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Matías Jurado es el primer asesino serial de la provincia

Lunes, 22 de diciembre de 2025 01:00
TRASLADO | EL IMPUTADO INGRESABA A LA SEDE FISCAL DEL MINISTERIO PÚBLICO DE LA ACUSACIÓN.

Uno de los casos más estremecedores de la historia criminal de la provincia, es sin dudas la investigación penal preparatoria que tiene a Matías Emilio Jurado (38), como acusado de haber asesinado y descuartizado al menos a cinco personas.

La Justicia jujeña acusó formalmente a Jurado de persuadir, captar, privar ilegalmente de la libertad a sus víctimas, además de asesinarlas, descuartizarlas y desintegrar sus restos, con el fin de borrar toda evidencia. Bajo la calificación legal de "homicidio agravado por ensañamiento, alevosía y placer en concurso real, cinco hechos".

El Departamento Forense del Poder Judicial reconstruyó cinco perfiles genéticos de cinco personas que fueron denunciadas como desaparecidas, desde abril hasta fines de julio, Juan José Ponce (51), Miguel Ángel Quispe (60), Sergio Sosa (25), Jorge Omar Anachuri (68) y el empleado municipal Juan Carlos González (60). Aunque el fiscal regional del MPA Guillermo Beller, confirmó que hay otros dos perfiles abiertos, que pertenecen a dos personas que no fueron identificadas.

Los investigadores hallaron una importante cantidad de sangre en varios lugares de la casa, como por ejemplo en el baño y en el patio delantero, pero en el piso de la habitación donde dormía Jurado con las pruebas de luminol hallaron varias capas de sangre.

Pero además, en el colchón donde dormía Jurado, se ha detectado otra importante cantidad de sangre, como así también en una cortina, una colcha y en varias prendas de vestir.

Es decir que la primera reconstrucción de la teoría del caso, ubica a Matías Jurado junto a cada una de sus víctimas en su habitación consumiendo bebidas alcohólicas, hasta que en un momento determinado, extraía entre sus prendas de vestir un facón angosto de casi 30 centímetros, muy filoso y delicadamente cuidado, y los asesinaba, los descuartizaba y se deshacía de la mayoría de las vísceras embebiéndolas en tachos con combustible, para luego prenderlas fuego.

Pero además, los investigadores hallaron más de 30 esqueletos de perros enterrados en distintos lugares de la vivienda y la principal hipótesis, es que Jurado podría haber empezado su historia criminal, asesinando mascotas.

Jurado siempre repitió el mismo patrón para captar a sus víctimas, se mostraba comedido, amigable y atento, llevaba dinero, los invitaba a comer y a tomar bebidas alcohólicas y luego les ofrecía su casa para continuar con la reunión, ubicada en la esquina de Fraile Pintado y Las Rosas del barrio Alto Comedero.

A otra parte de estos fragmentos los cocinaba para sus perros y para los del barrio; mientras que a otros restos, quizá los más largos y los cráneos, los arrojaba presumiblemente en distintos sectores del arroyo Las Martas, ubicado a menos de 500 metros de su vivienda.

El imputado negó todos los cargos en las audiencias que fue citado, siempre habló muy poco ante los funcionarios judiciales y el único petitorio que formalmente pidió, es no convivir con los internos de la Unidad Penal N° 1 del barrio Gorriti, es por eso que se encuentra aislado en celdas de máxima seguridad, monitoreado las 24 horas.

La personalidad de Matías Emilio Jurado es la de un sujeto extremadamente violento, pero no con todos, sino con un determinado grupo de personas, por ejemplo con mujeres o adolescentes, a los que abordó para asaltarlos usando un arma blanca, en al menos 17 oportunidades, según consta en el expediente policial.

El gabinete de psicología del MPA que entrevistó a Jurado, lo describe con una personalidad similar a la de un sociópata, con rasgos narcisistas y que encuentra placer en el dolor ajeno. También se lo describió como un hombre de poca tolerancia a la frustración y en el momento que se siente incapacitado para imponer su voluntad, reacciona ante esa tensión.

Posee patrones emocionales inestables y se irrita ante cualquier circunstancia que lo aleje de su zona de confort. Además se descubrió que posee aprehensión a las personas adultas mayores y a las que consumen bebidas alcohólicas. Esa aprehensión se fue convirtiendo en odio y en la necesidad de exterminarlos.

Un informe realizado por el gabinete psicológico del Servicio Penitenciario entre 2018 y 2021 (periodo en que se encontraba en prisión), estableció que Jurado padecía "desorientación temporo-espacial, alucinaciones auditivas y visuales muy vívidas".

En agosto, el procesado fue entrevistado por un psiquiatra, quien se especializa en describir estos tipos de conductas que fueron diagnosticadas y el resultado del informe profesional especializado, estableció que si bien es una persona violenta y reaccionaria, puede seguir un tratamiento médico estando privado de su libertad.

A pesar de la descripción de la vivienda donde Jurado residía junto a su sobrino, un lugar que tenía cada rincón totalmente desordenado, con prendas de vestir, cortinas, colchas, platos y recipientes sucios, los profesionales que lo entrevistaron, describieron su higiene personal como casi perfecta, hasta el punto de obsesivo y hacía lo mismo con varios cuchillos que fueron hallados, los cuales estaban cuidadosamente guardados y relucientes.

Todo apunta que los pesquisas están a cargo de un expediente que investiga la figura de un homicida múltiple o un homicida en serie, quien sería el responsable de al menos cinco desapariciones ocurridas entre enero y julio pasado y con los elementos de pruebas que figuran en la causa, no descartan que puedan ser más.

Matías Emilio Jurado irá a juicio a principios del 2026 y probablemente sea condenado a la pena de prisión perpetua. Un hombre que se pasó poco más de la mitad de su vida con problemas con la Justicia o detenido. Sobre él pesan otras dos condenas que ya purgó, varias denuncias penales, muchas de ellas por violentos robos, pero otras por violencia de género.

 

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