Las ganas de ver el desentierro del Carnaval fue cómplice de una larga fila de vehículos que pretendía llegarse a Tilcara antes de la aparición de los diablitos. Una ruta lenta se acercaba de a poco a la localidad quebradeña, donde cantidad de turistas parecieron hacerse eco de la fama de la fiesta.
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Las ganas de ver el desentierro del Carnaval fue cómplice de una larga fila de vehículos que pretendía llegarse a Tilcara antes de la aparición de los diablitos. Una ruta lenta se acercaba de a poco a la localidad quebradeña, donde cantidad de turistas parecieron hacerse eco de la fama de la fiesta.
Cual más, cual menos, los distintos mojones estaban ya colmados a media tarde, las trompetas bramaban convocando a la alegría, cantitos de cancha que se confundían con los estribillos de cada comparsa y la ansiedad propia de la espera, el reflejo de los espejos de los disfraces sobre algún muro, las bombas convocantes, los saludos de feliz carnaval y el talco.
La ceremonia tiene sus tiempos y rituales: se chaya el mojón para tener buen Carnaval, se desembolsan las banderas nuevas, se arenga a la felicidad, se espera. Rostros que se ven de carnaval en carnaval, otros que apenas se reconocen con el talco, aquellos que fueron niños y regresan grandes, y cuando todos se vuelven para mirar hacia el sitio convenido, es que ha llegado el momento: los disfrazados con sus silbatos, con su brincar travieso, hacen su entrada en escena y comienza todo.
La emoción
Hay rostros emocionados, gestos asombrados, la sorpresa de los niños, se alza el talco por sobre las cabezas como si fuera un grito y estalla el baile, desenfrenado, aliviando tanta espera. Todo un año aguardando el regreso del Pujllay, y apenas nomás ya se corre hacia las invitaciones que jalonarán el rosario de los días hasta que el diablito regrese bajo las piedras de los mojones, en el Domingo de Tentación.
Récord: Tilcara tuvo una ocupación hotelera del 95 %
La ciudad quebradeña alcanzó a cubrir casi toda su capacidad de alojamiento. A nivel país, casi 2.250.000 visitantes generaron en todo el territorio un gasto total de 13.600 millones de pesos. El fin de semana largo por el feriado doble de Carnaval ya repercutió fuerte en el turismo nacional, que tuvo una ocupación hotelera promedio del 85 %, con algunos destinos que alcanzaron el 95 %. Dentro de este grupo, solamente Tilcara en plena Quebrada, Gualeguaychú con su típico Carnaval y la ciudad cordobesa de Villa Belgrano, llegaron a estos números.
Según informó el Ministerio de Turismo y Deportes, casi 2.250.000 turistas llegaron a diversos lugares de la Argentina, una cifra récord para la actividad del sector en el período de Carnaval. El gasto total de los turistas que se movilizaron en este feriado largo, que fue de 13.600 millones de pesos, fue un 10,2 % superior al que se registró en el mismo período del año pasado en términos reales, descontando la inflación. Matías Lammens destacó que “cuando el sector turístico se enciende, consolida su gran aporte al crecimiento de la economía nacional”.