Se supo del fallecimiento de María Eugenia Gasparovic, el pasado 12 de agosto, y las redes se llenaron de tristeza desde el ámbito de las Letras y la cultura principalmente. Pero ella, joven mujer de 52 años, había delineado su camino de diferentes profesiones e intereses, se capacitó en temas de actualidad y sociales, y mientras tanto llevaba adelante la Editorial Pyrautas, que se creó en 2010 y que hasta el momento llevaba 48 libros publicados de todos los tenores.
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Se supo del fallecimiento de María Eugenia Gasparovic, el pasado 12 de agosto, y las redes se llenaron de tristeza desde el ámbito de las Letras y la cultura principalmente. Pero ella, joven mujer de 52 años, había delineado su camino de diferentes profesiones e intereses, se capacitó en temas de actualidad y sociales, y mientras tanto llevaba adelante la Editorial Pyrautas, que se creó en 2010 y que hasta el momento llevaba 48 libros publicados de todos los tenores.
Es que, sin dudas, María Eugenia fue una inquieta de la vida. Y quizás llevar adelante una editorial, tuvo que ver con la admiración y profundo amor por su madre, Elva Meles, destacada escritora jujeña, que claramente encontró en su hija una gran aliada.
Recorriendo su formación nos encontramos con que se recibió de profesora de Ciencias Biológicas, y de licenciada en Biología. Que estudió técnica editorial en el Instituto Superior de letras Eduardo Malea; que fue coach de Programación Neurolinguística; que se especializó en Educación Superior y que hizo una diplomatura de Género y Trata de personas. De ahí la calificación para cada uno de sus pasos.
Se fue, a consecuencia de una enfermedad terminal, una laburante de la cultura, y eso es lo que explotó en mensajes.
Eraclio, autor de la columna Histoletras de nuestro diario, expresó: "Estimada María Eugenia, dejaste a tu madre Elva Meles y familia, en un verdadero campo de tristeza. Tu adiós definitivo es algo que ocurre como incomprendido, por tu edad que lleva la fuerza aún de una juventud en vuelo y por tus ganas de hacer y crear, en el mundo de las letras, como editora de publicaciones y libros, llamados Ediciones Pyrautas, especialmente de historia, poesía y literatura jujeña. Esta tarea tuya, estoy seguro que a la escritora Elva Melés la llenó de un secreto orgullo. Hoy sólo su profunda fe y su corazón de acero la sostienen, junto a su amada familia".
Y también le habló a su madre: "Elva, quería acompañarte con este gesto de tu propia piel y de la tarea creativa de tu querida hija, como el mejor homenaje para que la recordemos siempre. Sé que es muy difícil conformar a un progenitor cuando se quiebra una rama de su árbol, antes de su propio final. La decisión se encuentra en los lindes infinitos del universo misterioso. Toma tu coraza y tu escudo de acero y mira hacia el azul del cielo, allí está ella que te acompañará siempre. Porque para los padres orgullosos sus hijos no mueren nunca".
La última vez que María Eugenia apareció por la redacción de El Tribuno de Jujuy, fue para acompañar la difusión de un enorme libro "Guía práctica de higiene y seguridad en el trabajo", del licenciado Juan Daniel Rojas, que se presentó incluso en la Feria del Libro de Jujuy del año pasado. Hablaba con orgullo que había logrado una edición de gran calidad y tamaño que era fundamental en varias instituciones educativas.
Pero claro la poesía, las novelas, la historia, todo tema que mereciera la creación de un autor jujeño tenía su posibilidad en Ediciones Pyrautas.
Así, algunos de los tantísimos títulos que se publicaron desde su emprendimiento fueron "Nos Mester, nuestro oficio literario"; "A los héroes del pasado", poemario educativo de identidad latinoamericana; "Decires", "Esperando la Navidad (colección de cuentos de bolsillo), y "Valentina", de su madre Elva Meles; el Poemario "Caleidoscopio", antología de la Sade (Sociedad Argentina de Escritores de Jujuy); "Se derrite la lluvia", poemas de María Ester Tabarcachi; "Cazador de sueños (relatos de fantasía)" de Daniel Guido Ruiz; "La estructura municipal en Jujuy", de Silvia Andrea Subelza; "Mis 100 reflexiones (la vida es una tonalidad de grises)", de Alejandro Germán Alaniz; "Herencia poética", de Silvina San Martín; por mencionar sólo algunos.