Segunda victoria de Oscar Piastri en 2025. El piloto australiano resolvió un fin de semana redondo y relativamente tranquilo. Todo lo contrario que su compañero Lando Norris, quien se peleó con todos. Aunque quien sí sufrió un calvario fue Max Verstappen, por no hablar de la odisea particular de Carlos Sainz. El Mundial de F1 se aprieta tras el Gran Premio de Bahréin de Fórmula 1.
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Segunda victoria de Oscar Piastri en 2025. El piloto australiano resolvió un fin de semana redondo y relativamente tranquilo. Todo lo contrario que su compañero Lando Norris, quien se peleó con todos. Aunque quien sí sufrió un calvario fue Max Verstappen, por no hablar de la odisea particular de Carlos Sainz. El Mundial de F1 se aprieta tras el Gran Premio de Bahréin de Fórmula 1.
El GP de Bahréin comenzó con una sanción fugaz a Lando Norris por colocarse mal en el cajetín de la salida. Max Verstappen, avispado, se chivó por la radio y la Federación Internacional de Automovilismo se percató rápido: penalización de cinco segundos de manual. Así se entendieron mejor los primeros metros frenéticos del McLaren del piloto inglés, que avanzó del sexto puesto al tercero en apenas un sector con el neumático blando.
Al cabo de unas 10 vueltas, comenzó la oleada de paradas, y es que el C3 de color rojo aguantó poco para la mayoría de la parrilla. Si el Red Bull RB21 ya iba mal, los problemas se intensificaron para Verstappen y Tsunoda: el semáforo rojo del pit de los de Milton Keynes ralentizó la primera parada del neerlandés y japonés, precipitándose ambos en la tabla de posiciones.
Ni en Australia hubo tanta acción: adelantamientos y luchas en cada vuelta hasta que ocurrió lo inevitable: un toque. Concretamente, el de Yuki Tsunoda con Carlos Sainz. El peor parado fue el piloto español: el fondo de su Williams FW47 comenzó a despedazarse, perdiendo rendimiento inmediato, retirándose de la carrera y provocando la salida del coche de seguridad.
El principal perjudicado del Safety Car inesperado fue Kimi Antonelli, que se vio forzado a ir a tres paradas. También el Aston Martin de Fernando Alonso, cuya estrategia con el neumático medio se vio interrumpida. Por delante, los McLaren optaron por el C2, mientras que George Russell montó la goma blanda y Charles Leclerc la más dura. Triple estrategia diferente para el desenlace de un Gran Premio de lo más ajetreado en los últimos años en Bahréin.
Lando Norris perdió una vez más posiciones contra los Ferrari en la resalida, aunque se recompuso enseguida. Eso sí, su actuación mejorable dejó en bandeja la segunda victoria de su compañero Oscar Piastri en la presente campaña. Sorprendentemente, Verstappen salvó un sexto puesto in extremis en el peor GP del año para el tetracampeón y su Red Bull inconducible. Por su parte, Fernando Alonso sólo pudo finalizar 16º con un Aston Martin AMR25 que, a día de hoy, no da para más.