“El recuerdo es más que nada dolor y emoción por todo lo que hemos vivido. Fue un día muy particular el momento del hundimiento del barco. Anteriormente en horas de la mañana nos habían ordenado hacer una maniobra de embarque de combustible desde un buque de transporte petrolero. A las seis de la mañana ordenan zafarrancho de combate, porque habían detectado aviones enemigos; estuvimos hasta las 23, un grupo se quedó de guardia y otros se fueron a descansar. Alrededor de las cuatro menos diez sentimos el primer impacto, pensamos era un banco de arena, un minuto después recibimos otro impacto que vuela quince metros de la proa, atiné a controlar al personal a mi cargo, más a popa escuchaba el grito desesperado de mis camaradas, como no pude hacer nada fui hasta la cubierta principal, al momento sale el segundo comandante ordenando volvamos a nuestras estaciones de combate, el agua ya la teníamos hasta las rodillas. La sociedad lamentablemente nos tuvo marginados a los excombatientes y veteranos de guerra, hoy a 31 años las cosas están cambiando por nosotros mismos porque tenemos la capacidad de poder contársela a la población”.
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“El recuerdo es más que nada dolor y emoción por todo lo que hemos vivido. Fue un día muy particular el momento del hundimiento del barco. Anteriormente en horas de la mañana nos habían ordenado hacer una maniobra de embarque de combustible desde un buque de transporte petrolero. A las seis de la mañana ordenan zafarrancho de combate, porque habían detectado aviones enemigos; estuvimos hasta las 23, un grupo se quedó de guardia y otros se fueron a descansar. Alrededor de las cuatro menos diez sentimos el primer impacto, pensamos era un banco de arena, un minuto después recibimos otro impacto que vuela quince metros de la proa, atiné a controlar al personal a mi cargo, más a popa escuchaba el grito desesperado de mis camaradas, como no pude hacer nada fui hasta la cubierta principal, al momento sale el segundo comandante ordenando volvamos a nuestras estaciones de combate, el agua ya la teníamos hasta las rodillas. La sociedad lamentablemente nos tuvo marginados a los excombatientes y veteranos de guerra, hoy a 31 años las cosas están cambiando por nosotros mismos porque tenemos la capacidad de poder contársela a la población”.