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25 de Junio,  Jujuy, Argentina
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La visita a Filipinas

Jueves, 15 de enero de 2015 00:00
La visita del papa Francisco a Filipinas es un dolor de cabeza para los servicios de seguridad que se preparan para cualquier eventualidad, desde una avalancha hasta un atentado islamista.
Más de 40.000 soldados y policías serán desplegados durante cinco días a partir de hoy jueves para garantizar la seguridad del pontífice argentino en este archipiélago de mayoría católica donde dos de sus predecesores sufrieron intentos de asesinato.
"Este año será nuestra mayor pesadilla en cuestión de seguridad", comentó el jefe del ejército filipino, el general Gregorio Catapang, preparando a sus tropas.
La principal preocupación de las autoridades es la gestión de muchedumbres.
Se calcula que hasta seis millones de personas podrían asistir a la misa del domingo en Manila. Cientos de miles de personas deberían seguir también los recorridos del papa por las calles de la capital.
Otro momento delicado será la visita prevista a la región devastada por un tifón en 2013.
El presidente Benigno Aquino ha suplicado a los filipinos que mantengan la calma y eviten crear avalanchas que pongan en peligro la seguridad del papa. "Se lo pido. ¿Quieren que ocurra una tragedia en Filipinas en la que esté implicado el Papa y quede para la historia?", preguntó públicamente.

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La visita del papa Francisco a Filipinas es un dolor de cabeza para los servicios de seguridad que se preparan para cualquier eventualidad, desde una avalancha hasta un atentado islamista.
Más de 40.000 soldados y policías serán desplegados durante cinco días a partir de hoy jueves para garantizar la seguridad del pontífice argentino en este archipiélago de mayoría católica donde dos de sus predecesores sufrieron intentos de asesinato.
"Este año será nuestra mayor pesadilla en cuestión de seguridad", comentó el jefe del ejército filipino, el general Gregorio Catapang, preparando a sus tropas.
La principal preocupación de las autoridades es la gestión de muchedumbres.
Se calcula que hasta seis millones de personas podrían asistir a la misa del domingo en Manila. Cientos de miles de personas deberían seguir también los recorridos del papa por las calles de la capital.
Otro momento delicado será la visita prevista a la región devastada por un tifón en 2013.
El presidente Benigno Aquino ha suplicado a los filipinos que mantengan la calma y eviten crear avalanchas que pongan en peligro la seguridad del papa. "Se lo pido. ¿Quieren que ocurra una tragedia en Filipinas en la que esté implicado el Papa y quede para la historia?", preguntó públicamente.

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