero reconoce que "José siempre me estuvo empujando a emprender mi propio proyecto", y así lo hizo.
Está convencido de que "cada instrumento va encontrando a su ejecutor. Mi tío tocaba todos los instrumentos pero se enamoraba más de su bandoneón. A mí me pasa lo mismo con el acordeón. Porque uno no sólo toca con felicidad. Me pasó hace unos días, cuando falleció el querido "Mono Laspiur", de despedirlo en el cementerio, tocando el acordeón, y no fue con alegría sino con mucho amor y mucha nostalgia", explica dando claridad sobre lo que significa que sea "su" instrumento, porque lo acompaña constantemente.
Toca varios instrumentos pero dice que el acordeón es el que más satisfacciones le dio, como ser haber llegado a Italia a tocar para el Papa (junto al proyecto "Gestos de amor" de Memo Vilte), o pisar los escenarios de los festivales de Cosquín y Jesús María como parte de otras formaciones.
Cabe mencionar que además de su proyecto personal, Elías forma parte de las formaciones de Memo Vilte, Los Shelkas y Tomás Lipán.
Su proyecto es particular porque hoy el acordeón es partícipe de la música, muchos grupos lo incluyen como acompañamiento, pero no como protagonista. Ese es el desafío de Elías.
El trabajo discográfico que volvió a poner en marcha se titula "De aquí mismo" como uno de los temas (un bailecito) que incluye en la grabación. Este tema fue grabado y junto al querido Negro Altamirano en este disco.
Dice Elías que este disco es muy importante porque "contiene mis dos momentos el de solista con guitarra y el de acordeón".
Otros de los invitados son José Simón y Las Hermanas Simón.
Por lo pronto ya reingresó al estudio de Pilo Puch, para continuar su emprendimiento.
Mientras tanto, también se prepara para un nuevo viaje a Buenos Aires, en el mes de julio.
Lo acompañaron musicalmente en sus presentaciones en Buenos Aires Andrés Cazón, "El Negro" Ustares, Facundo Barrios, Eliseo Álvarez Prado, Juan Mamaní y Joaquín Medrano.

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Hace unos días retomó la grabación del disco que abandonó hace poco más de cinco años, y lo hizo con el empujón que le dio su primera llegada a Buenos Aires con el proyecto propio. Es que con tocadas en el stand de Jujuy de la Feria Internacional del Libro, otra en la Casa de Jujuy de Buenos Aires en oportunidad de celebrar un nuevo aniversario del Día Grande de Jujuy, otra en una peña y otra en la emblemática Feria de Mataderos, Elías Ábalos volvió de esta experiencia, lleno de felicidad con los aplausos inolvidables de la gente, y muchas ganas de regresar.
Reconoce su herencia, la toma y la engrandece, porque aprendió de su abuelo, el maestro Elías Ábalos, autor de "Vuelvo a Doncellas" una de las cuecas más bailadas y cantadas por todos los rincones jujeños, y de muchas obras más. Y si por si esto fuera poco, tenía tal como el lo define como su "crítico más importante", a su tío, otro grande del bandoneón, Ismael Ábalos. Los dos fallecieron con un año de diferencia, justo por aquellos años que este joven músico había comenzado la grabación de su disco. Estas pérdidas sin dudas frenaron el ánimo y el trabajo, pero ya está de vuelta en los escenarios para transformar la tristeza en homenaje.
Se llama igual que su abuelo, comenzó con la música desde muy chico, hace trece años lo hace en forma profesional, primero con la guitarra y cantando, y en los últimos diez años con el acordeón, a quien asume como protagonista de sus presentaciones, acompañándolo con canto y otros instrumentos.
Elías Ábalos agradeció a la senadora Silvia Giacoppo y al secretario de Cultura Alejandro Aldana, por el apoyo.
Su abuelo y su tío eran maestros del bandoneón, pero él se inclinó por el acordeón. Y así lo explica: "Al acordeón llego por accidente. Yo estudiaba piano, tocaba la guitarra y cantaba. De hecho en mi conjunto yo cantaba con la guitarra. Un año fui a Laborde (festival de la provincia de Córdoba) con un conjunto instrumental, y me preguntaron si me animaba a meter unos acordes en la selección de carnavalitos que habían preparado. Le pregunté a mi tío que todavía estaba vivo si tenía un acordeón para prestarme y me dijo que sí. En ese grupo había viajado también Aldo Valeriano charanguista del grupo Cacharpaya, que vio toda la situación", dice. "Cuando volvemos de Córdoba me voy con los Chemandinga a Purmamarca, y Alomías Lizárraga (músico de la banda) me pidió que hiciéramos algo con el acordeón. Como yo ya tocaba el piano, volqué los acordes al acordeón, además observaba mucho a Fortunato Ramos y me sabía temas de él. Y un lunes antes del carnaval me llaman de Cacharpaya porque no tenían acordeonista para trabajar durante esas fiestas. Fue por el 2005, y comencé así, con ellos".
Después de eso estuvo en un encuentro de instrumentistas en Humahuaca, donde se conoció con José Simón y las Hermanas Simón, que lo invitaron a tocar con ellos. Su camino siguió unos años con esa formación, pero reconoce que "José siempre me estuvo empujando a emprender mi propio proyecto", y así lo hizo.
Está convencido de que "cada instrumento va encontrando a su ejecutor. Mi tío tocaba todos los instrumentos pero se enamoraba más de su bandoneón. A mí me pasa lo mismo con el acordeón. Porque uno no sólo toca con felicidad. Me pasó hace unos días, cuando falleció el querido "Mono Laspiur", de despedirlo en el cementerio, tocando el acordeón, y no fue con alegría sino con mucho amor y mucha nostalgia", explica dando claridad sobre lo que significa que sea "su" instrumento, porque lo acompaña constantemente.
Toca varios instrumentos pero dice que el acordeón es el que más satisfacciones le dio, como ser haber llegado a Italia a tocar para el Papa (junto al proyecto "Gestos de amor" de Memo Vilte), o pisar los escenarios de los festivales de Cosquín y Jesús María como parte de otras formaciones.
Cabe mencionar que además de su proyecto personal, Elías forma parte de las formaciones de Memo Vilte, Los Shelkas y Tomás Lipán.
Su proyecto es particular porque hoy el acordeón es partícipe de la música, muchos grupos lo incluyen como acompañamiento, pero no como protagonista. Ese es el desafío de Elías.
El trabajo discográfico que volvió a poner en marcha se titula "De aquí mismo" como uno de los temas (un bailecito) que incluye en la grabación. Este tema fue grabado y junto al querido Negro Altamirano en este disco.
Dice Elías que este disco es muy importante porque "contiene mis dos momentos el de solista con guitarra y el de acordeón".
Otros de los invitados son José Simón y Las Hermanas Simón.
Por lo pronto ya reingresó al estudio de Pilo Puch, para continuar su emprendimiento.
Mientras tanto, también se prepara para un nuevo viaje a Buenos Aires, en el mes de julio.
Lo acompañaron musicalmente en sus presentaciones en Buenos Aires Andrés Cazón, "El Negro" Ustares, Facundo Barrios, Eliseo Álvarez Prado, Juan Mamaní y Joaquín Medrano.

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