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10 de Agosto,  Jujuy, Argentina
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Manifestaciones a favor y en contra de Rousseff

Lunes, 01 de agosto de 2016 01:30
<div>PROTESTA / UN HOMBRE JUNTO A LAS SILUETAS DE LA PRESIDENTE SUSPENDIDA DILMA ROUSSEFF Y DE LUIZ INACIO LULA DA SILVA.&nbsp;</div><div>
Manifestantes salieron ayer a las calles de Brasil para pedir la salida definitiva de la suspendida presidente Dilma Rousseff o en grupos más pequeños a defender su permanencia, en un clima preolímpico a cinco días del inicio de los Juegos de Río 2016.
En Río de Janeiro unos 4.000 manifestantes protestaron contra la presidente izquierdista en la calzada de la playa de Copacabana, estimó un periodista, en pleno cartón postal de esta ciudad que acogerá los Juegos Olímpicos en agosto.
Varios camiones de sonido tocaban samba y el himno nacional mientras manifestantes desplegaban a pleno sol un enorme cartel con el mensaje "Fuera Dilma y prisión para Lula", el expresidente Luiz Inacio Lula da Silva, antecesor de Rousseff, acosado por casos judiciales.
"Queremos nuestro país de vuelta y que esta gente se vaya", declaró Vilma Moniz Portella, una abogada de 68 años que llevaba un pequeño muñeco inflable del juez anticorrupción Sergio Moro, que lidera la investigación sobre el fraude en Petrobras que ha alcanzado a la élite política y empresarial brasileña.
El ambiente era festivo y familiar en medio de la tradicional muchedumbre que cada domingo invade la costanera carioca. Sobresalía un enorme muñeco que representa a Lula como presidiario.
El ama de casa Daysa Barela, de 52 años, afirmó que la manifestación es mucho más pequeña que otras anteriores que llevaron cientos de miles de personas a la calle porque "la gente está asustada por el terrorismo o porque el Partido de los Trabajadores (PT) pueda atacarlos".
Pero uno de los muchos vendedores de banderas y muñecos inflables tenía una explicación bastante más probable: "Lula y Rousseff ya están casi fuera de combate".
"Lula va a ser enjuiciado, está acabado. Y el tiempo de Dilma ya pasó", dijo Carlos Wellington, de 39 años, aludiendo a que el expresidente (2003-2010) y líder histórico de la izquierda irá a juicio por intentar obstruir las investigaciones del megaesquema de corrupción en Petrobras.
Es la primera vez que el fundador del izquierdista PT será sometido a juicio por este caso que develó un fraude que costó más de 2.000 millones de dólares a la petrolera para beneficiar a decenas de políticos, empresarios y funcionarios de la compañía. Si bien el escándalo alcanzó a un amplio espectro político, el PT es uno de los más golpeados.
En la capital, Brasilia, unas 3.000 personas protestaron contra Rousseff, informó la Policía. Reunidas frente a la sede del Congreso Nacional, vestían los colores verde y amarillo de la bandera brasileña y gritaban consignas contra la Presidente, apartada del poder el 12 de mayo pasado para ser enjuiciada en el Senado por supuesta manipulación de las cuentas públicas.
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Manifestantes salieron ayer a las calles de Brasil para pedir la salida definitiva de la suspendida presidente Dilma Rousseff o en grupos más pequeños a defender su permanencia, en un clima preolímpico a cinco días del inicio de los Juegos de Río 2016.
En Río de Janeiro unos 4.000 manifestantes protestaron contra la presidente izquierdista en la calzada de la playa de Copacabana, estimó un periodista, en pleno cartón postal de esta ciudad que acogerá los Juegos Olímpicos en agosto.
Varios camiones de sonido tocaban samba y el himno nacional mientras manifestantes desplegaban a pleno sol un enorme cartel con el mensaje "Fuera Dilma y prisión para Lula", el expresidente Luiz Inacio Lula da Silva, antecesor de Rousseff, acosado por casos judiciales.
"Queremos nuestro país de vuelta y que esta gente se vaya", declaró Vilma Moniz Portella, una abogada de 68 años que llevaba un pequeño muñeco inflable del juez anticorrupción Sergio Moro, que lidera la investigación sobre el fraude en Petrobras que ha alcanzado a la élite política y empresarial brasileña.
El ambiente era festivo y familiar en medio de la tradicional muchedumbre que cada domingo invade la costanera carioca. Sobresalía un enorme muñeco que representa a Lula como presidiario.
El ama de casa Daysa Barela, de 52 años, afirmó que la manifestación es mucho más pequeña que otras anteriores que llevaron cientos de miles de personas a la calle porque "la gente está asustada por el terrorismo o porque el Partido de los Trabajadores (PT) pueda atacarlos".
Pero uno de los muchos vendedores de banderas y muñecos inflables tenía una explicación bastante más probable: "Lula y Rousseff ya están casi fuera de combate".
"Lula va a ser enjuiciado, está acabado. Y el tiempo de Dilma ya pasó", dijo Carlos Wellington, de 39 años, aludiendo a que el expresidente (2003-2010) y líder histórico de la izquierda irá a juicio por intentar obstruir las investigaciones del megaesquema de corrupción en Petrobras.
Es la primera vez que el fundador del izquierdista PT será sometido a juicio por este caso que develó un fraude que costó más de 2.000 millones de dólares a la petrolera para beneficiar a decenas de políticos, empresarios y funcionarios de la compañía. Si bien el escándalo alcanzó a un amplio espectro político, el PT es uno de los más golpeados.
En la capital, Brasilia, unas 3.000 personas protestaron contra Rousseff, informó la Policía. Reunidas frente a la sede del Congreso Nacional, vestían los colores verde y amarillo de la bandera brasileña y gritaban consignas contra la Presidente, apartada del poder el 12 de mayo pasado para ser enjuiciada en el Senado por supuesta manipulación de las cuentas públicas.

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