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25 de Junio,  Jujuy, Argentina
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El Polo Obrero usó una empresa ficticia para justificar fondos del programa Potenciar Trabajo.

Así lo determinó la justicia luego de una investigación conjunta con la AFIP.

Jueves, 12 de septiembre de 2024 10:00

La AFIP le informó al juzgado de Casanello que Ediciones e Impresiones Rumbos es una firma apócrifa desde el 1 de octubre de 2021. El PO presentó facturas de esta compañía por más de $30 millones. Belliboni había dicho que era una compañía “reconocida”.

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La AFIP le informó al juzgado de Casanello que Ediciones e Impresiones Rumbos es una firma apócrifa desde el 1 de octubre de 2021. El PO presentó facturas de esta compañía por más de $30 millones. Belliboni había dicho que era una compañía “reconocida”.

“Se asentó falsamente la compra de productos para justificar los desembolsos realizados”, aseguró el juez federal Sebastián Casanallo en el procesamiento contra Belliboni y otros dirigentes piqueteros a finales de julio pasado. La Justicia determinó que el Polo Obrero -y la Cooperativa El Resplandor Limitado- desviaron $31 millones de los fondos del Potenciar Trabajo a la imprenta Rumbos, que es una empresa muy ligada al PO: fue fundada en 2017 por Christian “El Colo” Rath, un exdirigente del partido que murió en 2018, y Roberto Adrián Albornoz, otro de los integrantes de la organización involucrados en la maniobra.

Belliboni fue procesado por administración fraudulenta contra el Estado Nacional.

Ahora la Justicia sumó un nuevo elemento: a las sospechas de facturas truchas, se agrega que la AFIP informó que Rumbos entró al registro de firmas apócrifas en el décimo mes de 2021. A los investigadores les llamó la atención varios detalles de los recibos presentados: desde que muchas son por números redondos, algo extraño si se tiene en cuenta que al facturar el IVA la cifra final suele quedar impar como que la imprenta Rumbos emitió 25 facturas en un solo día, todas por el mismo valor aunque por conceptos diferentes. Es decir, costaba lo mismo la impresión de papel que un kit de seguridad.

Para la Justicia, Rumbos se usó para “simular gastos computados al programa”, entre estos la supuesta compra de bienes como materiales, indumentaria o insumos, además de maquinaria. Los investigadores determinaron que la maniobra tenía como objetivo “ocultar, de tal modo, el desvío” de dinero. Es más, en el procesamiento el juez Casanello aclaró que la AFIP aún no había confirmado su condición de apócrifa, lo que ocurrió en estos días.

Incluso se detectaron facturas por “transporte de mercadería”, algo que no consta entre las actividades que supuestamente realizaba la imprenta Rumbos, que tiene domicilio fiscal en Bartolomé Mitre 2162, que es en rigor la sede oficial del Partido Obrero.

Una de las facturas de Rumbos, con fecha noviembre de 2021, detalla un pago por un total de $400.000 en concepto de “impresiones varias”. Lleva las firmas de Eduardo Belliboni, líder del Polo Obrero, y Mariano Centanni, tesorero de la organización.

Según el procesamiento de Casanello, esta empresa se usó para financiar al Partido Obrero, ya que se comprobaron aportes electorales por $18 millones y además la contratación de la empresa de publicidad Makosen SRL para que haga trabajos de campaña para ese espacio político. Es decir, la plata del Potenciar Trabajo, que se debía destinar a los beneficiarios del programa, fue a parar al financiamiento de las actividades partidarias de la organización. “Lo público se confundió con lo privado”, fue una de las frases más salientes de la resolución de Casanello.

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