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5 de Noviembre,  Jujuy, Argentina
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Jujeño en la fuga más audaz de Gran Guerra

John Gifford Stower, nacido en el Ingenio La Esperanza, fue un artífice clave del "Gran Escape" del Stalag Luft III.

Miércoles, 05 de noviembre de 2025 04:37
NACIDO Y CRIADO EN LA ESPERANZA | JOHN GIFFORD STOWER, EL PILOTO JUJEÑO QUE ESTUVO EN LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL.

POR PLINIO LÓPEZ

John Gifford Stower, un piloto nacido en el Ingenio La Esperanza, fue un artífice clave del "Gran Escape" del Stalag Luft III, una hazaña masiva que conmocionó a los nazis y luego inspiró un clásico del cine. Su ingenio y sangre fría, forjados en el Norte argentino, fueron cruciales para la operación, aunque pagó con su vida el precio de la libertad.

En la fría noche del 24 de marzo de 1944, 76 aviadores aliados ejecutaron la evasión más famosa de la Segunda Guerra Mundial desde el campo de prisioneros Stalag Luft III. Entre ellos, deslizándose por el túnel "Harry" de 110 metros de largo, iba el jujeño John Gifford Stower, un voluntario de la RAF cuya historia tiene una raíz profundamente argentina: nació y se crio en el Ingenio La Esperanza.

Stower no era un novato en el arte del escape. Ya en 1943, junto a otros dos prisioneros, había logrado una fuga preliminar que terminó con su captura tras cruzar por error de vuelta a Alemania desde la frontera suiza. Este primer intento, sin embargo, no fue en vano. Su confinamiento en solitario -en una celda conocida como "La Heladera"- lo único que hizo fue darle tiempo para analizar sus errores.

Al ser liberado, la valiosa información que recabó sobre rutas, controles y tácticas de evasión se volvió la piedra angular para planificar la fuga masiva que se gestaría meses después.

Bajo la coordinación del "Comité X", los prisioneros, Stower entre ellos, trabajaron incansablemente durante meses en la construcción de tres túneles. Solo uno, "Harry", logró burlar la exhaustiva vigilancia de los guardias "hurones". La tierra era extraída en silencio y escondida en los bolsillos de los pantalones de los prisioneros para ser dispersada en huertas clandestinas.

MONOLITO DEDICADO A EMPLEADOS / ENTRE ELLOS JHON GIFFORD STOWER.

La noche de la fuga, Stower, con sus ropas teñidas para parecer de civil y documentos falsos elaborados en el campo, emergió a la libertad.

Durante cinco días, el piloto jujeño demostró una sangre fría extraordinaria. Haciéndose pasar por un trabajador español, burló controles y utilizó el ferrocarril para moverse por territorio enemigo. Su conocimiento de idiomas y su carácter sereno, cualidades que tal vez llevaba desde los paisajes jujeños, fueron sus mejores armas.

Sin embargo, la suerte se agotó. Una patrulla detectó algo sospechoso en su ropa -aún con ligeras marcas del tinte usado en el campo- y fue capturado en un tren.

Su destino estaba sellado. El furioso Adolf Hitler había ordenado ejecutar a 50 de los fugitivos como escarmiento. Por su historial de evasión, por ser soltero y por haber humillado a la Gestapo con sus papeles falsos, John Stower fue seleccionado para el pelotón de fusilamiento. Tres agentes de la Gestapo lo llevaron a un bosque y acabaron con su vida. Tenía 26 años.

Tras la guerra, los responsables de las ejecuciones fueron juzgados y condenados.

La épica historia del "Gran Escape" y del sacrificio de hombres como Stower llegó a la pantalla grande en 1963 con la película homónima, un clásico de Hollywood que inmortalizó su hazaña, aunque sin revelar al mundo que uno de sus héroes más determinados había llegado desde las lejanas tierras de Jujuy.

Un monolito que en algún momento estuvo emplazado en adyacencias del ingenio evoca la figura de Stower y otros tantos empleados de la compañía Leach Argentine fallecidos en la Primera y Segunda Guerra Mundial.

 

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