Junto al Teatro Liceo de Buenos Aires y el Teatro Rivera Indarte en Córdoba, Jujuy tiene el orgullo de disponer uno de los "teatros más antiguos del país".
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Junto al Teatro Liceo de Buenos Aires y el Teatro Rivera Indarte en Córdoba, Jujuy tiene el orgullo de disponer uno de los "teatros más antiguos del país".
En el año 1891 no se disponía de un lugar adecuado para actividades culturales, pero gracias al entusiasmo del ingeniero Ernesto Leonardi Cattólica, Augusto Begnani y Adolfo Liebman con el apoyo del gobernador Sergio Alvarado se forma una empresa constructora con el fin de edificar un "Teatro club" respaldado con el dictado de una ley de fecha 31 de marzo de 1891.
La ley dispuso la necesidad de que se construya un teatro que, a la vez contenga comodidad para la instalación de un club social.
Debido a problemas económicos en la empresa, el desarrollo anhelado se paralizó. Luego, ante el pedido de la población, el 12 de abril de 1901 se reanuda su construcción autorizándose al ingeniero Ernesto Leonardo Católica terminar la obra.
El 23 de junio de 1901, el gobernador Mariano Valle lo inaugura llamado "Teatro Mire". Fue en reconocimiento al aporte brindado por el Bartolomé Mitre. Siendo senador nacional con su voto, se logró que la prolongación del ferrocarril a La Quiaca fuera por la Quebrada de Humahuaca y no por la Quebrada del Toro beneficiando a Jujuy un beneficio muy importante.
El teatro, cumplía otras actividades en cine siendo uno los pocos entretenimientos para compartir en familia que contaba con escasa población. Disfrutar el teatro o la producción de una película fue un lugar de encuentro y refugio de la cultura.
Pero también cabe recordar por los años 1970, que muchos espectadores no querían presenciar la función debido a que los murciélagos -mamíferos capaces de volar y de vida nocturna- paseaban en la sala asustando a los concurrentes.
Pero no todos eran sustos. En el año 1978 se reinaugura el teatro totalmente renovado para alegría de todos gracias al trabajo de remodelación dirigido por arquitecto Gustavo Sánchez de Bustamante.
En el año 1932 la organización del teatro exigía que alguna persona capacitada cumpla tareas administrativas. Se llamó a inscripción para la presentación de postulantes y reúnan las condiciones con el convencimiento que debía ser el que tenga los mejores antecedentes. Muchos se presentaron y entre todos los legajos surgió la persona indicada: Juan Chosco, un joven quiaqueño, de veintidós años fue el elegido y una vez entrevistado se lo confirmó en el cargo.
Con los años comienza a funcionar otro cine llamado "Cine Select en el año 1920 al que haré referencia.
El 10 de julio de 1930, comienza a funcionar otro cine en Jujuy en calle Belgrano a metros de calle Necochea. Se llamó Cine Marconi, de propiedad de Pablo Tramontini.
Nuevamente surge el nombre de Chosco por su honestidad y trayectoria y se le ofreció vivienda y mayor rentabilidad en actividades similares renunciando en el Teatro Mitre.
Ante las mejores condiciones se traslada con su señora Evelina de Amezaga y sus hijos a la vivienda que le fuera asignada al fondo del Cine Marconi. A un costado del cine y en el primer piso funcionaba la organización, control y venta que se realizaba con verdadero empeño.
Chosco fue "multifunción". Se daba tiempo para la boletería, acomodar al público, vender cigarrillos, golosinas y bebidas. Colindante al cine Marconi se instaló un kiosco que también lo administraba Chosco, en la esquina la prestigiosa Farmacia Central atendía al público.
Algo insólito. Cine Marconi ofrecía al ingresar subiendo gradas: un teléfono estaba al servicio de sus espectadores que lo usaba gratuitamente.
Chosco también fue el encargado de buscar en la "terminal" las películas para su rodaje. Muchas veces no llegaban a tiempo para enojo de los concurrentes.
Por supuesto, y como eficiente gerente se daba tiempo para que los "colados" que no eran pocos, no ingresen ver la película sin pagar.
Al hacer referencia al Cine Select, se inauguró el 20 de marzo del año 1920. Ubicado en calle Alvear entre calle Lavalle y Otero de propiedad de Guillermo Renzi. La escritora Martha Montalvetti en su libro" Una larga historia - Jujuy y su gente" cuenta en su capítulo "la cinematografía y su llegada a Jujuy, que se designa administrador al señor Ricardo Aguirre, mientras que Carlos Cura en su actividad de locución radial realizaba la propaganda de películas mediante carros mateos de la época conducidos por el señor Carlos Cura, encerrado entre los tableros portaba un megáfono anunciando y promocionando las películas".
Todo lo dicho surge sin duda de un trabajo investigativo muy importante brindado por la escritora y amiga Martha Montalvetti, lo que se agradece muy especialmente.
Al renunciar Aguirre en la administración del "Select", Renzi le ofrece a Chosco ser su administrador por sus antecedentes de admirable comportamiento le ofreció lo que fue aceptado y fijar reglas para ingresar: los funcionarios, (incluido el gobernador) debían hacer fila como cualquier ciudadano. Nadie se le ocurría no respetar aceptándose sin protestar.
Las funciones eran todos los días: selecta a las 18 horas; 21 horas noche y 24 horas trasnoche.
En la planta alta de los cines conocido como "gallinero", se cobraba un monto menor. Muchos jóvenes preferían ese lugar: cantaban, protestaban, gritaban y "zapateaban" al cortarse la película por desperfectos en la producción.
El domingo a las 14 horas se agregaba otra función para los chicos iban al "matiné" acompañado de sus padres. No solo controlaban la conducta de los pequeños sino que las películas sean propias de la edad de los menores. En muchas ocasiones, al advertir que la película pasaban escenas que entendían como "conducta indecorosa", los padres retiraban a sus hijos quienes aceptaban sin protestar lo resuelto. Nada de revelarse.
Concurrir al cine solo fue una diversión. El más visitado fue el "Marconi", en calle Belgrano en un lugar privilegiado.
Siempre sobre calle Belgrano, entre Necochea y Lavalle luego de ver el rodaje quedaban los espectadores disfrutando de otros menesteres.
Al frente del cine funcionaba la pizzería de Oreste Gilardi donde luego, donde iban a comer. Otros preferían la confitería a metros de la pizzería, "La Royal" del "Rubio".
Los adolescentes, a escasos metros del cine Marconi, terminaban en el café España jugando al billar.
Con el tiempo se agregó otro cine de propiedad del señor José -Pepe- Longombardo llamado Cine Bar Monumental en calle Belgrano al 1100 colindante de una confitería " Nogaró".
Se recuerda que antes de convertirse en cine fue destinado para los que le gustaba el boxeo. Sin duda que Longombardo fue un peleador de primera. Muchos simpatizantes de este deporte subían al ring regresando luego a sus asientos bastante magullados.
Al abrirse el cine al público tenía una particularidad. Se incorporó dentro de la misma sala la confitería haciendo una herradura y en un nivel más elevado, mesas y sillas donde un mozo servía refrescos o sándwiches. El acomodador fue un personaje muy simpático para todos los que lo apodaron como "Urpila" quien, a pesar de su renguera no impedía su rapidez para acomodar a la gente.
Los días de lluvia, al ser el techo de chapa, se filtraba agua con facilidad, obligando a los espectadores a desplazar el asiento. A pesar de que en verano la lluvia muchos días llovían se suspendía la función invitándose a volver al día siguiente.
A los años el Cine Avenida otro cine se instaló en el barrio Gorriti 532 de propiedad de Antonio Checa. Su estreno: "El Trueno entre las hojas" de Isabel Sarli quién vino a la inauguración acompañada de su marido Víctor Bo quien era director, productor y actor del cine argentino.
Muchísima gente fue a ver la actriz quién subió al escenario con un tapado que, con mucha gracia lo desprendía mostrándose. Los concurrentes aplaudían con alegría.
El cine Alfa de Humberto Marchessi y Susana Cernuschi se inaugura en el año 1978 en Patricias Argentinas. Y en 1982 abren otro en Alvear 1153 llamado "Beta" y en su interior cambiando su nombre como Opera 1 y Opera 2.
Y con los años nace "Shopping Annuar de propiedad de Annuar Jorge que ya son conocidos por lo que acá termina este relato.
Los que no conocen su historia y los otros que lo recuerden sin duda será motivo de alegría. (Dr Fernando Zurueta, especial para El Tribuno de Jujuy).