La Noche Santa en que Cristo venció la muerte fue para los jujeños fría y lluviosa pero no opacó la alegría y la luz brotadas de la resurrección. A los pies de la imagen de Nuestra Señora del Huerto se realizó la vigilia pascual presidida por el párroco de la Catedral Basílica, Manuel Alfaro. "Creo que celebrar la Pascua de Jesús es celebrar la alegría y la vida", destacó en su homilía.
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La Noche Santa en que Cristo venció la muerte fue para los jujeños fría y lluviosa pero no opacó la alegría y la luz brotadas de la resurrección. A los pies de la imagen de Nuestra Señora del Huerto se realizó la vigilia pascual presidida por el párroco de la Catedral Basílica, Manuel Alfaro. "Creo que celebrar la Pascua de Jesús es celebrar la alegría y la vida", destacó en su homilía.
En un patio interno contiguo a la capilla huertana comenzaron los ritos de la bendición del fuego y el encendido del cirio pascual, símbolo de Cristo resucitado.
Luego ingresaron procesionalmente al templo en oscuras para realizar las tres elevaciones del cirio y dar lugar a que los fieles enciendan sus velitas.
El pregón pascual resonó "en la noche en que Cristo ha vencido la muerte" y después se repasaron momentos del pueblo de Dios a través de tres lecturas y sus salmos. Siendo el momento del Gloria de una gran emotividad, para dar paso a la lectura del Nuevo Testamento y el Evangelio de San Lucas.
Al comenzar su homilía, el padre Manuel agradeció especialmente "a las HIjas de María Santísima del Huerto que nos prestan la capilla desde el 14 de marzo, dado que aún no se puede usar la Catedral".
Y después resaltó que "Dios no abandona", mientras fue explicando los puntos más significativos de la rica Liturgia de la Palabra. Enfatizó en que "Dios no se arrepiente de haber creado al hombre" y añadió en otro tramo "qué importante que sepamos que es Dios quien nos acompaña".
El párroco de la Catedral también destacó que "la Pascua es hacernos libres sin añorar lo anterior".
Sobre la resurrección de Cristo aclaró que "no debemos buscar una demostración, sino que creemos porque hacemos un acto de fe. Lo aceptamos porque la Palabra de Dios nunca me puede mentir".
Trayendo a colación que la luz del Señor resucitado "nos ilumina a todos siendo peregrinos de esperanza" en este año jubilar. Finalmente exhortó a que "no dejemos que se apague" y remarcó la presencia de la Virgen María.
La vigilia siguió con la bendición del agua y la renovación de las promesas bautismales, entre otros signos vividos en comunidad.