Este 20 de junio, casi en toda la Puna jujeña, el cielo fue testigo de un acto que trasciende protocolos: la Promesa de Lealtad a la Bandera Argentina, realizada con fervor y orgullo por estudiantes de distintas escuelas de la región VII.
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Este 20 de junio, casi en toda la Puna jujeña, el cielo fue testigo de un acto que trasciende protocolos: la Promesa de Lealtad a la Bandera Argentina, realizada con fervor y orgullo por estudiantes de distintas escuelas de la región VII.
En algunas instituciones fue un alumno en otras fueron dos los niños que alzaron su voz con convicción; en otras, cinco. Y hubo también aquellas donde las sillas estuvieron más colmadas. Pero el número no fue la noticia: lo verdaderamente significativo fue la intensidad con la que cada palabra fue pronunciada. En cada mirada, en cada mano al pecho, latía el profundo sentido patriótico de quienes, desde estos paisajes altiplánicos, honran los valores que forjaron nuestra identidad nacional.
A lo largo y ancho de estas escuelas de la Puna, se hizo visible el incansable trabajo y compromiso de los docentes, directivos y familias, quienes acompañaron cada instante con orgullo, responsabilidad y emoción. Ellos son parte esencial de este tejido educativo que, día a día, siembra ciudadanía y pertenencia.
Una vez más, la escuela rural se consolidó como faro cultural y educativo, donde el compromiso cívico y el orgullo por la patria florecen incluso a miles de metros de altura.
Aquí dejamos imágenes que vale más que mil palabras, instantáneas capturadas que condensa la emoción, la memoria y el futuro. Porque en la altura y el silencio de la Puna, la bandera también encuentra su voz.: