El presidente de Bolivia, Evo Morales, anunció ayer que se valdrá de todas las acciones legales para restituir el servicio de salud suspendido hace 45 días por una huelga de médicos que piden la eliminación de un artículo del nuevo Código Penal que sanciona la mala praxis y ahora exigen que no se los sancione por los días de paro.
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El presidente de Bolivia, Evo Morales, anunció ayer que se valdrá de todas las acciones legales para restituir el servicio de salud suspendido hace 45 días por una huelga de médicos que piden la eliminación de un artículo del nuevo Código Penal que sanciona la mala praxis y ahora exigen que no se los sancione por los días de paro.
En un mensaje de "emergencia" efectuado en el Palacio de Gobierno de La Paz, Morales afirmó que realizará "todas las acciones constitucionales y también legales para que retorne la atención médica de los servicios de salud", aunque no precisó medidas concretas.
El gobernante confirmó que el Parlamento, derogará al menos dos fragmentos observados del nuevo Código del Sistema Penal en cumplimiento a los acuerdos firmados con el sector de profesionales.
"Hemos cumplido con nuestra palabra. No podemos decir lo mismo de los colegios médicos que después de ocho documentos y acuerdos firmados siguen sin atender a nuestro pueblo", afirmó Morales. El jefe de Estado pidió formalmente la semana pasada al Legislativo boliviano, donde el oficialismo es mayoría, que derogue los artículos 205 y 137, contra los que protestan médicos y transportistas, respectivamente, al considerar que criminalizan su actividad profesional con penas que incluyen la prisión. Sin embargo, los médicos no lo consideraron suficiente y reclaman que además en el acuerdo final se descarte cualquier persecución a sus representantes además de que el Gobierno decida no aplicar sanciones ni descuentos por los días de paro. Morales dijo ayer que tras un mes y medio de huelga "son otros los intereses que guían" a los dirigentes de los médicos, a los que acusó de estar orientados por "sectores de oposición" para llevar a cabo una "conspiración política antidemocrática", y no se privó de "recordar a la oposición" que gobierna "con el 61% de la voluntad soberana del pueblo boliviano".