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26 de Junio,  Jujuy, Argentina
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Los sacudones de junio

Sabado, 22 de junio de 2024 11:09
SENADORA MARÍA CAROLINA MOISÉS

La mayoría de la dirigencia de la política nacional, y provincial, no parece haberse recuperado todavía de la irrupción de Javier Milei en el escenario. Ni se hicieron cargo de que tienen la culpa del ascenso a la Presidencia de un outsider sin historia, sin partido y sin equipos, ni atinan a demostrar una reacción coherente para contener lo que hasta ahora es un avance del líder anarcocapitalista, que consolida su imagen en el mundo, y la mantiene dentro de Argentina, a pesar de todas las zancadillas que le tienden. La aprobación de la Ley Bases en el Senado confirma un primer triunfo parlamentario para LLA, y marca la profundidad de la desorientación y la falta de líderes en la oposición. Y así se produjeron los primeros fuertes sacudones de junio. El peronismo y el kirchnerismo no mostraron que responden, y algunos ya ni respetan a sus mandos naturales (hoy podrían ser Cristina Elisabet Fernández de Kirchner, Alberto Fernández y Sergio Massa), de manera monolítica como antes. Levantando banderas más anti-Milei que properonistas, vieron cómo sus esfuerzos se agotaban en la sesión de la semana que pasó, y ni siquiera pudieron disciplinar a todos los senadores en un tema que, dentro de la Ley Bases, era el corazón del proyecto libertario: frenar o al menos morigerar el Rigi. Los coletazos resuenan en todo el país, especialmente en Jujuy, porque la senadora ultracristinista Carolina Moisés votó el nuevo régimen, sobre el que volveremos más adelante.

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La mayoría de la dirigencia de la política nacional, y provincial, no parece haberse recuperado todavía de la irrupción de Javier Milei en el escenario. Ni se hicieron cargo de que tienen la culpa del ascenso a la Presidencia de un outsider sin historia, sin partido y sin equipos, ni atinan a demostrar una reacción coherente para contener lo que hasta ahora es un avance del líder anarcocapitalista, que consolida su imagen en el mundo, y la mantiene dentro de Argentina, a pesar de todas las zancadillas que le tienden. La aprobación de la Ley Bases en el Senado confirma un primer triunfo parlamentario para LLA, y marca la profundidad de la desorientación y la falta de líderes en la oposición. Y así se produjeron los primeros fuertes sacudones de junio. El peronismo y el kirchnerismo no mostraron que responden, y algunos ya ni respetan a sus mandos naturales (hoy podrían ser Cristina Elisabet Fernández de Kirchner, Alberto Fernández y Sergio Massa), de manera monolítica como antes. Levantando banderas más anti-Milei que properonistas, vieron cómo sus esfuerzos se agotaban en la sesión de la semana que pasó, y ni siquiera pudieron disciplinar a todos los senadores en un tema que, dentro de la Ley Bases, era el corazón del proyecto libertario: frenar o al menos morigerar el Rigi. Los coletazos resuenan en todo el país, especialmente en Jujuy, porque la senadora ultracristinista Carolina Moisés votó el nuevo régimen, sobre el que volveremos más adelante.

Los radicales tienen en Martín Lousteau un presidente con el que nadie o muy pocos se identifican, mientras las otrora poderosas cúpulas de cáusticos lenguaraces y sólidos referentes permanecen en un silencio candoroso y despistado. El exministro de CEFK, que ya había organizado el zafarrancho de la tristemente célebre resolución 125 que detonó el choque del gobierno K con el campo, ahora presentó un proyecto propio, y en el recinto realizó un ataque tan despiadado y violento contra el Gobierno que ni al más pintado de los peronistas le hubiera salido tan redondo, pero les regaló el quórum. Eso no fue todo, Lousteau votó en contra del partido que lo tolera en la presidencia, y actuó en contra del pedido de sus gobernadores, responsables de dar la cara ante la gente. La izquierda de Nicolás del Caño y Myriam Bregman, sin combustible para la carrera hacer rugir sus motores pero no sale de los boxes. Lilita Carrió y su gente están prácticamente entrando a la historia, y los peronistas "republicanos" deberán buscar una brújula urgente, antes de que su navío encalle en las desoladas playas del olvido.

El "caso Carolina" aún rebota por las calles de Jujuy. Como dijimos, el régimen de grandes inversores, así como está, puede poner en jaque a las pymes, a las industrias medianas y aún a las grandes, y lesionar gravemente a las economías regionales. La senadora se justificó diciendo que "votó por Jujuy" para dar la oportunidad que lleguen grandes capitales. Pero detrás de los cruces, está nada menos que el litio, emblemático tesoro apetecido por el mundo moderno y futuro. No es el caso de otros senadores que también acompañaron el proyecto como fue presentado: el litio pone las cosas en andariveles absolutamente diferentes y únicos, y protegerlo debe ser una causa provincial. Moisés sufrió el primer cross a la mandíbula de la diputada nacional Leila Susana Chaher: "¿A cambio de qué?", le preguntó con terrible ironía. Siguieron en Jujuy, los diputados peronistas Rubén Rivarola, Varónica Valente, Claudia Sánchez y Juan Jenefes que con distintos argumentos cuestionaron el Rigi. Pero los truenos políticos van más allá de las quejas.

En Buenos Aires el jujeño Alejandro Vilca (FIT) denostó a la senadora, como era lógico, se supone que son adversarios, aunque no siempre, pero un compañero de los más duros, el exsecretario de derechos humanos de CEFK, Horacio Pietragalla, explotó: "Se vendieron por 4 pesos con 50. Que nos expliquen a cambio de qué entregaron el futuro de la Patria". Y Pietragalla no es de los que hablan con este volumen solo por su cuenta. Detrás de su alarido las versiones indicaban que fuertes operadores del círculo áulico empresario internacional vinculado a la energía habrían operado entusiastamente para obtener algunos votos. La senadora hizo circular una foto de una reunión donde supuestamente habría acordado con los gobernadores Gustavo Sáenz de Salta y Carlos Sadir de Jujuy la aprobación del régimen. Inmediatamente los políticos, suspicaces, creyeron ver detrás de la foto los supuestos titiriteros: Detrás de Sáenz, Sergio Massa, hoy devenido en interlocutor y representante del famoso "círculo rojo" nacional e internacional.

Detrás de Carlos Sadir, al grupo de radicales mudos disgustados con Lousteau y al conjunto de gobernadores a los que Juntos por el Cambio ayudó a llegar a sus sillones. Y detrás de Carolina, imaginaron un guiño de Alberto Fernández, pero recolectaron los repudios de las agrupaciones peronistas (La Jauretche, la Saúl Ubaldini, entre otras) y fundamentalmente, de la CGT regional Jujuy, que luego de cabildeos de diferente calibre optaron por emitir un comunicado que en síntesis dice de los senadores que se abrieron del peronismo: "Conservan los vicios que criticaron y que dijeron que no iban a repetir, anteponiendo el interés personal por delante del nacional". Durísimo, pero no tan fuerte como las voces que ya exigen que a la desviación de la senadora sampedreña, debería continuarle su abandono de la banca. Desde Buenos Aires agregan que CEFK está que trina con los díscolos, porque interpreta, con razón, que la derrota en el Senado, no es sólo a la oposición, sino a ella misma, que milita cada día con más energía el enfrentamiento con Milei.

Otra consecuencia sería el posible adelantamiento de las elecciones internas en el distrito Jujuy, para concluir con la intervención que ordenó Alberto Fernández. Chismes de los mentideros que rodean a la sede nacional del PJ aseguraban ayer que en pocos días se tomarían determinaciones urgentes. Porque además, corre cada noche con más fuerza el rumor de que los radicales convocarían nomás para mayo las elecciones provinciales de renovación parlamentaria, exactamente a dos años de los comicios que consagraron a la fórmula Carlos Sadir/Alberto Bernis. Será una semana corta... pero brava...

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