Y llegó nomás el carnaval, tanto se los esperaba que el diablito carnavalero ya está haciendo de las suyas en Humahuaca, donde no entra ni un alfiler por la gran cantidad de carnavaleros que llegaron desde diferentes lugares del país para participar en esta festividad que revoluciona la cotidianeidad de los norteños.
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Y llegó nomás el carnaval, tanto se los esperaba que el diablito carnavalero ya está haciendo de las suyas en Humahuaca, donde no entra ni un alfiler por la gran cantidad de carnavaleros que llegaron desde diferentes lugares del país para participar en esta festividad que revoluciona la cotidianeidad de los norteños.
Vivencias inolvidables y hasta por momentos emotivas se afrontan a escasas horas de recibir al carnaval en medio de acontecimientos únicos y de alegría incontrolable, que es al fin lo que se viene a buscar en este festejo popular.
Después de finalizado el Encuentro de Instrumentistas pasadas las 3 de ayer, los festejos continuaron el resto de la madrugada y cuando comenzaba a aclarar la "ciudad histórica" presentaba una cara típicamente carnestolenda.
Pasó rápido la mañana que a las 10 en la Iglesia Catedral el párroco David Bazán, en el atrio del templo, se ocupó de bendecir las banderas, disfraces, instrumentos y el resto del arsenal carnavalero, para que la semana que viene la diversión se desarrolle sin males.
Prácticamente la mayoría de las instituciones carnestolendas acudieron para recibir la bendición, y una vez cumplida la ceremonia religiosa, los bastoneros se dirigieron hacia la explanada del Monumento a la Independencia sobre calle Buenos Aires, donde la intendente Karina Paniagua realizaba ya a esa hora (prácticamente antes del mediodía) la primera invitación y se iba a producir el "topamiento de banderas".
El tanque de saratoga que preparó el municipio para invitar a los carnavaleros fue insuficiente. Es que el intenso calor obligaba a los carnavaleros a hidratarse y en poco tiempo terminaron la bebida, como también el talco, papel picado, serpentina y espuma que repartió entre los jóvenes que festejaban alegremente no sólo el carnaval, sino también por estar en Humahuaca.
Yajua, el conjunto musical sensación del carnaval humahuaqueño, musicalizó la primera invitación, haciendo bailar a los miles de carnavaleros que coparon las calles, plazas, restaurantes, almacenes, campings y todo lugar donde pudieron establecerse para esperar el desentierro del momo que comenzó recién pasadas las 16.
Eran cerca de las 14 cuando finalizó el espectáculo musical, por lo que los carnavaleros se dispusieron a almorzar en las diferentes comparsas y esperar el desentierro del diablito que se prolongó hasta el anochecer y hoy desde el mediodía, estará en las calles del pueblo, contagiando de alegría a vecinos, mientras cumple con las invitaciones de los simpatizantes de las diferentes comparsas.