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Cumplió el sueño de celebrar sus 50 años en un partido de la Selección

Para Lucía, sus 50 años llegaron con el mejor regalo: la alegría de la Selección, el amor de sus hijos y una noche que quedará grabada para siempre en su memoria y en el corazón de todos los jujeños.

Miércoles, 11 de junio de 2025 12:55

La pasión por el fútbol no tiene edad, y la emoción de ver a la Selección Argentina es un sentimiento que atraviesa generaciones. Ayer, en el corazón del Monumental, Lucía Márquez de Villa Jardín de Reyes, Jujuy, vivió la noche de su vida al celebrar sus 50 años de una manera que nunca imaginó: presenciando un partido de la albiceleste. Esta no fue una celebración cualquiera, sino una sorpresa gestada con meses de antelación por sus hijos, Facundo Gabriel Colque Márquez y Gonzalo Agustín Colque Márquez, quienes con amor y dedicación, lograron cumplir el sueño de su madre.

La historia de Lucía y sus hijos es un testimonio de perseverancia y amor filial. Durante dos meses, los preparativos fueron meticulosos y en secreto. Las entradas, compradas con mucha anticipación, se convirtieron en el centro de una pequeña odisea. La ansiedad crecía a medida que se acercaba el día del partido. Ayer, la tensión llegó a su punto máximo cuando, a solo minutos del encuentro, las entradas aún no estaban en sus manos. "Nos las entregaron a las 20, minutos antes", relataron Facundo y Gonzalo, reviviendo el nerviosismo de esos momentos.

Una vez en el estadio, la preocupación no cesó. A pesar de tener sus boletos, un imprevisto les negó la posibilidad de ocupar sus asientos asignados, sumando una cuota extra de estrés a la ya palpable emoción del ambiente. 

Pero la adversidad, a veces, solo sirve para realzar la alegría. La mística del fútbol argentino, esa que se forja en el aliento incondicional de los hinchas, se hizo presente. Para Lucía, cada minuto en la cancha fue una revelación. "Conocer la cancha a esa edad y ver la Selección fue hermoso", expresó con una sonrisa que reflejaba la plenitud del momento. La vibración del estadio, el cántico unísono de miles de almas, el verde del césped bajo las luces, todo era nuevo y deslumbrante para ella.

"Solo viajamos a Buenos Aires para cumplir su sueño y poder tener una linda foto", compartieron Facundo y Gonzalo, emocionados por haber sido los artífices de esta experiencia única. La imagen de Lucía sonriendo, con la camiseta argentina puesta y el Monumental de fondo, es mucho más que una foto: es el retrato de un sueño cumplido, de una sorpresa que se convirtió en una vivencia inolvidable.

Esta historia, nacida en Villa Jardín de Reyes y vivida en el corazón de la capital, es un recordatorio de que la felicidad se encuentra en los pequeños y grandes gestos, en la dedicación de quienes amamos y en la magia inigualable de cumplir un anhelo, sin importar la edad. 

 

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