La Marcha Evocativa de Éxodo Jujeño cumplió 70 años, y es importante destacar que en la recreación histórica han participado tanto hombres como mujeres.
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La Marcha Evocativa de Éxodo Jujeño cumplió 70 años, y es importante destacar que en la recreación histórica han participado tanto hombres como mujeres.
Para concretarla, es esencial la intervención de mujeres pero lamentablemente son pocos nombres los que quedaron registrados de las primeras marchas. Sí podemos mencionar a doña Emérita Salgado de López, quien según testimonios aseguran que a fines de los años 50, transmitió la inquietud a miembros de la entonces Federación Gaucha Jujeña (hoy Asociación Gaucha Jujeña "Éxodo Jujeño").
También se menciona a la profesora de artes Berta Garnier. Ella plasmó en un lienzo de grandes magnitudes la Bandera de la Libertad Civil que don Burgos Carenzo llevaba en la carreta insignia tirada por bueyes, preludiando al resto de la caravana.
Ante esto, considero necesario convocar a la memoria de las mujeres jujeñas para revalorizar su valioso aporte a la concreción de esta sentida conmemoración.
Faviola Soruco, 55 años, Río Blanco
“Comencé acompañando a mi pareja a caballo”. Vino la boda y luego los hijos, y su responsabilidad se volcó en la preparación de los niños. Lleva más de 35 años participando. “Mi entusiasmo era enorme, siempre buscando las prendas y que se note que hay cuidado en la preparación, para que fueran representativos. Nada de jeans. Es vestimenta gaucha o con prendas de coya. Cuando ellos eran chicos, yo iba más acompañando”. Ahora sus hijos crecieron, ella junto a sus amigas pasan a pie vestidas de lecheras o de coyitas.
Ivana Burgos, 45 años, Los Blancos
“Es una fecha muy esperada, recuerdo los relatos de mi abuela y mis tíos de manera que nos hacían sentir y aun siento una emoción. Así como la tomé, les transmito a mis hijos desde muy pequeños, y que lo hacen todos los años con mucho respeto ya sea a caballo o caminando. Si van a caballo, hay que bajarlos del campo, herrarlos, preparar las monturas. También preparar para que salgan con las vestimentas típicas de la época, todos con ponchos, hasta las alforjas pasan llenas y llevamos incluso la lechera de la abuela”.
Brenda Candeloro, 39 años, Río Blanco
Su papá tiene una jardinera donde van los niños. Ella participa desde los 4 años, pero después comenzó a pasar a caballo, junto a su hermano y amigos de Río Blanco y de la agrupación gaucha “El Arenal”. “El año pasado fue muy especial. Fue la primera vez que pasé caminando porque estaba embarazada. Fuimos con amigas todas con prendas de la época”. Ahora con su bebé en brazos, no será la excepción. “La tradición es un legado importante y a los hijos hay que hacerlos partícipes de nuestra historia desde pequeños”.
Mónica Gudiño, 57 años, La Viña
“Siempre fui caminando. La única vez que pasé a caballo fue como ‘flor del pago’ del Centro Gaucho Tradición. Para ir a la Marcha con tiempo, nos preparamos desde el atuendo con cosas de la época, nunca algo fuera de lugar. Si usábamos un carro, lo forrábamos y cubríamos con cuero para llevar a los más chiquitos de la familia”. Llevaban caja, erque, quena, ollas, lechera y cobertores de la cama, y algun animal de corral. Marchó desde que era niña, y ahora acompaña a los nietos. “Transmitiendo todo el amor por nuestra tierra”.