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24 de Agosto,  Jujuy, Argentina
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Se cumplen 25 días del caso más espeluznante de la provincia

La Justicia agravó la situación procesal de Matías Jurado, por alevosía, ensañamiento y premeditación. No descartan que pueda ser acusado de al menos cinco crímenes que tendrían la misma metodología.
Domingo, 24 de agosto de 2025 01:21
ESCENARIO | UNA DE LAS HABITACIONES DE “LA CASA DEL HORROR” DE ALTO COMEDERO

La Justicia jujeña lleva adelante la investigación de uno de los casos más impactantes y perturbadores de la historia criminal, no solo de la provincia, sino también del país y con los elementos de prueba que fueron incorporados al expediente, la primera hipótesis es que investigan a un asesino serial, que no solo planeaba el modo de captar a sus víctimas, sino que las descuartizaba y se deshizo de la mayoría de esos restos.

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La Justicia jujeña lleva adelante la investigación de uno de los casos más impactantes y perturbadores de la historia criminal, no solo de la provincia, sino también del país y con los elementos de prueba que fueron incorporados al expediente, la primera hipótesis es que investigan a un asesino serial, que no solo planeaba el modo de captar a sus víctimas, sino que las descuartizaba y se deshizo de la mayoría de esos restos.

Si bien la investigación lleva apenas 25 días, desde el jueves 31 de julio que el juez de Control y Garantías dio lugar al registro domiciliario para establecer el paradero de un hombre de 68 años, identificado como Jorge Omar Anachuri, que había sido captado por las cámaras de seguridad del Centro de Monitoreo abordando un remis junto a un hombre, relativamente joven y amable, desde una plazoleta ubicada detrás de Radio Nacional del barrio Mariano Moreno de la capital jujeña.

Los investigadores llegaron a una vivienda ubicada entre las calles Fraile Pintado y Las Rosas de Alto Comedero, luego del aporte del remisero que los trasladó, quien oportunamente había sido citado a declarar, tras quedar en los registros de las cámaras.

Los efectivos que llegaron al lugar se dieron con un terrible cuadro, un hombre intentando darse a la fuga, un adolescente totalmente conmocionado y una escena aterradora, manchas de sangre por todos lados, tachos con restos nauseabundos y una montaña de prendas de vestir de distintos colores y tamaños.

"Mi tío hace cosas malas, mata personas y las descuartiza" les había dicho un adolescente de nombre Isaías a los policías, mientras observaba como Matías Jurado era esposado y trasladado a la sede policial.

Los dichos del joven fueron ratificados en Cámara Gesell y desde allí se inició de forma casi inmediata la investigación penal preparatoria, donde se solicitó la prisión preventiva de Matías Jurado (37) y el traslado a la Unidad Penal Nº 1 del barrio Gorriti, donde quedó alojado en el pabellón Nº 4, sector de máxima seguridad.

Con el correr de los días, los investigadores confirmaron que algunos de los restos biológicos hallados dentro de la vivienda y analizados en el laboratorio forense, son compatibles genéticamente con dos hombres que fueron denunciados como desaparecidos, el de Jorge Anachuri (desaparecido el 25 de julio) y de un joven identificado como Sergio Sosa (25), quien faltaba de su hogar desde el 4 de julio.

Sosa había sido captado por Jurado en inmediaciones del Club Lavalle, donde le habría ofrecido dinero a cambio de una "changuita" que debía realizar en su casa.

La Justicia también investiga si de los restos que fueron hallados, algunos son genéticamente compatibles con otras tres personas también denunciadas como desaparecidas, por ejemplo, un hombre de apellido Ponce quien falta de su hogar desde el 10 de abril, otro de apellido González desaparecido desde el 11 de junio y una tercera de apellido Quispe, buscado desde el 24 de junio.

El teléfono de González se activó por última vez cerca de la casa de Jurado, el mismo día de su desaparición.

El procurador general del Ministerio Público de la Acusación, oportunamente había manifestado que no descartan que Matías Jurado podría estar involucrado en cinco o más crímenes y esta hipótesis se refuerza con los dichos del adolescente sobrino del imputado, quien manifestó que en enero le había contado a una tía que "Matías había matado a otro". Teniendo en cuenta que estas cinco personas denunciadas como desaparecidas, corresponden a partir del mes de abril.

Días atrás arribó a nuestro provincia el Equipo Argentino de Antropología Forense (Eaaf), el Cuerpo de Investigación Forense (CIF) de Salta, quienes trabajaron en el interior de la viviendas de Matías Jurado, en lugares específicamente marcados por perros adiestrados para rastrillajes, traídos de la provincia de Catamarca y estudiados a través de georradar, que analiza sectores removidos en los últimos meses.

Matías Jurado actuó “sobre seguro”

Matías Emilio “el Gringo” Jurado tiene 37 años y desde los 15 tiene problemas con la Justicia. Junto a un grupo de adolescentes estuvo involucrado en un crimen ocurrido en abril de 2004, “homicidio agravado por el número de participantes” y tres meses después fue liberado y puesto al resguardo de su madre. Sobre el hombre además pesan tres condenas por robo, uso de arma y amenazas que las cumplió en el 2021, además de tres denuncias por violencia de género, otras 17 por disturbios en la vía pública, portación de armas, amenazas coactivas, entre otras.

La última vez que fue detenido, fue el 29 de octubre del año pasado, luego de ser sorprendido robando en el barrio Carlos Alvarado de la localidad de Lozano y los efectivos los salvaron de un grupo de vecinos que intentaron lincharlo. Jurado fue liberado 14 días después. Los investigadores sostienen que están en frente de un homicida múltiple, hasta el momento acusado de ser el responsable de la desaparición y asesinato de al menos dos personas, es por eso que la calificación legal que pesa sobre él es “homicidio agravado por ensañamiento, alevosía, premeditación (dos hechos)”.

Siguen pistas firmes que el hombre actuó “sobre seguro”, es decir que se aprovecó de la vulnerabilidad de sus víctimas y de las circunstancias que le aseguraron el éxito de su acción ilícita, eliminando los riesgos derivados de una posible defensa por parte de ellas. Sin embargo, Matías Jurado le hizo saber al fiscal regional Guillermo Beller y a los celadores del Servicio Penitenciario donde está alojado que “tiene miedo”, que no quiere mantener contacto con los otros internos y que colaboraría con la investigación, a cambio de sentirse seguro.

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