Señor director:
El sistema liberal capitalista domina por la economía y por las armas, y el marxismo en sus diferentes expresiones (comunismo y otros) lo hace por la política y las armas. En definitiva ambos dominan, y como el espíritu imperialista no puede tener límites, son cada día más crueles con los pueblos sometidos. No hace falta recordar lo ocurrido en Rusia y Europa del Este con el comunismo, ni lo que ocurre en Latinoamérica, en medio Oriente, y lo ocurrido en Vietnam, Corea con el capitalismo.
Frente a estas dos expresiones imperiales, los pueblos no tienen posibilidades si no desarrollan su propia ideología, fundada en la unidad, la solidaridad y la organización (que no es concepto de Cristina, sino de Perón de hacen 60 años.
Una comunidad persuadida de sus valores y debidamente organizada para mantenerlos, tendrá las mejores posibilidades de triunfar sobre el Imperialismo de uno u otro signo.
Pero esto se logra con gobiernos que además de cumplir con sus deberes institucionales también cumplan la misión de orientar, educar y conducir. Para esto es necesario que elijamos a los mejores, a los más honestos, a los más capaces. Ya no es tiempo de amigotes partidarios, parentela o socios comerciales.
El equilibrio, cuando decimos equilibrio, por supuesto se trata de un equilibrio dinámico, puesto que si es estático no es equilibrio. Es como una balanza con el centro fijo. Un adorno. La comunidad está compuesta por muchos sectores (productores, industriales, comerciantes, profesionales, docentes, asalariados, etcétera). Estos sectores pueden sufrir un tiempo de dificultades y en ese caso el Gobierno debe contribuir a sostenerlos, manteniendo a los otros en una comprensiva espera. Pero para esto hace falta comprensión y confianza. Es decir cultura política, que es lo que nos está faltando. Somos muy politizados, pero carecemos de cultura política.
Ser capitalista es fácil: todo para mí, y listo. Ser comunista es fácil: todo para el Estado, y listo. Tenemos que abandonar el ustedes o el yo: hagamos el nosotros.
Por esto los verdaderos peronistas no somos yanquis ni marxistas.
Hugo Maldonado
San Salvador de Jujuy