"La muerte de Francisco, me sorprendió como a todos, dolorosamente. No por inesperada, porque sabíamos que su salud estaba muy quebrantada, sino porque al verlo recuperándose, yo, como todos, volvimos a creer que la fortaleza y la voluntad que mostraba nuestro Papa lo hacía indestructible. Ahora, frente a su muerte, pienso que sus últimos esfuerzos eran producto del deseo de despedirse de su gente y dejar quizás un último mensaje de amor", dijo a la prensa el diputado Rubén Armando Rivarola.
inicia sesión o regístrate.
"La muerte de Francisco, me sorprendió como a todos, dolorosamente. No por inesperada, porque sabíamos que su salud estaba muy quebrantada, sino porque al verlo recuperándose, yo, como todos, volvimos a creer que la fortaleza y la voluntad que mostraba nuestro Papa lo hacía indestructible. Ahora, frente a su muerte, pienso que sus últimos esfuerzos eran producto del deseo de despedirse de su gente y dejar quizás un último mensaje de amor", dijo a la prensa el diputado Rubén Armando Rivarola.
"Yo siento que Francisco, impuso a la iglesia una modernización necesaria, y le aportó un aire fresco que nos llegó a todos los fieles. Y principalmente, porque Francisco, sin lugar a dudas, tras haber sido el argentino más importante en la historia de la humanidad, como buen franciscano, misionero, hizo un culto de la humildad y la pobreza. Y su enorme espiritualidad al servicio de la paz, la justicia, la misericordia y la defensa de los pobres y excluidos, quedará instalada en el mundo para siempre", agregó Rivarola.
Finalmente, el legislador del PJ puso de relieve "el enorme respeto por la diversidad de todo tipo, las recomendaciones del cuidado del planeta, que se reflejaban en su aprecio por la belleza y la armonía de la creación, a través de la cual alababa a Dios en toda su plenitud. Fue único, distinto, y además impuso su estilo latinoamericano en las formas del trato y los hábitos sencillos, que llevó por todo el mundo. Creo que meditando sobre la vida y la obra de Francisco, más la personalidad del padre Jorge (Mario Bergoglio) como le gustaba que lo reconozcan, el dolor inicial lentamente va dejando paso a la alegría de saber que nuestro Papa, dejó un ejemplo y un legado maravillosos, y volvió a la casa del Padre. Allí, donde está sentado a su diestra, ahora podremos pedirle lo que él nos pedía siempre: que rece por nosotros" concluyó.