El reciente caso de los cinco hermanitos jujeños que fueron adoptados por un matrimonio cordobés, fue una de las noticias más relevantes y positivas en lo que va del año. Pero al mismo tiempo, visibilizó una realidad que para muchos -o todos- es prácticamente desconocida: cuántos niños y adolescentes aguardan ser adoptados en la provincia.
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El reciente caso de los cinco hermanitos jujeños que fueron adoptados por un matrimonio cordobés, fue una de las noticias más relevantes y positivas en lo que va del año. Pero al mismo tiempo, visibilizó una realidad que para muchos -o todos- es prácticamente desconocida: cuántos niños y adolescentes aguardan ser adoptados en la provincia.
Para conocer más acerca de esta realidad, El Tribuno de Jujuy dialogó con la secretaria de Niñez, Adolescencia y Familia, Ana Rodríguez, quien destacó que desde 2015 se ha regularizado la situación de adoptabilidad de la Provincia, basándose en los planteamientos de la Ley Nacional N° 26061 de "Protección Integral de Niños, Niñas y Adolescentes".
La norma que se encuentra en vigencia desde el 2005, marca al Estado en sus tres poderes (Ejecutivo, Legislativo y Judicial), un tiempo para poder organizar y realizar las intervenciones de protección que garanticen que estos niños puedan estar o continuar con sus familias.
"Al Ejecutivo, que somos quienes nos encargamos de las políticas públicas, nos interpelan a que hagamos absolutamente todo lo posible para que los chicos continúen en el seno familiar, ya sea con la familia biológica y si no se puede, con la ampliada o referentes positivos barriales. Pero te da un tiempo", expresó Rodríguez, señalando que la Secretaría de Niñez y Adolescencia de la Provincia, ente de aplicación de la ley, tiene un plazo de 90 días para poder "organizar, realizar, intervenir y buscar". Pasado ese tiempo, "podemos llegar a pedir otros 90 días más pero no podemos pasarnos de ese límite".
Remarcó que el Ejecutivo debe ajustarse obligatoriamente a los tiempos marcados, ya que la ley surgió con el fin de organizar el estado irregular que ocurría en las adopciones. "Los chicos ingresaban a las instituciones estatales como hogares, los mal llamados orfanatos, y no salían más de esas instituciones y el Estado mismo vulneraba un derecho que es el derecho a tener una familia", sostuvo la funcionaria.
En Jujuy hasta diciembre de 2015, según manifestó la secretaria, existía un sistema un tanto anómalo. En ese momento, 148 chicos se encontraban en una situación irregular, ya que estaban localizados en las Casas del Niño o la del Adolescente, o bien formaban parte de los programas "Familia Transitoria" o "Familia Aillu".
Todos ellos pertenecían a una medida llamada excepcional. Es decir, que se debían aplicar "cuando ya se agotaron todas las medidas y nos cansamos de trabajar con las familias para que se puedan hacer cargo de sus hijos y por negligencia o lo que fuese, la familia no puede hacerse cargo". Sin embargo, hasta ese momento no existía ningún tipo de control, evaluación o seguimiento de las familias, por lo tanto primaba la institucionalización de los niños y adolescentes, en lugar de buscar una relación con quienes tenían responsabilidades vinculares con los menores o por el contrario, brindar la posibilidad de encontrar un nuevo hogar a través de la adopción.
"Lo que no se hacía antes, que es el gran logro que tenemos, es que ni siquiera se evaluaba. O sea que los niños no estaban con sus familias y no estaban en proceso de adopción, los chicos permanecían en un gris todo el tiempo. Estaban alojados en Familias Aillu, en Hogares Tránsito o en las Casas durante años porque nadie velaba porque ellos tengan una familia", apuntó Rodríguez y resaltó que hasta diciembre de 2015 no existen registros de dictámenes de adoptabilidad.
Para aclarar, aproximadamente en los últimos doce años, la única resolución favorable que se dio en la provincia es la de los cinco hermanitos de 10, 9, 8, 7 y 5 años de edad que fueron adoptados por una familia cordobesa luego de un largo proceso que inició en 2013, cuando los pequeños fueron apartados de sus padres biológicos para ser alojados en la "Casa del Niño" dependiente de la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia.
Datos importantes
Puede adoptar una persona sola o una pareja, sea matrimonio o conviviente. Los extranjeros deben tener una residencia de 5 años.
Una vez tomada la decisión, el paso siguiente es inscribirse en el Registro Único de Aspirantes a Guarda con Fines Adoptivos.
El trámite se realiza personalmente y no requiere de abogados. El estar inscripto no implica una selección automática como adoptante.
Los principales requisitos son: Tener como mínimo 25 años o que la pareja o cónyuge tenga al menos la misma edad.
Los postulantes deben tener una diferencia de edad con el adoptado de más de 16 años. En el país, la adopción no tiene costos.
Nuevos desafíos
Ana Rodríguez anunció que la Secretaría está trabajando en dos nuevos proyectos a concretar durante 2018: el programa Familias de Acogimiento y Familias Solidarias, y la aplicación de la Ley Nacional de Egreso.
El primero trabajará con familias que puedan llegar a alojar a chicos, en un corto plazo y que tengan un financiamiento, similar a una Asignación Universal para esos niños. La importancia radica en la transitoriedad de estas familias, “o sea que no van a alojar chicos más de tres meses”.
La funcionaria destacó que las familias podrán alojar niños desde los 45 días hasta adolescentes y aclaró “que esto no es un espacio de adopción”. Si bien hasta el momento no hay una fecha definitiva para la puesta en marcha del programa, las personas interesadas deberán acercarse al organismo sito en calle Salta 1162 de la ciudad capital, donde “podrán comenzar a trabajar con el equipo de la Dirección de Niñez que están abocados a esto”.
Asimismo mencionó que hasta el año 2015, los chicos residían en la Casa del Niño hasta los 13 años; posteriormente eran trasladados a la Casa del Adolescente, donde vivían hasta los 18 años, quedando a esa edad sin un apoyo y acompañamiento.
Ahora, se creó la Casa de Transición, donde “nos hacemos cargo de los jóvenes y les damos un acompañamiento hasta más de los 21 años”.
Por ese motivo resaltó la importancia de la aplicación en la provincia de la Ley Nacional de Egreso, la cual establece que aquellos adolescentes sin cuidados parentales y que hayan tenido un proceso largo de institucionalización, podrán acceder a un subsidio que les permita trabajar en su autonomía y fortalecer su independencia.
“Se considera que el Estado ha vulnerado un derecho a estos chicos, porque justamente no han podido acceder a un dictamen de adopción y a una familia adoptiva. Por eso el Estado les va a dar un subsidio, para que no sea la institución a la que pertenecieron, la eterna compañera de estos chicos, sino que puedan salir, seguir estudiando y tener un recurso financiero para sostener su proyecto de vida”.
“Con esto, nosotros vamos a tener un aporte que no teníamos con nuestros adolescentes, poder trabajar la autonomía y el subsidio externo para que ellos puedan trabajar su proyecto de vida”, planteó Rodríguez, señalando que desde la provincia ya vienen trabajando con la Secretaría Nacional, realizando un relevamiento de datos de los adolescentes que están en proceso de poder ingresar al programa.
De esta manera, el desafío es eliminar la institucionalización, ya que esta instancia es considerada negativa para el desarrollo de un niño. Por eso “queremos tener programas con familias que puedan alojar a chicos en corto plazo y poder, dialogando con la justicia, agilizar los dictámenes o que vuelvan a sus casas o con una familia ampliada”.
Cambios en el sistema para disminuir la institucionalización
CASA DEL NIÑO / UNA DE LAS INSTITUCIONES QUE ALOJA A LOS MENORES QUE HAN SIDO SEPARADOS DE LOS PADRES POR RAZONES EXTREMAS.
Priorizando el interés de los menores, la nueva gestión modifica absolutamente todo lo existente hasta el 2015 y crea dos programas: el Sistema de Cuidados y Protección Integral.
En el primero están todas las consideradas “medidas excepcionales”, aunque la particularidad es que la actual gestión cerró “Familias Transitorias” y trabajó en las “Familias Aillu”.
Sucede que en este último programa, que debía ser transitorio, encontraron casos de niños que vivieron en un hogar por 10 años; por lo que sacarlos de ese ámbito, de esa construcción vincular que construyeron a lo largo de tantos años, “significaba vulnerar doblemente sus derechos”.
En esos casos, desde la Secretaría se decidió hacer una excepcionalidad y trabajar para que los niños continúen allí. Con ese fin, se procedió a regularizar la documentación judicial y “hemos logrado que esas familias, aunque esté prohibido porque vos ingresas a un programa sabiendo que no te podes quedar con los chicos, estén en procesos de adopción”. Hoy, hay 7 niños que están en Familia Aillu y sólo 1, continúa en un hogar de tránsito. “Esto es un gran logro porque cuando comenzamos teníamos en tránsito 12 chicos”, acotó la funcionaria.
Destacó que también se regularizó Familias Ampliadas, programa excepcional de financiamiento, a partir del cual se le aporta un subsidio a los abuelos, tíos o referentes positivos de los menores “para que puedan sostenerlos, alojados en familias con las que hayan tenido convivencia”.
“La meta que tenemos es que los niños se queden alojados con la familia de origen. Nosotros no queremos hacer millones de dictámenes de adoptabilidad sino por el contrario, aplicamos todas las medidas alternativas y cuando se termina el proceso de intervención de las medidas de protección, allí recién comenzamos a pensar la adopción”, ponderó Rodríguez.
Recalcó que desde la cartera a su cargo consideran que la separación del vínculo materno y paterno significa un fuerte trauma para los chicos. Por ello generalmente se toma la decisión de separarlos del seno familiar, cuando “se encuentran en un ambiente que les provoca daños y traumas que son realmente situaciones que van a tener mucho tiempo para sanarse”.
Otras situaciones, por ejemplo que los padres no tengan trabajo, no son consideradas como desencadenante de una separación. Al contrario, “lo que se hace es colaborar con esas familias para que puedan acceder a las políticas sociales correspondientes”.
En ese orden, la secretaria ponderó que actualmente la Casa del Niño aloja a 9 chicos; en tanto que la del Adolescente, 19. De ese total, 7 se encuentran en proceso de adopción. “Hemos logrado tener menos chicos institucionalizados, menos chicos en calidad excepcional con alguna intervención excepcional y más chicos en un sistema de protección”, enfatizó.