°
22 de Agosto,  Jujuy, Argentina
PUBLICIDAD

"El turismo del vino ya es una actividad con finalidad propia"

Jujuy crece como polo de enoturismo nacional gracias a sus viñedos de altura. Desde la Corporación Vitivinícola Argentina, que trabaja en la trazabilidad y sostenibilidad del turismo del vino, destacan el potencial. Con casi 500 bodegas abiertas al turismo en todo el país y un crecimiento exponencial en los últimos 25 años, destacan que la Quebrada se suma y se perfila como un nuevo eje estratégico para el turismo. 
Miércoles, 20 de agosto de 2025 01:00

Visitó Jujuy para la presentación del nuevo Centro de Desarrollo Vitivinícola de Jujuy y de una Red agroclimática provincial. Destacó el avance del enoturismo con polos en todo el país, por lo que consideró que Jujuy tiene un gran potencial que ve en avance. Detalló el rol pionero del Coviar al crear programa de trazabilidad vitivinícola y guía sostenible del turismo del vino etc.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Visitó Jujuy para la presentación del nuevo Centro de Desarrollo Vitivinícola de Jujuy y de una Red agroclimática provincial. Destacó el avance del enoturismo con polos en todo el país, por lo que consideró que Jujuy tiene un gran potencial que ve en avance. Detalló el rol pionero del Coviar al crear programa de trazabilidad vitivinícola y guía sostenible del turismo del vino etc.

Está trabajando en el tema del turismo y vino, el enoturismo ¿Cómo avanza este desarrollo?

-Exactamente, dentro de los ejes estratégicos que tiene el Plan estratégico vitivinícola 2030, uno de los ejes es el turismo del vino y en este caso soy el director de la Coviar encargado del turismo del vino. Así que bueno, creo que muy contentos con lo que estamos viviendo acá en Jujuy. Creo que es el mejor ejemplo de cómo un oasis a partir del potencial vitivinícola que tiene apalancándose en el turismo que hoy recibe puede generar realmente una ola o una nueva matriz productiva dentro de lo que es el Valle de la Quebrada y en todo Jujuy. Así que realmente nosotros muy contentos de poder ver y de poder trabajar en conjunto con todas las entidades y con el gobierno de Jujuy.

Dentro de este desarrollo de turismo y vino, ¿cómo trabajan?

-Una de las cosas más importante que ha trabajado la Corporación vitivinícola es un programa de trazabilidad vitivinícola, una guía sostenible de turismo del vino. En Argentina fuimos la primera guía sostenible de turismo del vino y una de las tres primeras a nivel mundial. Luego trabajamos en capacitación en distintos oasis vitivinícolas, que hoy llamamos Hospitality a través de la interacción entre el equipo de la Corporación Vitivinícola y los distintos oasis vItivinícolas. Este año estamos armando el quinto congreso o jornada nacional de turismo del vino que se va a realizar en la provincia de Córdoba y unas jornadas regionales en Entre Ríos. El primer congreso se realizó en San Juan, el segundo en Salta y esperemos en algún momento venir a Jujuy. El objetivo es arrimar a todos los actores interesados en trabajar en el turismo del vino o en el eno-gastroturismo, como le decimos. Brindamos Información, capacitaciones y vivencias desde el 2011 en que se armó el programa nacional de marketing Argentina, Tierra de Vino junto con el antiguo Ministerio de Turismo de la de la Nación.

¿Cuántos polos de desarrollo vitivinícola y turístico están funcionando en Argentina?

Hoy tenemos ya 18 provincias en la Argentina que tiene vitivinicultura, 17 con bodegas y en cada una de esas provincias tenemos dos y tres polos, en Mendoza tenemos cinco polos vitivinícolas, en Alvear, San Rafael, Valle de Uco, este mendocino y Mendoza centro. En San Juan hay un polo, Catamarca dos, en Tucumán, Salta con el famoso Cafayate. En Neuquén tenemos otro polo, Chubut, La Pampa tiene dos sectores, uno la Pampa norte y uno el sur sobre el límite con Río Negro y Neuquén y Entre Ríos, Victoria que tiene desarrollos de viñedos y de bodega. O sea la vitivinicultura ha crecido de la mano del turismo de manera exponencial en los últimos 25 años. En el año 2000 teníamos apenas 20 bodegas que abrían a turismo, hoy tenemos entre bodegas y establecimientos rurales casi 480 que abren las puertas al turista argentino y al turismo internacional. Entonces, lo que ha crecido en 25 años, estamos hablando de multiplicarlo por 20.

¿Y en financiamiento con la situación de Argentina, hay posibilidades de desarrollo para otros sectores que están incipientes o tienen que apelar a fondos internacionales?

-En un momento tuvimos financiamiento de la Nación el 2023 que obtuvimos 600 millones de pesos, en ese momento como ANR (Aporte no reembolsable) para aquellas bodegas con proyectos no turísticos, entraban desde bodegas muy pequeñas hasta grandes. Siempre trabajamos en conjunto con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Banco Mundial y CFI para la generación de créditos y de subsidios también aplicable a turismo del vino. Hemos realizado muchos programas, uno fue Vitivinicultura 4.0 donde a pequeños viticultores que querían dar el paso y transformarse en trabajadores artesanales, apostando a la recepción de turismo. Le logramos conseguir una línea de créditos y de subsidio a través del Banco Interamericano de Desarrollo. En estos últimos años hemos tenido desde la nación un recorte de presupuesto, de ayuda y a nivel nacional seguimos generándolos, como hablamos hoy con la gente de Bodegas de la Quebrada. El hecho de que participen de manera activa en la Corporación Vitivinícola les va a permitir estar informado de todas estas líneas que se van obteniendo e inclusive proponer que necesitan y a partir de ahí la Cooperación Vitivinícola gestionaremos lo que podamos obtener para poder apoyar el crecimiento de esta actividad.

¿Y dentro de este crecimiento exponencial con respecto al turismo quiénes son los mayores consumidores de los vinos argentinos, incluye el turismo extranjero?

-Sí, por supuesto, todo depende de los oasis. También ahí tenemos una segmentación muy marcada, un oasis como Córdoba, como San Rafael en el sur de Mendoza con una impronta nacional muy fuerte, casi el 99%. Y luego tenemos otros oasis como el Valle de Uco, Mendoza o Cafayate en Salta, donde ya vemos una presencia internacional fuerte. En los últimos años ha pasado que por la diferencia de cambio en Argentina, por la devaluación en Brasil, ha mermado este turismo internacional que era muy fuerte y realmente venía en busca del famoso Malbec, la montaña, la nieve, nuestras costumbres argentinas que les gusta tanto. Hoy eso mermó pero hay que seguir haciendo hincapié en el turismo argentino, que realmente está muy ávido, curioso y le gusta mucho disfrutar de esta oportunidad que le dan las provincias de no solamente visitar bodegas, sino pernoctar en una bodega, almorzar, cenar y actividades, andar a caballo, podar, andar en globo. O sea, ya el turismo del vino no es un mero complemento, de por sí ya es un turismo con una finalidad propia. Hoy tenemos muchos oasis de turismo con vino y turismo de vino. Ya hay lugares donde puntualmente van los visitantes a disfrutar de todo lo relacionado con la enología, la vitivinicultura. Eso tiene un crecimiento que aún no hemos encontrado el techo. El turismo del vino ha sido la estrella de las actividades turísticas en Argentina y vemos cómo se sigue consolidando, creciendo, sobre todo con la aparición de Oasis como acá en Jujuy, en la Quebrada de Humahuaca, que realmente es algo precioso y realmente valioso.

¿Tiene mucho potencial entonces Jujuy?

-Sí, a nosotros nos alegra mucho porque creo que los vinos de altura y todos estos oasis del norte argentino todavía no han llegado, como decimos siempre, al techo lo que pueden ofrecer.

 

Temas de la nota

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD