Argentina perdió ayer con el poderoso seleccionado inglés por 1 a 0 en la ciudad de Le Havre y jugará todas sus chances de permanecer en el Mundial Femenino Francia 2019 ante Escocia, en la última fecha del Grupo D. Pese a la enorme actuación de su arquera Vanina Correa, que tapó un penal en el primer tiempo, Inglaterra pudo asegurar la victoria a través de la centrodelantera Jodie Taylor a los 16 minutos de la parte final.
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Argentina perdió ayer con el poderoso seleccionado inglés por 1 a 0 en la ciudad de Le Havre y jugará todas sus chances de permanecer en el Mundial Femenino Francia 2019 ante Escocia, en la última fecha del Grupo D. Pese a la enorme actuación de su arquera Vanina Correa, que tapó un penal en el primer tiempo, Inglaterra pudo asegurar la victoria a través de la centrodelantera Jodie Taylor a los 16 minutos de la parte final.
Con esta derrota, Argentina quedó en el tercer puesto del grupo con un punto, detrás de las inglesas (6) y Japón (4), y el miércoles próximo deberá ganarle a Escocia (0) en París para conservar sus chances de lograr una histórica clasificación a la ronda final.
A esa instancia accederán los dos primeros equipos de las seis zonas y los cuatro mejores terceros, grupo en el que transitoriamente se encuentra el equipo "albiceleste", aunque para permanecer allí al cabo de esta segunda fecha deberá esperar que pierdan Camerún y Chile ante Holanda y el vigente campeón, Estados Unidos, respectivamente
Al igual que en su debut ante el subcampeón Japón, el seleccionado argentino cumplió una meritoria actuación frente a un rival que fue tercero en la pasada Copa del Mundo (Canadá 2015) y que ocupa ese puesto en el actual ranking Fifa.
La resistencia de las chicas dirigidas por Carlos Borrello en los primeros 60 minutos de juego fue conmovedora y la actuación de la arquera Vanina Correa, sencillamente descomunal.
Por la rosarina de 35 años, partícipe en los dos Mundiales anteriores que jugó el seleccionado argentino (Estados Unidos 2003 y China 2007), se mantuvo parcialmente el empate en un partido que fue un monólogo del equipo inglés.
Con jugadoras de mayor roce internacional y una ventaja física apreciable, las europeas monopolizaron la pelota (64 por ciento), le imprimieron su ritmo al juego y desbordaron a las argentinas por los costados con verticalidad en sus pases. Borrello, consciente de esa inferioridad, propuso un equipo replegado, con línea de cinco volantes y una sola delantera, la corpulenta Soledad Jaimes, que poco pudo hacer al momento de aguantar la pelota para darle descanso a sus compañeras.
Inglaterra hacía todo bien pero en el área chocaba con la seguridad de la arquera de Rosario Central, pero en el complemento nada pudo hacer ante Tylor y marcó el gol del triunfo.