La
Universidad Nacional de La Plata (Unlp) posee la primera planta de
tratamiento de pilas del país, en la que pueden procesarse 80 kilos por mes, equivalente al consumo de una población de unos 8 mil habitantes, una experiencia que se intenta replicar en otros municipios bonaerenses.
La planta Plapimu-Laseisic (Planta Piloto Multipropósito y Laboratorio de Servicios a la Industria y al Sistema Científico) está ubicada en la localidad platense de
Gonnet, y si bien fue inaugurada en 2012 como una prueba piloto, sus responsables buscan desarrollar el proyecto en municipios bonaerenses y el interior del país. Este espacio -un centro de investigación y desarrollo de diferentes proyectos perteneciente a la Facultad de Ciencias Exactas de la Unlp y a la Comisión de Investigaciones Científicas (CIC)- fue concebido, diseñado y originado "con un método simple" y para un proceso de reciclado de las pilas que es "económico y absolutamente sustentable", explicó Horacio Thomas, a cargo de la planta y director del laboratorio.
"La idea fue desarrollar un proceso que permitiera recuperar los metales presentes en las pilas agotadas logrando un doble propósito, por un lado evitar la contaminación de suelos y aguas subterráneas y por otro recuperar los metales para su reutilización", precisó el especialista.
La
Universidad Nacional de La Plata (Unlp) posee la primera planta de
tratamiento de pilas del país, en la que pueden procesarse 80 kilos por mes, equivalente al consumo de una población de unos 8 mil habitantes, una experiencia que se intenta replicar en otros municipios bonaerenses.
La planta Plapimu-Laseisic (Planta Piloto Multipropósito y Laboratorio de Servicios a la Industria y al Sistema Científico) está ubicada en la localidad platense de
Gonnet, y si bien fue inaugurada en 2012 como una prueba piloto, sus responsables buscan desarrollar el proyecto en municipios bonaerenses y el interior del país. Este espacio -un centro de investigación y desarrollo de diferentes proyectos perteneciente a la Facultad de Ciencias Exactas de la Unlp y a la Comisión de Investigaciones Científicas (CIC)- fue concebido, diseñado y originado "con un método simple" y para un proceso de reciclado de las pilas que es "económico y absolutamente sustentable", explicó Horacio Thomas, a cargo de la planta y director del laboratorio.
"La idea fue desarrollar un proceso que permitiera recuperar los metales presentes en las pilas agotadas logrando un doble propósito, por un lado evitar la contaminación de suelos y aguas subterráneas y por otro recuperar los metales para su reutilización", precisó el especialista.