SAN PEDRO (Corresponsal). Con gran fervor, la comunidad de
Nuestra Señora de Fátima, honró a su santa patrona, con una misa y procesión que se realizó en el atrio del templo ubicado en
barrio Belgrano, donde estuvo acompañada por la feligresía de las distintas capillas de la
parroquia San Andrés Apóstol, que llegaron con sus respectivas imágenes a participar de la festividad mariana.
La misa fue presidida por el padre Héctor Martínez, y previo al oficio religioso, la Virgen de Fátima ataviada de blanco, fue recibida con el repicar de campanas y cientos de pañuelos que se levantaron para saludarla, en este tiempo en el que se comienza a desandar el camino hacia el primer centenario de su aparición.
En su homilía, el padre Héctor, habló de la difícil misión que le fue encomendada a María y se refirió al contexto en el que se vivía en aquel tiempo cuando el ángel le anunció que sería la madre de Jesús, "a María no le fue fácil dar el sí, pero lo pronunció animada por la confianza en Dios, María se abandonó a Dios y eso le dio alegría. Hoy, recorriendo las calles de San Pedro, veía todas las casas con rejas, hasta en las plazas, todos encerrados, hay como una psicosis, tenemos hasta miedo de salir de nuestras casas, vivimos con angustia, con miedo" dijo el sacerdote.
Finalmente el sacerdote dijo a viva a voz que el mensaje del ángel se repita hoy, "sepamos escuchar la voz que nos dice sampedreños, no teman, busquen a la madre, ella nos llevará a Jesús y nos dará confianza. Concluida la misa, cada comunidad portando en andas las imágenes de sus capillas y grutas, participaron de la procesión que fue presidida por la imagen de la Virgen de Fátima, que recorrió un vasto sector del barrio, dejando a su paso la bendición para las familias que salía de sus casas a saludarla. Al llegar al templo se realizó la representación y luego de cantarle el feliz cumpleaños a la Virgen, hubo un compartir. Cabe recordar, que durante el novenario, hubo talleres, tomando mayor trascendencia la creación de la Pastoral de las adicciones, y se contó con la presencia de los sacerdotes de toda la diócesis.
SAN PEDRO (Corresponsal). Con gran fervor, la comunidad de
Nuestra Señora de Fátima, honró a su santa patrona, con una misa y procesión que se realizó en el atrio del templo ubicado en
barrio Belgrano, donde estuvo acompañada por la feligresía de las distintas capillas de la
parroquia San Andrés Apóstol, que llegaron con sus respectivas imágenes a participar de la festividad mariana.
La misa fue presidida por el padre Héctor Martínez, y previo al oficio religioso, la Virgen de Fátima ataviada de blanco, fue recibida con el repicar de campanas y cientos de pañuelos que se levantaron para saludarla, en este tiempo en el que se comienza a desandar el camino hacia el primer centenario de su aparición.
En su homilía, el padre Héctor, habló de la difícil misión que le fue encomendada a María y se refirió al contexto en el que se vivía en aquel tiempo cuando el ángel le anunció que sería la madre de Jesús, "a María no le fue fácil dar el sí, pero lo pronunció animada por la confianza en Dios, María se abandonó a Dios y eso le dio alegría. Hoy, recorriendo las calles de San Pedro, veía todas las casas con rejas, hasta en las plazas, todos encerrados, hay como una psicosis, tenemos hasta miedo de salir de nuestras casas, vivimos con angustia, con miedo" dijo el sacerdote.
Finalmente el sacerdote dijo a viva a voz que el mensaje del ángel se repita hoy, "sepamos escuchar la voz que nos dice sampedreños, no teman, busquen a la madre, ella nos llevará a Jesús y nos dará confianza. Concluida la misa, cada comunidad portando en andas las imágenes de sus capillas y grutas, participaron de la procesión que fue presidida por la imagen de la Virgen de Fátima, que recorrió un vasto sector del barrio, dejando a su paso la bendición para las familias que salía de sus casas a saludarla. Al llegar al templo se realizó la representación y luego de cantarle el feliz cumpleaños a la Virgen, hubo un compartir. Cabe recordar, que durante el novenario, hubo talleres, tomando mayor trascendencia la creación de la Pastoral de las adicciones, y se contó con la presencia de los sacerdotes de toda la diócesis.