El director de Recursos Hídricos, Guillermo Sadir, se refirió al impacto de las intensas precipitaciones registradas durante la noche del jueves. Aseguró que la cantidad de agua caída fue variable, con registros de aproximadamente 80 milímetros en la zona de Yala y León, mientras que en Perico y los Valles se registraron en promedio 70 milímetros.
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El director de Recursos Hídricos, Guillermo Sadir, se refirió al impacto de las intensas precipitaciones registradas durante la noche del jueves. Aseguró que la cantidad de agua caída fue variable, con registros de aproximadamente 80 milímetros en la zona de Yala y León, mientras que en Perico y los Valles se registraron en promedio 70 milímetros.
No obstante, señaló que la alerta amarilla fue emitida con retraso. Sin embargo, advirtió que en ciertos sectores asentados en zonas de riesgo pueden generarse emergencias debido a las crecidas.
En ese sentido, sostuvo que el organismo ha venido trabajando durante los últimos diez años en la sistematización de los ríos en toda la provincia. "Durante la temporada de lluvias, el río recarga, cambia su cauce, desborda y genera desajustes. Luego, debemos intervenir para estabilizarlo de cara a la próxima temporada", dijo.
Sadir también resaltó la importancia de la previsión meteorológica y señaló que ya se anticipó que la semana del 13 o 14 de febrero será de alerta amarilla. Por ello, recomendó evitar desplazarse a zonas de desastre natural en esos días de altas temperaturas y posibles tormentas.
En cuanto a las lluvias de semanas anteriores, que generaron evacuaciones y obligaron a activar protocolos de emergencia, explicó que se realizaron intervenciones en el río Grande para reforzar las defensas. "Mantuvimos reuniones con las familias asentadas en zonas de riesgo sobre la defensa y comprendieron la situación", afirmó.
Además, entre aquel episodio y las precipitaciones recientes, el organismo dispuso de diez días para intervenir con maquinaria pesada. Se ejecutaron trabajos para desviar el cauce y se construyó una defensa de más de 500 metros cúbicos, con el objetivo de reducir el riesgo de desbordes y proteger a la comunidad.
Explicó que la situación es la esperada para esta época del año y destacó el aspecto positivo de estas lluvias, ya que permiten la saturación de las cuencas y la recarga de los sistemas hídricos, asegurando el recurso.