El juego a dos puntas encontró su límite
El campo salteño, para ser más exactos, los productores salteños que necesitan del capital de trabajo para poder seguir produciendo, se encuentran en situación límite. La crisis de una actividad estratégica, en cualquier país o provincia, indica que las políticas aplicadas para esa actividad no fueron adecuadas, no sirvieron para resolver problemas provenientes de afuera o generaron, ellas mismas, problemas terminales."Por primera vez en treinta años de todo tipo de regímenes cambiarios y económicos, hoy no hay cultivos rentables en Salta... el sector marcha aceleradamente hacia una situación de completa iliquidez. La crisis entonces se va a trasladar a proveedores, empleados, vendedores de agroquímicos, los bancos y la actividad en general", es el diagnóstico de los productores movilizados.
Hasta hace unos días, el gobierno provincial se desligaba del problema. A pesar de su explícito apoyo al proyecto nacional, culpaba a las políticas gerenciadas por Axel Kicillof por los males del campo salteño. Ayer, Urtubey no fue a la reunión en la Rural y tampoco lo hizo el ministro Baltasar Saravia; apenas Pablo Kosiner y Evita Isa acompañaron a Lucio Paz Posse en el chubasco.
Unos días atrás, Urtubey se había negado a contactar a los productores con Daniel Scioli. "El es gobernador de la provincia de Buenos Aires y no tiene nada que hacer en este problema", respondió. "Si lo que queremos es hacer política, hagamos política; si queremos solucionar los problemas del campo, trabajemos. Yo estoy trabajando y por eso hemos declarado el estado crítico del sector".
La contestación sonó agraviante: Scioli visitará la provincia como candidato y es en tal condición que los agricultores lo buscan como interlocutor.
Enojado, el mandatario salteño exclamó: "Hemos hecho bastante más de lo que los propios interesados me han planteado hace una semana en la reunión". Sin embargo, no estuvo en la Rural para comunicar esos éxitos.
La rentabilidad es la base de la actividad agropecuaria. Ninguna de las medidas anunciadas la resuelve y los hombres de campo saben que la declaración de emergencia crítica solo sirve para cerrar la puerta más importante de todas: la del crédito blando. Los aumentos de costos y la caída del precio internacional redujeron el área de siembra de 600.000 a 400.000 hectáreas. Muchos finqueros ya tuvieron que vender la finca. "Nadie pide milagros; solo esperamos compromiso político", repitieron mil veces ayer en la Rural.
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El juego a dos puntas encontró su límite
El campo salteño, para ser más exactos, los productores salteños que necesitan del capital de trabajo para poder seguir produciendo, se encuentran en situación límite. La crisis de una actividad estratégica, en cualquier país o provincia, indica que las políticas aplicadas para esa actividad no fueron adecuadas, no sirvieron para resolver problemas provenientes de afuera o generaron, ellas mismas, problemas terminales."Por primera vez en treinta años de todo tipo de regímenes cambiarios y económicos, hoy no hay cultivos rentables en Salta... el sector marcha aceleradamente hacia una situación de completa iliquidez. La crisis entonces se va a trasladar a proveedores, empleados, vendedores de agroquímicos, los bancos y la actividad en general", es el diagnóstico de los productores movilizados.
Hasta hace unos días, el gobierno provincial se desligaba del problema. A pesar de su explícito apoyo al proyecto nacional, culpaba a las políticas gerenciadas por Axel Kicillof por los males del campo salteño. Ayer, Urtubey no fue a la reunión en la Rural y tampoco lo hizo el ministro Baltasar Saravia; apenas Pablo Kosiner y Evita Isa acompañaron a Lucio Paz Posse en el chubasco.
Unos días atrás, Urtubey se había negado a contactar a los productores con Daniel Scioli. "El es gobernador de la provincia de Buenos Aires y no tiene nada que hacer en este problema", respondió. "Si lo que queremos es hacer política, hagamos política; si queremos solucionar los problemas del campo, trabajemos. Yo estoy trabajando y por eso hemos declarado el estado crítico del sector".
La contestación sonó agraviante: Scioli visitará la provincia como candidato y es en tal condición que los agricultores lo buscan como interlocutor.
Enojado, el mandatario salteño exclamó: "Hemos hecho bastante más de lo que los propios interesados me han planteado hace una semana en la reunión". Sin embargo, no estuvo en la Rural para comunicar esos éxitos.
La rentabilidad es la base de la actividad agropecuaria. Ninguna de las medidas anunciadas la resuelve y los hombres de campo saben que la declaración de emergencia crítica solo sirve para cerrar la puerta más importante de todas: la del crédito blando. Los aumentos de costos y la caída del precio internacional redujeron el área de siembra de 600.000 a 400.000 hectáreas. Muchos finqueros ya tuvieron que vender la finca. "Nadie pide milagros; solo esperamos compromiso político", repitieron mil veces ayer en la Rural.