¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

22°
25 de Junio,  Jujuy, Argentina
PUBLICIDAD

Señales de una relación tóxica

Miércoles, 13 de noviembre de 2024 01:00

Lo primero que quiero destacar al desarrollar este artículo es que hablo de relaciones y no de personas tóxicas. El recaudo lo tomo, pues veo con frecuencia una tendencia a 1) La victimización; 2) A la identificación del otro como "malo" y "pobre de mí"; 3) A la externalización, poner la responsabilidad en el otro.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Lo primero que quiero destacar al desarrollar este artículo es que hablo de relaciones y no de personas tóxicas. El recaudo lo tomo, pues veo con frecuencia una tendencia a 1) La victimización; 2) A la identificación del otro como "malo" y "pobre de mí"; 3) A la externalización, poner la responsabilidad en el otro.

Con esto, no estoy negando que haya personas que obren sin ética ni moral, lo que quiero resaltar es que, en el mundo adulto, en general lo que sucede es con nuestro permiso o consentimiento. No es culpa de una sola persona, sino la resultante de patrones de comportamiento mutuos.

En una relación tóxica, quienes están involucrados son personas proclives a tener ciertas características que aumentan la probabilidad de involucrarse en dinámicas destructivas.

Algunas de ellas son baja autoestima: si no conozco mi valor y lo que merezco. Si no puedo verme, reconocerme, amarme, si estoy vacío de mí mismo, aceptaré tratos injustificables.

Dependencia emocional: si en lugar de crecer y tomar mi vida con las oportunidades y riesgos que conlleva la libertad, me quedo en el niño que busca algo que llene sus vacíos y aburrimientos; lo más seguro es que encuentre personas excéntricas, manipuladoras dispuestas a direccionar mi vida.

Falta de límites saludables: el aprendizaje de poner límites implica autoconocimiento, poder de decisión y comunicación. Hay quienes no saben hasta donde son responsables de las cosas, que quieren de verdad, qué pueden, que necesitan. Poner límites implica la construcción de un yo saludable, que sabe cuál es su centro, su eje. Que en lugar de estar en el niño que busca amor o ser mirado como bueno, asume su lugar adulto y se resguarda, se protege y se relaciona con consciencia de sí mismo y del otro.

Biografía con antecedentes de relaciones disfuncionales: todo lo que permitimos o no en la vida, todo lo que vivimos se correlaciona con lo vivido. En las familias hay con frecuencia patrones de maltrato, violencia, rigidez, manipulación. Acciones que se viven como normales, cuando en realidad son destructoras de nuestra dignidad y se normalizan por hábito y cultura.

Idealizaciones cristianas que distorsionan el poner la otra mejilla: muchas veces se cree que si se tiene paciencia, si se ama las cosas cambiarán, que sólo se trata de esperar. Aquí, lo importante no es lo que las personas prometan o digan, lo importante es mirar las acciones del otro y observar mis sensaciones: ¿es cómodo, me hace bien, dónde tengo sensaciones corporales? Así como también preguntarme: ¿es digno, me respetan, me respeto?

Falta de habilidades para comunicar necesidades: este punto se correlaciona con la biografía personal. Cuando en la historia personal se ha anulado nuestra voz por experiencias traumáticas o patrones familiares disfuncionales, muchas veces se vivencia como "tener nudos en la garganta", "no poder decir", "no sentir por desconexión".

Señales de una relación tóxica:

1- Falta de respeto y manipulación emocional.

Los comentarios despectivos, las burlas, las críticas destructivas y la manipulación emocional son señales de que la relación es dañina.

2- Desigualdad de poder.

Si una persona siempre tiene el control o toma todas las decisiones, y la otra parte se siente constantemente dominada o subordinada.

3- Aislamiento social.

Intentos de alejarte de tus amigos, familia o actividades que disfrutas, con el fin de tenerte controlado/a.

4- Desconfianza y celos excesivos.

El control excesivo de tus movimientos, la invasión de tu privacidad o la constante duda sobre tu lealtad.

5- Ciclos de conflicto y reconciliación.

Las discusiones constantes seguidas de "reconciliaciones" que no son genuinas, sino solo un parche temporal para evitar la confrontación real.

6- Inseguridad y pérdida de autoestima.

Si te sientes constantemente inseguro/a, incapaz de tomar decisiones o te cuestionas tu valor como persona debido a la relación.

Estrategias para romper el ciclo de una relación tóxica:

1- Reconoce y acepta el problema.

El primer paso es ser honesto contigo mismo sobre la toxicidad de la relación. Negar los problemas solo perpetúa el ciclo.

2- Establece límites claros.

Es importante identificar y establecer límites saludables con la otra persona. Si estos no son respetados, es una señal de que la relación no es saludable.

3- Busca apoyo externo.

Habla con amigos, familiares o incluso un terapeuta. El apoyo externo puede proporcionarte claridad, perspectiva y ayuda emocional en momentos difíciles.

4- Recupera o construye tu independencia emocional y social.

Empieza a reconectar con tus amigos, hobbies e intereses fuera de la relación. Esto te ayudará a recuperar tu sentido de identidad y autonomía.

5- No te sientas culpable por cortar la relación, ni culpes.

Romper el ciclo no significa que seas una mala persona. A veces, la relación es tóxica y dañina, y lo más saludable es terminarla para tu propio bienestar.

6- Sé firme y consistente.

Si decides poner fin a la relación, hazlo con determinación. No caigas en las promesas vacías o manipulaciones de la otra persona para que regreses.

7- Busca ayuda profesional si es necesario.

Si sientes que la relación ha dejado un impacto emocional profundo o te resulta muy difícil salir de ella por ti mismo/a, un terapeuta puede brindarte herramientas útiles para la recuperación.

8- Tómate el tiempo para sanar.

Después de romper la relación, date tiempo para sanar y reflexionar sobre lo que has aprendido. Esto es crucial para evitar caer en patrones tóxicos en futuras relaciones.

Recuerda: romper con una relación tóxica puede ser muy difícil, especialmente si hay una mezcla de amor y dolor, pero tu bienestar emocional y físico siempre debe ser la prioridad.

(*) Licenciada en Psicología; coach ontológico profesional; magister en Salud Pública con mención en Atención primaria de la salud; especialista en Salud Pública; facilitadora en procesos de comunicación, resolución de conflictos, expansión de la conciencia, liderazgo; coordinación de grupos y conciencia de redes; y facilitadora en entrenamientos a líderes en gestiones de oratoria y comunicación. [email protected], cel 3884416256.

 

Temas de la nota

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD