Mientras la Justicia jujeña resuelve si agrava la imputación a la empresaria Fernanda Natalia Cammuso por la supuesta autoría del delito de "homicidio culpuso", quien además está acusada de propagar la pandemia y amenazar a los empleados del call center, que pertenece a una de las plataformas del multimedio Nortelevisa de su padre Eduardo Cammuso, donde se produjo el contagio y la posterior muerte de la empleada Elisabeth del Valle Pérez, nuestro diario tuvo acceso a declaraciones testimoniales sobre el trato que los encargados y la propia Cammuso utilizaba para "apretar" a los empleados.
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Mientras la Justicia jujeña resuelve si agrava la imputación a la empresaria Fernanda Natalia Cammuso por la supuesta autoría del delito de "homicidio culpuso", quien además está acusada de propagar la pandemia y amenazar a los empleados del call center, que pertenece a una de las plataformas del multimedio Nortelevisa de su padre Eduardo Cammuso, donde se produjo el contagio y la posterior muerte de la empleada Elisabeth del Valle Pérez, nuestro diario tuvo acceso a declaraciones testimoniales sobre el trato que los encargados y la propia Cammuso utilizaba para "apretar" a los empleados.
Hasta el momento Natalia Cammuso, junto a otras tres personas, está imputada por la supuesta autoría del delito de amenazas coactivas (cuatro hechos) en concurso real, pero además la empresaria es la única persona en la provincia investigada por el artículo 205 del Código Penal, que establece que "será reprimido con prisión de seis meses a dos años de prisión, el que violare las medidas adoptadas por las autoridades competentes, para impedir la introducción o propagación de una pandemia" y su situación se podría agravar si el juez de Control Nº 1 Gastón Mercau no da lugar a los planteos dilatorios propuestos por la nueva defensa, como ser el pedido de cambio de competencia y que la investigue el fuero federal.
Sergio Sosa y Martín Aragón son los otros imputados que figuran en el expediente judicial y según los documentos a los que tuvo acceso nuestro diario, son investigados como los ejecutores de las órdenes de Natalia Cammuso, de amenazar con despedir a los empleados y ser obligados a ir a trabajar, aún presentando síntomas compatibles con coronavirus.
La declaración de testigos realizadas a fines del año pasado en sede de Fiscalía, develó una aberrante serie de situaciones que estas personas utilizaban para amedrentar y generar temor en los empleados, no solo del call center, sino en la planta de transmisión del canal de Cammuso.
Además, nuestro diario supo que el "modus operandi" de los imputados fue de las maneras más bajas y repudiables para los empleados, que incluyen destratos, amenazas y
"aprietes" con abogados y escribanos en los domicilios de los ahora denunciantes, para que firmen "memos" y supuestas capacitaciones sobre la pandemia que la dueña del call center intentó introducir.
Tras la muerte de Elisabeth del Valle Pérez, más de una decena de empleados y exempleados del multimedio de Cammuso se hicieron presentes de forma espontánea en sede del Ministerio Público de la Acusación y recurrentemente, la mayoría coincidió en que fueron "apretados" con un abogado y una escribana, en horas de la noche en su domicilio para que firmen suspensiones o despidos, luego de haberse negado a "colaborar" con los requerimientos de los dueños de la empresa.
Además, todos los testigos coincidieron en que luego de la muerte de Pérez, en octubre del año pasado, recién se puso un pote de alcohol en gel para el uso comunitario para los empleados del call center y se les dio una mascarilla a cada uno de ellos, seis meses después de que el Gobierno nacional declarara la emergencia sanitaria y obligara a todas las empresas a activar los correspondientes