Tener conciencia de la vida del otro y empatía por ayudar es lo que proponen técnicas especiales que pueden salvar la vida de otra persona.
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Tener conciencia de la vida del otro y empatía por ayudar es lo que proponen técnicas especiales que pueden salvar la vida de otra persona.
Es el caso de la reanimación cardiopulmonar - RCP. Esta acción es fundamental para que, en momentos de emergencia, el respeto por la vida se vea reflejado en los primeros auxilios correctos a fin de resguardar los signos vitales de la persona afectada. Este conjunto de maniobras se efectúa con el objeto de asegurar la oxigenación de los órganos cuando la circulación de la sangre de una persona se detiene, independientemente de la causa del paro cardiorrespiratorio. Es por ello que aquí en Jujuy, la instructora Liliana Alejandra Torres tiene como proyecto salvar vidas a través del taller en el que enseña teoría y práctica donde aporta conocimientos y pasos a seguir en circunstancias difíciles.
“Es una cadena de supervivencia, que se trata de estar seguros en el momento y de accionar con los conocimientos previos; activar el sistema de emergencias”, expresó Torres sobre la técnica que considera, tiene que ser más expuesta en la comunidad. Es que la RCP es un saber indispensable para solidarizarse ya que en un suceso repentino, puede ocurrir todo y sólo en minutos se debe actuar con seguridad. “En lo personal, me entró a preocupar que haya gente que no pueda socorrer a otras que lo necesitan con urgencia y desde 2015 empecé a asesorarme en seminarios con el Same y en Tucumán”, explicó.
Durante tres meses se formó junto a otros instructores para estar lista y entrenar a más interesados en la temática. Así fue actualizando sus conocimientos para promover la calidad de vida desde la seguridad. “Me pasó de ver a un hombre que estaba coqueando y venía con su esposa por la calle. De repente, tuvo una obstrucción en la vía aérea y se broncoaspiró con las hojas de coca, tenía morada la piel y su esposa estaba desesperada”, comentó. “Un chico lo golpeaba y me acerqué, le practiqué RCP y pudo tirar la coca”, aseguró. En una situación crítica, tres o cuatro minutos son fundamentales para salvar a otra persona.
“Hay que estar preparado para vivir ese instante y no dejarse llevar por los nervios porque son segundos que separan la vida de la muerte”, detalló. Es que se tiene que tener en cuenta si le pasa el aire, si es un síncope, si es por asma o un preinfarto; son muchos los motivos por el que el corazón deja de funcionar. Y en las manos de una persona está la vida de otra.
“La RCP es una maniobra que está destinada para todos los grupos etarios. Los niños aprenden mejor a incentivar y a aprender con entusiasmo. En España y otros países ellos son los principales en conocer la técnica”, destacó. En la actualidad, cuesta que la gente tome conciencia de aprender la técnica, porque un episodio así puede pasarle a cualquier persona. “Le diría a la comunidad que hace falta dar a conocer esta técnica para que entre todos nos ayudemos y salvemos vidas”, indicó Torres.