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Enterraron a los cuatro judíos

Miércoles, 14 de enero de 2015 00:00
Funeral / La madre y la hermana de Yoav Hattab junto a su cuerpo. 
Miles de personas asistieron ayer en Jerusalén al funeral de los cuatro judíos asesinados el viernes pasado en un ataque islamista contra un supermercado kósher de París, en un clima de preocupación por la seguridad de esta comunidad en Francia.
Yohav Hattab, Yohan Cohen, Philippe Braham y François- Michel Saada recibieron sepultura bajo un sol intenso en el inmenso cementerio de Har Hamenouhot (Monte del Descanso), donde ya fueron enterrados en 2012 tres niños y su profesor, franceses asesinados por otro yihadista, Mohamed Merah.
Los más allegados, destrozados por el dolor, depositaron en la tierra pedregosa los cuerpos de los difuntos, envueltos en talits (chales de oración) blancos y azules. Centenares de judíos, franceses, israelíes o ambas cosas, siguieron el funeral desde las alturas del oeste de la ciudad, cerca del cementerio.
Unas 2.500 personas participaron poco antes en una ceremonia con los padres de las víctimas, responsables y anónimos franceses e israelíes.
"Philippe, protégeme, protege a Shirel y Naor y Ella y Elad", dijo Valérie Braham, la mujer de Philippe Braham, desconsolada, hablando de sus hijos.
Yohav Hattab y Yohan Cohen, ambos veinteañeros, Philippe Braham, de unos 40 años, y François-Michel Saada, de unos 60, forman parte de las 17 víctimas de los atentados que sacudieron Francia la semana a pasada. Su muerte en una toma de rehenes en un supermercado kósher de París consternó a los israelíes.
Cohen, trabajaba en la tienda kósher atacada, era originario de Sarcelles, las otras tres víctimas, que eran judíos practicantes, habían ido al supermercado para hacer las compras antes del inicio del sabbat, el día sagrado de descanso semanal en el judaísmo.
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Miles de personas asistieron ayer en Jerusalén al funeral de los cuatro judíos asesinados el viernes pasado en un ataque islamista contra un supermercado kósher de París, en un clima de preocupación por la seguridad de esta comunidad en Francia.
Yohav Hattab, Yohan Cohen, Philippe Braham y François- Michel Saada recibieron sepultura bajo un sol intenso en el inmenso cementerio de Har Hamenouhot (Monte del Descanso), donde ya fueron enterrados en 2012 tres niños y su profesor, franceses asesinados por otro yihadista, Mohamed Merah.
Los más allegados, destrozados por el dolor, depositaron en la tierra pedregosa los cuerpos de los difuntos, envueltos en talits (chales de oración) blancos y azules. Centenares de judíos, franceses, israelíes o ambas cosas, siguieron el funeral desde las alturas del oeste de la ciudad, cerca del cementerio.
Unas 2.500 personas participaron poco antes en una ceremonia con los padres de las víctimas, responsables y anónimos franceses e israelíes.
"Philippe, protégeme, protege a Shirel y Naor y Ella y Elad", dijo Valérie Braham, la mujer de Philippe Braham, desconsolada, hablando de sus hijos.
Yohav Hattab y Yohan Cohen, ambos veinteañeros, Philippe Braham, de unos 40 años, y François-Michel Saada, de unos 60, forman parte de las 17 víctimas de los atentados que sacudieron Francia la semana a pasada. Su muerte en una toma de rehenes en un supermercado kósher de París consternó a los israelíes.
Cohen, trabajaba en la tienda kósher atacada, era originario de Sarcelles, las otras tres víctimas, que eran judíos practicantes, habían ido al supermercado para hacer las compras antes del inicio del sabbat, el día sagrado de descanso semanal en el judaísmo.

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