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24 de Junio,  Jujuy, Argentina
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Jujuy en el largo caminar de Atahualpa Yupanqui (II)

Segunda entrega de este tópico de investigación sobre el compositor y nuestra provincia.

Martes, 22 de abril de 2025 01:04
ATAHUALPA YUPANQUI | EN SUS CREACIONES, JUJUY ESTUVO PRESENTE.

Por Augusto Berengan

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Por Augusto Berengan

(colaboración especial)

Como ya hemos dicho en el anterior artículo sobre el largo caminar de Atahualpa Yupanqui en Jujuy se estableció en nuestra provincia, a partir del año 1938. Anteriormente, el hombre ya había permanecido por más de un año en tierras entrerrianas y ponderado el innato sentido de la amistad de los Panza Verde y ahora, además de su decisión por desentrañar el hondo silencio Jujeño se disponía también, a hacer amigos en estas comarcas. Decíamos de un silencio el cual y paradojalmente, se enmudecía ante el expectante y receptivo oído del Estudiante de Tradiciones (sic). De modo que muy pronto y andando los Horizontes de Piedra provincianos hasta en los guijarros, percibiría un rumor: No digo que tengan voz /ni que se digan palabras/ocasiones el silencio/dice las cosas más claras... Muy pronto el hombre desde los vientos cumbreños ahora también, podría oír el muy antiguo lenguaje de esa altísima y gigantesca apacheta llamada Cerro Chañi:

...El Chañi, centinela de tu gloria

alza su cumbre misteriosa y bella,

y en la bóveda azul busca una estrella

para adornar el libro de su historia...-

Y como no podía ser de otra manera, muy pronto lo ganaron los hondos misterios de la Quebrada de Humahuaca. Sus diversos y extendidos pueblos, su gente lugareña, el Río Grande y sus tributarios en caudales menores todos ellos, generosos surtidores de vida. Cercanías de surcos, corrales de pircas, una tierra siempre dispuesta en maíces, manzanas, duraznos y más todos ellos, parte de un bello y único paisaje:

Juella

Mañanita helada

despertando en Juella

Changos quebradeños

rumbeando a la escuela.

Verdes en las quintas,

brillos en las piedras.

Burritos cuesteros,

cantares de acequias...

Tal vez por ese antiguo e innato pudor del hombre criollo, Atahualpa Yupanqui no fue amplio en cantar al amor de pareja por eso, cuando en su poética sobre la mujer, ella aun siendo su heroína, prefirió referirla desde otras connotaciones aunque sin menguas su ponderación hacia el sexo opuesto y aquí, un fragmento de su poema:

Madre Coya

...Soy la madre Kolla de todos los tiempos,

íSoy Runa, Señor!

Mitar, piegra y sombra.

Mitar, piegra y sol.

Dale con mis penas, viejas como el río.

Dale con las cosas de mis sueños indios,

Y paso la vida siempre igual...igual:

Invierno es de nieves, verano, es de ríos

íque es mesmo la nieve que entra a viajar.

Vengan soles juertes, llenos de rigor.

Que se hagan de golpe

Los ríos, barriales,

Los sueños, dolor...

íNo le hace! íNo le hace!, íSoy Kolla, Señor...!

Y tal vez por ese credo que supo escuchar del gran argentino que fuera Don Ricardo Rojas -todo un arquetipo para su formación eminentemente humanística- cuando le tocó mirar al hombre como especie Don Ata siempre lo hizo, como un elemento más del paisaje. Por eso fue que le llegaron tan hondo los Misterios Poéticos Argentinos descriptos por Don Ricardo y aquí un ejemplo, al describir esos Misterios de nuestro norte con sus cerros, sus montañas y sus altos valles:

El Quenero

...Perfil de cóndor andino,

rostro que el viento alisó.

Ojos llenos de silencios

y manos de labrador

Usa chucla de montaña,

tiene poncho de color,

ushutas de con sed de cumbres

y quena con sed de amor...

En todas sus poesías, narraciones y cantares directa o indirectamente Jujuy, siempre estuvo presente en su arte. No hubo un Reportaje, una Alusión al pasar o, desde el aire silbador de un Bailecito o, en el distraído tarareo de una zamba o, ante dos mil personas en un teatro de Japón donde Jujuy, haya estado ausente. Es dable afirmar que nuestra provincia le debe al Cantor de Artes olvidadas (sic) que este, nuestro entrañable nombre sonara hasta en las más lejanas comarcas. Por todo ello finalmente, no cabe duda que sin Jujuy en el largo caminar de su inspiración, este Estudiante de Tradiciones (sic) hubiera sido menos, Atahualpa Yupanqui.

 

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