En La casa del viento, camino a La garganta del diablo en Tilcara, invitados por Félix Pérez se reunió la familia y un grupo grande de viejos y buenos amigos, que comparten diariamente la amistad y el trabajo en la Quebrada, en San Salvador de Jujuy y en otras provincias del país, para honrar a la Madre Tierra.
inicia sesión o regístrate.
En La casa del viento, camino a La garganta del diablo en Tilcara, invitados por Félix Pérez se reunió la familia y un grupo grande de viejos y buenos amigos, que comparten diariamente la amistad y el trabajo en la Quebrada, en San Salvador de Jujuy y en otras provincias del país, para honrar a la Madre Tierra.
Levantada en un sitio privilegiado desde donde se observa la belleza del pueblo, una vez más se cumplió con la tradición respetando la costumbre heredada por el dueño de casa.
El domingo aproximándose el mediodía comenzaron a llegar las visitas con sus ofrendas, dispuestas a compartir una jornada inolvidable y comprometidas en revalorizar la ceremonia ancestral que en este mes se multiplica en la provincia.
Hasta allí llegó la intendenta del pueblo Sonia Pérez y su par de Aguas Calientes, Gregorio Mamaní; Bertil Kindgard, Fernando Coronel, directivo del Banco Macro, José Rodríguez Bárcena, secretario de Cultura de la Provincia, el chef Gastón Rodríguez, "Pocho" y Mauricio Lobo (de Córdoba), Javier Giubergia jefe de Gabinete del municipio de Perico, Marcela Ibarra de la Codepo, Carlos y Juan Carlos Mariani de semillería Don Antonio, Orán, los gemelos Enrique y Jorge Campregher de Dean Funes, Córdoba y entre muchos más.
Pérez junto a su mamá, Simona Pérez, abrieron la boca de la Pacha e iniciaron la corpachada, ofrendándole comidas y bebidas, y agradeciendo por su bondad y pidiendo a la vez, por salud, bienestar y todo el cuidado de los presentes que se llegaron hasta Tilcara movilizados por la creencia en la Madre Tierra y el lazo de amistad.
En el patio interno, bajo el agradable sol otoñal y donde desde hace muchos años atrás se mantiene esta costumbre de reunir a sus seres queridos, cada uno arrodillado ante la Pacha hizo su agradecimiento y en voz baja pidió para el tiempo que viene por la familia, las amistades y los compañeros del trabajo.
Corpachada la Pachamama, los presentes compartieron un rico almuerzo elaborado por Gastón Rodríguez, un exquisito locro y un asado de cordero; mientras que Lobo preparó un cabrito de Quilino y una mulita a las brasas.
Cuando comenzó a atardecer y refrescar, alrededor de las 18.30 se cerró la boca la Pacha y como es característico del dueño de casa y su familia, se cantaron unas coplas por la alegría de haber vivido una jornada y como se dijo adelante, inolvidable.