26 de Junio,  Jujuy, Argentina
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La experiencia de hacer arte por el mundo

Lunes, 22 de septiembre de 2014 00:00
ASEGURA HAY QUE SEGUIR HACIENDO MUSICA DESPUES DE ANALIZAR LAS DISTINTAS ACCIONES QUE DEBE SUMAR AL SOLO HECHO DE TOCAR, PARA PODER VIVIR DE LA MÚSICA.

No es la primera vez que viaja por el mundo llevando su música. Esta vez, fueron tres meses en Italia, recorriendo escenarios de festivales, y espacios de los más variados. Lo cierto es que la versatilidad de esta genial artista vallista de los vientos, le permite brillar en cualquier ámbito.

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No es la primera vez que viaja por el mundo llevando su música. Esta vez, fueron tres meses en Italia, recorriendo escenarios de festivales, y espacios de los más variados. Lo cierto es que la versatilidad de esta genial artista vallista de los vientos, le permite brillar en cualquier ámbito.

Es solista de vientos, brillante, y decidió apostar también a cantar, y tomó clases. Hoy completa sus presentaciones con su voz. Y desde hace un tiempo también forma parte del proyecto grupal Grita Nativo, formación musical junto a Apu Condori, Pablo Narezo, Mariano y Andrés Irigoyen.

¿Por dónde anduviste esta vez Micaela?

Por Italia, tres meses haciendo distintas presentaciones, estuve en el Festival Internacional de Músicas del Mundo "Kantu Winka", organizado por un grupo de entusiastas de la música de distintos países. Hicieron un ciclo que duró un mes, con artistas de distintos lugares, donde había artistas de Sudamérica, África, Asia, y muchos de Italia, fue en el departamento de Apulia, que es la tierra de la tarantela. Es donde más se cultiva el folclore en Italia. A ellos les interesaba esto de la música del mundo, y en particular, sabiendo que yo estaba haciendo esta gira, me incorporaron. Aparte de hacer este recital, hice workshops, clases abiertas para bailarines, músicos y público en general dentro del marco del festival, a lo largo de una semana completa. También estuve visitando otros festivales en el norte de Italia, en Toscana y otras localidades donde di conciertos y charlas sobre danzas jujeñas también. Lo demás fueron sólo conciertos en distintos contextos, galerías de arte, palacios históricos, centros culturales, etc. Muchas cosas se fueron armando a medida que iba tocando, y me iban invitando a otros lugares.

¿Qué cosas entendés que allá necesitan de vos, de tu sabiduría, y qué te traes de este tipo de experiencias en Europa?

La verdad que es buena la pregunta porque no lo había pensado desde esta perspectiva. Creo que primero es la curiosidad de escuchar músicas distintas de otros países, entonces hay un gran público de gente que le gusta escuchar música en vivo, que además es bastante selectivo. No es público que vaya a todos los espectáculos, antes siempre investigan algo por internet, se informan muy bien, y después van a los conciertos, si lo que escucharon o vieron en las redes, les gustó. Es un público especializado que va sabiendo lo que va a escuchar. Y los encuentros son muy especiales, porque después del concierto se acercan a comentarte "me enteré que estabas en Australia, que estabas en Perú". Me cuentan cosas que yo hice, porque me van siguiendo por las redes. Son fanáticos digo yo –comenta risueñamente, como si el fanatismo no fuera cosa también del verdadero arte-. Son cosas que no me habían pasado antes, y me llama mucho la atención es eso.

Vos perteneces a un grupo de músicos, que además de talentosos y formados, es muy permeable, en el sentido que estás abierta a tocar con músicos que no conocés, a improvisar, a entregarte a otros ritmos y otros estilos, a partir de la seguridad de tus conocimientos.... Y esto seguramente te permite, no sólo dar un buen espectáculo, sino crecer, crear y aprender...

Y eso es lo que yo aprendí de ellos. Conocí un sistema distinto del manejo de la cultura, para la música, para la organzición de la música, y también conocí un gran nivel de músicos. Compartí muchas veces con artistas locales, en cada lugar. La mayoría eran músicos de jazz, en sus distintos estilos, músicos de rock y alguno que otro de música folclórica italiana, como la tarantela, o de músicas locales de otros países. Me he encontrado también con gente italiana fanática de la música andina. Siguen todo el movimiento de la música andina, y cuando se enteran de que estoy ahí, asisten a mis conciertos.

Por otro lado, estos son momentos especiales. No eran espectáculos multitudinarios, sino que eran más íntimos en castillos, u otros espacios, donde se desarrollaban actividades culturales internacionales.

Aprendí muchísimas cosas, pero lo más interesante fue entender que el lenguaje de la música es un lenguaje que comunica al otro por más que hable otros idiomas, o toquen otro estilo de músicos. Muchos de otros estilos, igual quería intenta tocar la música de Jujuy, saber del bailecito, de la zamba. Y a su vez nos lleva a preguntarnos el por qué de ese interés.

¿Y cuál crees que es ese interés especial por nuestra música? Recordemos que Miguel Llave (fallecido días atrás) se quedó más de veinte años en Francia, porque encontró asidero a su propuesta de vientos andinos.

Primero por el nivel artístico musical. Ellos no van a ver un espectáculo que no conocen. Van si es un espectáculo bueno, que tiene valores. Se aprecia mucho la calidad. Encontré músicos italianos que tocaban música andina, con charangos, quenas, etc., que también estaban contentos, y querían que toquemos juntos. Y finalmente hicimos un concierto, juntos en Roma, el grupo se llama Tinku, y son italianos.

¿Y cómo escuchaste la música andina en la ejecución de músicos tan distantes geográficamente?

Se empeñan tanto, no sólo en la vestimenta, sino en los instrumentos y hasta la forma de cantar, que son idénticos, es increíble. Además la música andina, es muy global. Nosotros sabemos cuando un carnavalito está bien tocado, o sabemos identificar un buen pin pin, que a su vez tiene su particularidad en cada país de la región andina. Yo lo que hice fue mostrar la particularidad de la música andina en Jujuy. Mi espectáculo se basaba en eso. Eso es lo que lo hacía más interesante.

Fuera de la grabación, en un momento dijiste, con tono de reflexión o conclusión de algo "hay que seguir haciendo música porque la gente lo pide". ¿En algún momento vos pensaste en dejar de hacerlo porque algo te quitó el entusiasmo?

Si, cuando descubrí, que por más que quería tocar música, estaba obligada a desarrollar otras cosas, como la docencia, y otros tipos de trabajos para subsistir. Eso es agotador porque te lleva mucho tiempo, y porque si bien es algo que más o menos te gusta, no es exactamente tu vocación. Eso hace que con el tiempo las cosas se tornen un poco más pesadas las cosas, más difícil de sostener algunas situaciones. Más cuando hay crisis, y las posibilidades en el lugar donde uno vive, no están dadas. Me refiero a las posibilidades musicales, hablando de trabajo constante. Pero es un problema global, hay una crisis económica que no es realidad en Jujuy solamente, sino que también existe en Italia, pero hay otras formas.

¿Es más fácil allá sobrellevar la crisis?

No, desde mi punto de vista, es igual. Allá hay más reglas, permisos con los que hay que cumplir, etc. Esta todo más controlado desde o legal. Acá todavía puedo subir a tocar a algún escenario aunque no tenga factura, por ejemplo. En Italia, hubieron muchos lugares donde pude tocar porque fui "invitada de". Fue importante sentirme recibida de esa forma.

¿Y qué forma te gusta más?

Yo creo que es mucho más lindo tocar acá. Acá la gente está acostumbrada a escuchar la música nuestra. En vez de enseñar qué es una quena, o qué es un siku, qué es un carnavalito, se sale directamente a tocar.

¿Cuáles son tus motivaciones para hacer música? Por ejemplo, reflexionando sobre las enseñanzas de Miguel Llave, que nos dejó recientemente, sacaba en limpio, que él siempre estuvo movido por la búsqueda de la libertad musical, de no encasillarse ni en estilos, ni en temas, ni en tiempos. En tu caso, ¿qué te lleva a seguir tocando?

Hay muchas razones, primero la parte artística, pero cuando salgo afuera, es el placer de llevar nuestra música, las coplas. Me hace sentir útil, es como decir "esto tiene valor, y mi valor está cuando subo al escenario".

¿De todas tus experiencias, cuál fue la presentación que más te emocionó o que más fuerte quedó grabada en tus recuerdos, y por qué?

La que más satisfacción me dio fue cuando canté coplas con Divididos. La emoción que significó ver a 15.000 personas jóvenes del rock, seguidores de Divididos, atentos a ese canto. Fueron varias presentaciones en el Luna Park, de las que después hicieron ellos un DVD en vivo. Otra gran experiencia fue tocar el siku en la Villa 31 de Buenos Aires. Fue la primera vez que toqué junto a Teresa Parodi, este año, para el 8 de marzo en el Día de la Mujer. Estaban haciendo actuar desde Nación, a distintas mujeres de distintos lugares del país. Fue muy especial, porque entramos y salimos con muchísima seguridad, pero fue muy emocionante.

¿Después de semejante gira por Italia, qué proyectos se te plantean ahora?

Una cosa curiosa que me sucedió fue que ahora los seguidores de Italia quieren venir a Jujuy a conocer, músicos, escultores, fotógrafos, artistas de distintas disciplinas. A todos les dije que sí, que vengan para que entiendan en profundidad nuestra cultura, y que vean que tenemos otros tiempos que los de Buenos Aires, que es lo que más se conoce.


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