Todo lo que hacemos responde a una necesidad real o imaginaria.
inicia sesión o regístrate.
Todo lo que hacemos responde a una necesidad real o imaginaria.
La procrastinación está al servicio de protegernos de algo que percibimos como una amenaza. Aunque pueda parecer contraproducente, cumple con una función adaptativa o de defensa. Algunas necesidades que podría estar cubriendo son una pseudo forma de: evitar el malestar emocional. La tarea puede generar estrés, ansiedad, miedo al fracaso o sensación de incompetencia, por lo que postergar se convierte en una manera de proteger nuestra autoestima o regular nuestras emociones. Pero, aunque al comienzo pueda ser vivenciado como una evitación de malestar, finalmente se vuelve un agujero negro de malestar, que interfiere, nos enoja y nos deja como en un juego torturante de ¿cómo dejé pasar tanto tiempo sin hacer lo que tenía que hacer?
Preservar energía: puede responder al instinto de ahorro de recursos, especialmente cuando percibimos que la tarea es abrumadora o que no tenemos suficiente energía para afrontarla en el momento. Esta evitación también es engañosa, pues para no ir a lo que necesitamos, debemos emplear más energía para no avanzar que para avanzar.
Buscar placer inmediato: elegir actividades más agradables o fáciles nos da una recompensa emocional instantánea, satisfaciendo la necesidad de comodidad o gratificación. El placer inmediato es un mal hábito de la actualidad. Todo es ya, no hay procesos. La vida es voraz, sin sabor, sin disfrute. Solo el accionar del gatillo que gratifica y gratifica, incrementando la frustración y ansiedad, con la intolerancia al paso a paso.
Miedo al éxito o al cambio: a veces, completar una tarea nos expone a nuevas responsabilidades, expectativas o incluso críticas. La procrastinación puede protegernos de esa incertidumbre o del temor al éxito. Hay una cristalización de nuestra identidad, y una exigencia de control o saber de eso que emerge y que requiere de una nueva construcción.
Tiempo para clarificar objetivos: en algunos casos, postergar puede ser un intento inconsciente de ganar tiempo para organizar ideas o priorizar lo que realmente importa. Esto es real, si el tiempo que se toma es consciente. Sino, es un pseudo calmante, pero es difícil que en la espera ansiosa haya clarificación.
¿Hay algo que aun sigues postergando? ¿Cómo te estás impidiendo tus metas? ¿Qué te quitas no logrando el éxito? ¿En qué cambiaría tu vida si lograras concretar lo que estás dejando sin concluir? ¿A dónde miras? ¿A quién miras? ¿Qué conflicto está en juego entre tu deseo y tu culpa o miedo?
¿Hay emociones que están guardando por que no son aceptables? ¿Temes decepcionar a alguien si tomas una decisión?
¿Estás tratando de evitar la ansiedad? ¿Tienes expectativas muy altas? ¿Eres perfeccionista? ¿Eres del todo nada y no puedes aceptar la gama de grises y contratiempos propios de la vida?
¿Eres castigador, duro, intolerante, rígido?
¿Las tensiones internas te dominan y bloquean?
Si algo de esto te pasa, quizás estés en este juego torturante del procrastinar. Lo bueno es que una vez que te reconoces y tomas la decisión de hacer algo, es como cuando vas a manejar y direccionas para poder avanzar.
Un proceso terapéutico te facilita el ver al servicio de que está la procrastinación, dónde o como se origina y sostiene, así como desarrollar la conexión con tu deseo, necesidades propias y con el poder que te habita a través de tus recursos.
Un ejercicio interesante es tomar dos papeles en uno escribes yo, en el otro procrastinar . Los ubicas en el espacio. Luego te paras en un lugar y luego en el otro. Observa que sientes, donde lo sientes. Luego vuelves a tu lugar y mirándola le decís te veo. El primer paso es ver, darse cuenta. Desarrollar la conciencia es un regalo que todos debiéramos darnos.
No pretendo reemplazar ningún proceso terapéutico, solo que puedas empezar a ser consciente. Hay un regalo precioso allí.
Lleva la mano a tu corazón mientras respira y pregúntante: ¿Cuál es mi propósito en la vida? ¿Qué me expresa? ¿Qué me da alegría? ¿Dónde expreso mi mejor versión?
Es hora de dejar de fugarte del presente, de ti mismo.
Es hora de que puedas conectarte a tu yo real, auténtico, a tus necesidades reales y no impuestas o tomadas de otros.
Es hora de cerrar las cosas inconclusas.
Es hora de que te autorealices.
Sal de esa tibieza tranquilizadora que te va matando de a poco. Vive y deja vivir.
Finalmente te dejo algunos tips prácticos para combatir la procrastinación.
Divide la tarea en pasos pequeños: las tareas grandes pueden ser abrumadoras; dividirlas en pasos más pequeños hace que parezcan más manejables.
Establece tiempos específicos: fija horarios concretos para trabajar en la tarea en lugar de dejarlo para "cuando tengas tiempo".
Usa la técnica Pomodoro: trabaja en bloques de tiempo (25 minutos, por ejemplo) seguidos de un breve descanso. Esto ayuda a mantener el enfoque sin sentir que es un esfuerzo interminable.
Identifica y elimina distracciones: reconoce los elementos que suelen distraerte (teléfono, redes sociales) y limítalos mientras trabajas en tus tareas.
Encuentra tu motivación: pregúntate por qué es importante realizar la tarea. Tener un motivo claro y recordarlo puede darte el empuje necesario.
Visualiza el resultado final: imagina cómo te sentirás una vez que hayas completado la tarea. La satisfacción anticipada puede servir como motivación.
Establece recompensas: premia tu avance. Por ejemplo, permítete un descanso especial o una actividad que disfrutes tras completar cada parte de la tarea.
Haz un compromiso público o busca un compañero de responsabilidad: contarle a alguien sobre tu objetivo puede aumentar tu motivación, ya que es más difícil posponer algo cuando hay otra persona involucrada.
Usa afirmaciones positivas: reemplaza pensamientos negativos con afirmaciones que refuercen tu capacidad para completar la tarea.
¿Te resultó útil este artículo? ¿Te animas a asumir el compromiso público de ir de la procrastinación a la concreción? ¿Nos contas tu experiencia?
(*) Licenciada en Psicología; coach ontológico profesional; magister en Salud Pública con mención en Atención primaria de la salud; especialista en Salud Pública; facilitadora en procesos de comunicación, resolución de conflictos, expansión de la conciencia, liderazgo; coordinación de grupos y conciencia de redes; y facilitadora en entrenamientos a líderes en gestiones de oratoria y comunicación. pamela_arraya@yahoo.com.ar, cel 3884416256.