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2 de Agosto,  Jujuy, Argentina
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Tumultuosa paz para pensar

Lunes, 24 de junio de 2024 01:00

Tumultosa paz. Contradictorios vocablos, pero realidad cotidiana como el mismo motivo que la origina.

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Tumultosa paz. Contradictorios vocablos, pero realidad cotidiana como el mismo motivo que la origina.

Para mejor evidenciar su existencia era necesario dar un nombre al conflicto y esta incoherencia termino redondeando el concepto.

Allí nace lo difícil de su aceptación y obliga a un análisis etimológico que permita su aprobación y sentido a la expresión. No es fácil su concepción y menos tan anárquica asociación.

Pero su aplicación existe y obedece a un realismo qué en su referencia, exige determinar y naturalizar humanos comportamientos. La paz sugiere calma, sosiego, tranquilidad. Lo tumultuoso se asocia al revuelo, alboroto, agitación.

Enfrentados como se ven, ¿qué cosa lleva a asociación tan disímil? ¿Si ambos gramaticalmente son adjetivos opuestos en su intención, de qué manera esta simbiosis tan estrecha como definida logra pintar y hacer comprender un comportamiento?

Es posible que no se encuentre mejor estrategia para describir tan bien el anhelo de la paz, como el uso de un complemento antagónico; expresando y resaltando lo que nace de su propia contradicción.

Esta situación se repite en cuanto análisis se haga en los menesteres de la vida. Su argumento fuerte enriquece la explicación afianzada en el complemento que nace de lo diferente, no raramente de lo opuesto, recorriendo todas las áreas imaginables de la vida.

Así es posible reconocer características que identifican y marcan armónicamente una impronta vivencial en lo biológico, psicológico y espiritual. En su exploración, nítidamente aparece el complemento: lo diferente.

No siempre para oponerse, a veces para acentuar en lo contradictorio la significación. Esto puede verse en la dimensión espiritual, ámbito donde se destaca la fuerza y el propósito interior, enfrentada a la debilidad humana.

Como vemos, es difícil lograr la paz y sepultar lo tumultuoso. La evidencia lo muestra claramente la Epístola de San Pablo a los Romanos 7,15-16 cuando desde el sufrimiento dice: "Realmente mi proceder no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino que hago lo que aborrezco".

Está relatando el fuego opresor de lo contrario a una intención. íSu parte humana! Configurando una tumultuosa paz, o una paz condicionada por "ser", imperfecto, forzada, pero "ser".

Es probable, refiriéndome con mucho y respetuoso cuidado, que esto ocurra en la compleja y difícil situación de un largo penar, como ocurre en la disforia de género y otras situaciones no menos importantes.

Hablar de una tumultuosa paz, forzada a la convivencia internacional de potencias, no es cosa de discernir ahora ni más tarde, porque hace a un nivel de complejidad y secretos nunca revelados, y menos investigados por el mundo. Lo cual ya nos disculpa grandemente de intentar encontrar una raíz al conflicto latente.

Solo nos queda rogar a Dios desde la más pura impotencia y desconocimiento, por la paz del mundo y en particular, por la paz en el corazón de los hombres.

Finalmente, San Agustín abre un espacio de confianza cuando dice: "Vivamos bien y los tiempos serán buenos.

Nosotros somos los tiempos".

¿Alguna duda?

 

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