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Muchas mujeres no pueden dejar de fumar por temor a engordar

Martes, 14 de agosto de 2012 20:32


Cerca del 22 por ciento de las mujeres de nuestro país son fumadoras, lo que se considera una cifra elevada. Sin embargo, ese dato no fue el que más llamó la atención en el último Congreso Argentino sobre Tabaco, sino el que indica que la mayoría de esas mujeres tienen miedo de dejar el cigarrillo por temor a engordar, sin evaluar los beneficios para la salud que les trae la decisión de abandonar el tabaco.

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Cerca del 22 por ciento de las mujeres de nuestro país son fumadoras, lo que se considera una cifra elevada. Sin embargo, ese dato no fue el que más llamó la atención en el último Congreso Argentino sobre Tabaco, sino el que indica que la mayoría de esas mujeres tienen miedo de dejar el cigarrillo por temor a engordar, sin evaluar los beneficios para la salud que les trae la decisión de abandonar el tabaco.

“Muchas mujeres en Argentina -señaló la especialista María Inés Medín, presidenta del congreso- tienen miedo de dejar de fumar por temor a aumentar de peso, cuando lo cierto es que el hecho de poder dejar atrás el consumo de tabaco trae aparejado beneficios considerablemente mayores que cualquier otro problema que pueda traer un ligero aumento de peso”.

La especialista reconoció que “en promedio se estima que las mujeres pueden aumentar alrededor de 2 a 7 kilos después de dejar de fumar”, pero destacó que “ese incremento puede ser controlado de manera efectiva siguiendo pautas de alimentación y con actividad física”.

El informe del congreso médico indicó que cada día mueren en el mundo 2700 mujeres a causa del tabaquismo, e insistió en que los daños que le causa el tabaco al organismo femenino son mayores que el aumento de peso.

Allí se señaló que en el año 2000 murieron casi un millón de mujeres debido a enfermedades causadas por el tabaco en el mundo, entre ellas cáncer de pulmón y mama, y que en Argentina se estima que fuma el 35 por ciento de los varones y el 22 por ciento de las mujeres.

EL MANEJO DEL SOBREPESO

En lo que hace al aumento de peso que puede producirse al dejar de fumar, los especialistas consideran que “es clave comunicar que se aumenta de peso en el comienzo, cuando se deja de fumar, pero es algo manejable sobre todo si se trabaja con una nutricionista”.

La alimentación y la actividad física, según los médicos que participaron del Congreso, es un factor clave para controlar el peso durante los dos años que siguen al abandono del tabaco, e indicaron que en el caso de las fumadoras “moderadas” de hasta 24 cigarrillos al día, que empezaron a practicar entre una y dos horas de deporte a la semana, engordaron una media de 2,2 kilos cuando dejaron de fumar, y lo revirtieron en pocos meses.

Silvia Rey, vicepresidente primera de la Asociación Argentina de Tabacología (AsAT) reconoció que “si bien el aumento de peso al dejar de fumar es un problema para muchas mujeres, no es aconsejable realizar al mismo tiempo un tratamiento para dejar de fumar y bajar de peso. Las recomendaciones nutricionales que se dan es ayudar a controlar el aumento de peso, pero sin ser excesivamente restrictivas para evitar la recaída por el consumo de tabaco”.

La especialista explicó que “se debe incluir en la alimentación una variedad de vegetales y frutas frescas, lácteos descremados, cereales y panificados integrales y organizar las cuatro comidas: desayuno, almuerzo, merienda y cena y de ser necesario, incorporar colaciones”.

También se añadió que “ se debe aumentar el consumo de agua y tomarla en los momentos de la tentación de encender un cigarro, lo que resulta muy eficaz y aporta grandes beneficios para el organismo”.

Los médicos explicaron que “también existen fármacos y productos de venta libre que ayudan a dejar de fumar, que retrasan el aumento de peso mientras dura el tratamiento para dejar de fumar. Pero una vez finalizado ese tratamiento, la persona podría iniciar un plan nutricional para bajar de peso, que suma más beneficios sanitarios a los de haber dejado de fumar”.
 

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