Preparándome para escribir este artículo, se me ocurrió preguntarle a Google: ¿Por qué duelen tantos las separaciones? Me sorprendió mucho la respuesta: "Básicamente nuestro sistema nervioso está recibiendo mensajes opuestos que intentan sobreescribirse para regularse mutuamente, sin que ninguno de los dos llegue a cesar. Como consecuencia, la actividad eléctrica del corazón se desequilibra, resultando en un dolor similar al de un infarto, aunque a menor escala". (13 fe. 2024)
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Preparándome para escribir este artículo, se me ocurrió preguntarle a Google: ¿Por qué duelen tantos las separaciones? Me sorprendió mucho la respuesta: "Básicamente nuestro sistema nervioso está recibiendo mensajes opuestos que intentan sobreescribirse para regularse mutuamente, sin que ninguno de los dos llegue a cesar. Como consecuencia, la actividad eléctrica del corazón se desequilibra, resultando en un dolor similar al de un infarto, aunque a menor escala". (13 fe. 2024)
Ya sea que lo hayamos decidido o que el otro lo haya propuesto, o que no se haya hablado y de pronto surja un tercero, o que simplemente haya llegado a un nivel de desgaste o que no pase nada y realmente al no pasar nada, simplemente la relación se haya convertido en una convivencia de socios. Sea cual fuera la razón, decisiones o irrupciones como estas suelen ser difíciles de digerir.
¿Por qué duele o se complica tanto? Si sabemos que nada es para siempre. Si sabíamos que había muchas cosas que no iban bien. Si había cosas que nos molestaban. Si incluso pensamos estaría bueno terminar esta relación. Si últimamente no había ese espacio para que cada uno sea quien era…
¿Por qué? Porque cuando hablamos de pareja hablamos de muchas cosas, no sólo de dos personas. Están los sistemas familiares, la cultura, momentos del ciclo vital, etc.
Vamos para atrás. Hay tres órdenes del amor en la pareja: Igualdad – Equilibrio – Respeto a los padres. Ambos tienen los mismos derechos. Se comparten responsabilidades.
La relación es de pares, el dar y el recibir son equilibrados (con frecuencia suelen verse relaciones asimétricas donde alguno de los dos materna o paterna al otro; o donde una parte actúa como adulta y otra de modo infantil). Se observa con frecuencia qué en las parejas, hay exceso de críticas a los padres, esto repercute en la pareja. Esa crítica o demanda se transfiere al conyugue.
Otro conflicto que suele aparecer y no es vistos, es: estar identificados con alguno de ellos (repetir un patrón), rechazar a uno de los progenitores, creerse mejor que los padres, sustituirlos; todos estos movimientos no permiten que haya dos adultos que se eligen, sino dos niños siendo fieles a sus sistemas por identificación o repulsión.
Sin orden, no hay pareja. Con el amor no basta
Alarmas para pensar que es hora de hacer algo: Peleas frecuentes; quejas permanentes; ausencia de una sexualidad satisfactoria; pérdida del interés, ausencia de valores y proyectos juntos.
Emociones que suelen aflorar: Sentimientos de rechazo; heridas de abandono; ausencias y carencias emocionales; no sentirse amados, valorados, valiosos; miedos de soledad; sensación de fracaso; sensación de no haber sido suficientes; vergüenza; ansiedad, angustia, depresión; conductas maníacas para compensar el vació que genera la pérdida
Qué no deberías hacerte a ti mismo: Analizar cada detalle obsesivamente buscando culpables. La reflexión es buena y necesaria. Necesitamos revisar para procesar. Pero, a veces desde una emoción de malestar buscamos culpar al otro, de modo de sentirnos los buenos, los que tienen la razón. También están los que se echan la culpa y se martirizan, castigan. Desde un perfeccionismo y una imposibilidad de aceptar los movimientos del alma y de la vida, no pueden solar mandatos, programas. Hay una gran desilusión porque la realidad no coincide con lo que alguna vez se soñó, dejando la realidad de calzar en la idea de familia o pareja.
Quedarte en la pena o rabia tóxica. Luchar con el dolor, la vergüenza. Querer saltar la crisis. Buscar una nueva relación para evitar el duelo.
Lo que te ayudará: abrirte al proceso del duelo, aceptar el dolor o las emociones que surjan, salir del drama víctima – culpable, buscar ayuda profesional. Abrirme a las emociones e información que afloran. Por muy claro que crea tener las cosas, este tipo de situaciones abre muchas heridas, situaciones no resueltas, apegos, emociones inconscientes, lealtades familiares, amores ciegos.
Aprende de lo vivido. Al metabolizar nuestras experiencias crecemos. Observa desde el corazón cual fue tu 50% para que la relación fluya y el 50% de lo que no fue bien. Observa como inconscientemente has repetido patrones. Como tus situaciones no resueltas influyeron en tus elecciones.
Descubre. Recupera tu poder, confianza. Sana tu corazón. Agradece e integra en tu corazón. Renuévate.