MARÍA EUGENIA NALLY
Como participante de la Misión de Observación electoral de los últimos comicios desarrollados en Chile, el pasado 16 de noviembre de 2025, llevada a cabo en forma conjunta entre la Universidad Siglo XXI y la Word Wide Elections, pude vivenciar y elaborar un análisis crítico al respecto.
El proceso eleccionario se vivió con total tranquilidad y mediante un sistema de transparencia que no cuestiona la ciudadanía, generando así un clima de responsabilidad política y una democracia participativa. A pesar de haberse establecido la obligatoriedad del voto, el Servel (Servicio Electoral de Chile) informó que el 85,4 % de los ciudadanos concurrieron a votar. Porcentaje sumamente elevado en comparación con otras elecciones, donde el porcentaje oscilaba entre el 40 % y 45% de participación.
La elección se llevó a cabo bajo un clima de polarización política pos estallido social del año 2019 y tras dos fallidos procesos constitucionales. La actual conducción del gobierno de izquierda (Gabriel Boric Font) ha estado marcada por el estancamiento económico, por la crisis de inseguridad y los fuertes conflictos entre los chilenos y los inmigrantes, temas que fueron ejes centrales en las campañas electorales de los candidatos.
La contienda realizada el pasado domingo 16 de noviembre de 2025, estuvo enfrentada, por un lado, el oficialismo (izquierda) y por otro lado el centro, centro derecha y extrema derecha.
Los resultados fueron muy ajustados posicionando a la candidata Jeanette Jara en primer lugar (comunista y oficialista) con un 26,8% seguida de cerca por el candidato José Antonio Kast (derecha) con un 23,9%. Dichos resultados dan lugar a una segunda vuelta a desarrollarse el 14 de diciembre de 2025, ya que ningún candidato obtuvo más del 50% de los votos.
La sorpresa la dio el candidato Franco Parisi, líder del Partido de la Gente, que obtuvo el 19,7% de los votos, el cual se encuentra del lado opositor a Jara y el cual manifestó claramente que ambos candidatos deberán salir a buscar sus votos a la calle para ganar en diciembre, dejando un claro mensaje de no apoyo a ninguno de los candidatos.
Contrariamente y apenas conocidos los resultados, alrededor de las 20 horas, fue sumamente llamativo el gesto de la candidata Evelyn Matthei, la cual había obtenido el 12,4% se presentó en el bunker de Kast a fin de brindar su total respaldo y acompañamiento. En igual sentido se expresó el candidato Johannes Kaiser (fundador del Partido Nacional Libertario.
No olvidemos que juntamente con las elecciones presidenciales se realizaban elecciones parlamentarias, ganando ampliamente el Partido Republicano, representado por Kast quien obtuvo 31 diputados, seguido por el partido de Parisi el cual logró 14 lugares.
Por su parte, el Senado, tuvo otra suerte, logrando la izquierda la mayoría, ya que la derecha solo obtuvo 18 bancas, de un total de 50.
El 14 de diciembre de 2025, se presenta otro panorama electoral, ya que, en las últimas elecciones, la derecha fue fragmentada y ahora Kast busca la unificación de ellos para poder llegar a la presidencia, y por otro lado, la izquierda con Jara, con pocas posibilidades de lograr frentes que le sumen votos.
En caso de ganar Kast, lo cual es muy probable en segunda vuelta, tendrá un Parlamento divido, lo cual es habitual en la sociedad chilena. Recordemos que la última vez que un presidente tuvo mayoría fue en la primera presidencia de Bachellet, la cual fue por poco tiempo, ya que la fue perdiendo durante su gestión.
La actividad realizada en las diferentes mesas en las que concurrí me permitió comprobar el cumplimiento tanto de la eficiencia como de la efectividad electoral y esto se vio reflejado en la divulgación de los resultados transcurridos dos horas posteriores al cierre de las mesas.
El procedimiento electoral es similar al de Argentina, donde cada mesa cuenta con un vocal (aquí presidente) y el lapso para emitir el voto es de 8 a 18 horas. Se difiere en cuanto a que cualquier ciudadano puede acercarse a observar la apertura de las urnas y el conteo de votos es televisado y sin necesidad de tener poder de representación de algún partido político.
En cuanto al voto en sí, se utiliza una boleta única, de color blanco y negro en donde se colocan los nombres de los candidatos y el logo partidario, sin contener foto de ellos. Se observó en los ciudadanos un claro conocimiento del manejo de la boleta, esto debido al tiempo considerable de utilización.
Por lo que lo vivenciado marca una expectativa que se definirá en pocos días, en donde se destaca la transparencia, la participación histórica y un clima de tranquilidad que reafirman la vigencia y la profundidad de la democracia, pilares de todo acto eleccionario.
(*) María Eugenia Nally es abogada, escribana y licenciada en Relaciones Internacionales.